¡ FELIZ NAVIDAD 2025 !
Porque un niño nos es nacido,
hijo nos es dado,
y el principado sobre su hombro;
y se llamará su nombre Admirable,
Consejero, Dios Fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Lo dilatado de su imperio
y la paz no tendrán límite,
sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo
en juicio y en justicia
desde ahora y para siempre.
El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
ISAÍAS 9:6-7 RVR1960
He aquí,
una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es:
Dios con nosotros.
Y despertando José del sueño,
hizo como el ángel del Señor
le había mandado,
y recibió a su mujer.
Pero no la conoció
hasta que dio a luz
a su hijo primogénito;
y le puso por nombre JESÚS.
San Mateo 1:23-25 RVR1960
***
Muchos creen que la “guerra contra la Navidad” es algo moderno. No.
El intento por descristianizar la Navidad comenzó hace más de 250 años, impulsado por movimientos secularistas que buscaban una sociedad sin Cristo.
Durante la Ilustración, pensadores como Voltaire, Diderot y Holbach promovieron un proyecto radical:
“Una moral sin religión. Una sociedad sin Cristo.”
Para ellos, las festividades cristianas eran obstáculos para el “progreso racional”.
Por eso impulsaron:
-Redefinir las fiestas cristianas como celebraciones culturales, no religiosas.
-Reducir la Navidad a un evento de convivencia humana, vaciado de significado teológico.
-Presentar la Encarnación como mito, despojando a diciembre 25 de su sentido cristológico.
La Encyclopédie (1751–1772), uno de los pilares intelectuales de la Ilustración, ya promovía reinterpretar fiestas cristianas bajo una óptica puramente naturalista.
En 1793, el gobierno revolucionario implementó el Calendario Republicano, eliminando:
-Domingo como día del Señor
-Fiestas cristianas, incluida Navidad
-La Navidad fue reemplazada por “Fiestas de la Razón”.
Las iglesias se cerraron o se convirtieron en templos seculares.
La intención era clara:
Eliminar el cristianismo del calendario, la cultura y la memoria del pueblo.
En el siglo XIX se consolidaron dos movimientos simultáneos:
a) Secularización protestante liberal
El protestantismo liberal alemán (Harnack, Schleiermacher, Ritschl) redujo la fe a ética y sentimiento.
La Navidad dejó de ser “Dios hecho carne” y pasó a ser una celebración moral sentimental.
Este pensamiento cruzó a Inglaterra y Estados Unidos.
b) El nacimiento del consumismo navideño
En este mismo siglo surgió la idea moderna de:
-Compra de regalos
-Decoraciones
-Mercados navideños centrados en consumo
-Santa Claus como figura cultural dominante
Ejemplos históricos:
-Thomas Nast (1870s) rediseña a Santa Claus para revistas seculares.
-Empresas como Coca-Cola (aunque ya en 1930s) completan el proceso, convirtiendo a Santa en ícono global.
-Escritores como Charles Dickens popularizan una Navidad sentimental, moralista y desvinculada de la encarnación.
-Nada malo con Dickens, pero su influencia ayudó a moldear una Navidad que ya no necesita a Cristo para existir.
-Navidad como fiesta familiar
-Navidad como época de compras
-Navidad como “espíritu de paz y bondad”
-Navidad como mito universal, no como hecho histórico
Todo esto fue impulsado por tres siglos de presión cultural secularizante.
Lo que vemos hoy que se diga “Happy Holidays” en lugar de “Merry Christmas”, que se retiren nacimientos de espacios públicos, que la Navidad se reduzca a luces y consumo no es casualidad, es la continuación de un proyecto iniciado en el siglo XVIII:
-Quitar a Cristo del centro.
-Vaciar la Navidad de Encarnación.
-Convertir un hecho histórico-salvífico en una temporada neutra.
Pero la Iglesia confiesa lo contrario:
“El Verbo se hizo carne” (Jn 1:14).
La Navidad no es un sentimiento: es un acontecimiento.
No nació una tradición cultural: nació el Salvador.