Amados hermanos:
Viendo la T.V., escuche en uno de esos canales "cristianos" las palabras de uno de tantos "maestros" del grupo de moda G12, decir lo siguiente (palabras más o menos):
"El G12 es el mover de Dios para este siglo. Todo aquel movimiento célular que no entre en la visión del G12 es una célula muerta que no está en el mover de Dios. Por tanto, insto a los G12 a que hagamos guerra contra todas estas células muertas, a fin de erradicar ese cáncer mortal, y poder llevar al mundo entero el evangelio puro de Cristo."
Después de oír estas barbaridades, cambie de canal, para ver un poco de noticias. Y para no variar, solo vi malas noticias (saben a qué me refiero). Por allá los extremistas musulmanes, por acá los extremistas "cristianos." ¿Quién nos entiende?
Casualmente ese día, por la mañana, yendo por la calle fui testigo de uno de tantos pleitos callejeros, tan comunes hoy en día.
Violencia, agresión, frialdad por todos lados. Tal parece que la humanidad está sumergida en la violencia y agresión al prójimo. Cada uno ve por sus propios intereses. El pretexto es lo de menos, el caso es desquitarse con el prójimo.
Llegó la noche, y en la comodidad y calor de mi hogar, ya para descansar de la rutina y fatiga del día, me siento frente al computador de mi casa,...... tengo ganas de leer algunos epígrafes del foro, me gusta aprender un poco más de mis hermanos.
Pero...., algo pasó, y con mucha tisteza en casi todos los aportes que leí, me doy cuenta que el foro no es la excepción de esta violencia.
Pareciera un ring en donde cada uno (no todos), se convierte en un luchador que pelea su propia verdad. Y busca demostrar a quien se le ponga enfrente, y a costa de lo que sea, que él tiene la razón.
Aún no termina por exponer su tema el anfitrión del epígrafe, cuando ya el primero en participar le está cuestionando, y muchas veces hasta ofendiendo y burlándose de su "inmadurez espiritual". Finalmente el único sabiondo es él.
La única ventaja, es que en realidad no están frente a frente, pues si no fuera así, no dudo que en muchos casos se llegaría incluso a los golpes.
"¡Pelearáaaan a doce rounds!"..."en esta esquina un católico, en aquella otra un protestante", ¡El premio es un cinturón que le acredite como el más sabio de todo el foro! Lo más curioso de todo, es que casi todos dicen que pelean en el nombre de Dios!!!..... ¿En dónde he oído eso antes?..

He leído a muchos hermanos invitando a que nuestros aportes sean de edificación mutua. Pero lo cierto es que en la práctica son pocos los aportes que realmente edifican. Casi siempre se termina en la agresión (disfrazada de "exhortación") al prójimo.
El caso es ganar mi postura, defender lo que yo creo que es la verdad. No me importa a quién ofenda o me lleve "entre las patas", con tal de salirme con la mía, y demostrar que yo soy el que tiene la razón finalmente.
Creo que esta actitud tiene mucho que ver con ese número de la bestia de Apocalipsis 13. Aquel "666", o el "Yo-Yo-Yo", en donde somos el centro del universo, en donde queremos ser "como Dios".
¿Qué nos hace diferentes a los hijos de Dios?, o más bien...¿qué nos debería hacer diferentes a los demás?, ¿qué nos debería distinguir?
El Señor nos la puso así:
«En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.»
Y amar no es solo decir: "Te amo hermano", "que Dios te bendiga", "la paz de Dios".
«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser.»
De hecho no espero que alguien de su opinión a este epígrafe. Solo espero que lo lean y mediten en ello.
Creo que Dios no necesita de nadie que pelee por Él, ni que alguien le defienda ante los demás. Su Palabra nos invita a conocerle, a ir edificándonos en amor y en el conocimiento de Cristo, más NO a defender como un perro defiende su hueso, nuestra fe.
Aquel que no le haya, es porque no quiere hayarle, ¡y punto! Dice el necio en su corazón: "¡No hay Dios!", pero yo no soy nadie para tratar de "Convencerlo".
El centro de mi vida es mi Señor Jesucristo, por tanto hablo de Él, doy testimonio de lo que he aprendido de Él. Pero no tengo que andar "convenciendo" a los demás, que Él es el centro de mi vida.
En verdad quiero reiterar que estoy muy triste y decepcionado. Aunque por otra parte, también felicito a quienes sí comparten con los demás lo que van aprendiendo en el camino, y lo sobre todo que lo hacen con amor y humildad.
¡Les invito a que sigan adelante! ¡Cristo es el auto y consumador de nuestra fe! Así que cuando alguien viene y sale con su propio "evangelio", simplemente le saco la vuelta, y sigo adelante, a la meta. Pero no lo agredo, ni lo insulto (y menos usando la Biblia). El Señor es el que dará "la paga."
Pablo nos dice: "Examinalo todo y solo retén lo bueno, lo que te edifica"
Saludos!