Los "guerreros" y los "pacifistas" están discutiendo sobre ética cristiana.
Homer ha escrito una “bonita” respuesta a mi pregunta. Parece muy devota y hasta bíblica. Yo no sé en qué lado de la verja está Homer; si contra el Evangelio de JESUCRISTO o por el Evangelio DE JESUCRISTO. Al Evangelio de JESUCRISTO tenemos que presentarlo en toda su dimensión. Si hay algo negativo en la aserción de Homer, es que es parcial, y muy “angelical” ya que no presenta la verdadera dimensión humana de JESUCRISTO ni de los cristianos.
Homer, muy jesuíticamente, ha presentado (1) la “historia’ del Vasallo de Dios, y (2) la visión parcial de la ética cristiana. Basado, para comenzar, en el Evangelio de San Mateo, aquí le presento, a Homer y a todos los “pacifistas”, una parte de la otra mitad de la historia bíblica:
MATEO
CAPITULO 4:
(I )10Entonces Jesús le dijo:
—Vete, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás”.
(I I)17Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: «¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado!». (¿Por qué les deice que se arrepientan? Porque son pecadores.
(III ) 15»Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Capítulo 9
(IV) 4Conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo:
—¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Capítulo 11
(V) 21«¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida!, porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que en vestidos ásperos y ceniza se habrían arrepentido.
Capítulo 16
(VI ) 23Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
—¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Capítulo 22
(VII )18Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo:
—¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Capítulo 23
(VIII ) 13»Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
(IX ) 14»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!,, porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.
(X) 15»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!,, porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
(XI) 16»¡Ay de vosotros, guías ciegos! , que decís: “Si alguien jura por el Templo, no es nada; pero si alguien jura por el oro del Templo, es deudor”.
(XII) 17 ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿cuál es mayor, el oro o el Templo que santifica al oro?
(XIII) 19 ¡Necios y ciegos!, porque ¿cuál es mayor, la ofrenda o el altar que santifica la ofrenda?
(XIV) 23»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta, el anís y el comino, y dejáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
(XV) 24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y tragáis el camello!
(XVI) 25»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
(XVII) 26 ¡Fariseo ciego!, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera quede limpio.
(XVIII) 27»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
(XIX) 28Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
(XX) 29» ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos,
(XXI) 30y decís: “Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no habríamos sido sus cómplices en la sangre de los profetas” .
(XXII) 33 ¡Serpientes, generación de víboras!, ¿cómo escaparéis de la condenación del infierno?
CAPITULO 24
(XXIII) 23»Entonces, si alguno os dice: “Mirad, aquí está el Cristo”, o “Mirad, allí está”, no lo creáis, 24porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos.
Capítulo 25
(XXIV) 26Respondiendo su señor, le dijo: “Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. 27Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos, 29porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30Y al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
(XXVII) 41»Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles,
A ver, Homer, conteste al EVANGELIO DE JESUCRISTO.