Amado hermano Ezequiel, reciba saludos afectuosos de este hermano en la fé que ha seguido sus debates por algún tiempo, como se habrá dado cuenta soy miembro reciente del foro, pero viejo lector, y en este lapso de tiempo me doy cuenta con tristeza que usted ha dejado en gran parte de participar con aportes reales y se ha dedicado a discutir fatuidades, por lo que sé es usted un personaje con preparación, con estudios que no tengo muy claro cuáles sean pero que se reflejan en algunos de sus añejos aportes, además de un amor innegable por la bendita palabra de Dios, la razón nadie se la niega y ni falta que hace si el mismo Señor lo respalda, pero analice un poco su proceder en los foros, ese no tengo la certeza que lo respalde el Señor, así me presente 100 versiculos, además le aclaro que no es mi interés juzgarlo, no soy quién,
por otra parte le ruego encarecidamente que trate de olvidarse de esas rencillas por cosas ya de sobra sabidas sin fundamento, y trate mejor de iluminarnos con la luz del evangelio, que dá coraje; cierto, que siente uno desesperación porque la verdad salga a la luz; cierto, que las respuestas de algunos neófitos son desesperadamente fatuas; cierto, ( y mire que hubiera querido utilizar otro adjetivo ), pero y qué??, si tenemos la dicha de poder decir y cantar "En mi vida el Capitán es Cristo", esto me devuelve el ánimo y el gozo para entender con paciencia a seres que arrastran mentiras desde hace casi 2000 años, que les cuesta trabajo aceptar que sus padres, y los padres de sus padres se perdieron en este mismo engaño, ese dolor no les permite tal ves abrir los ojos, ese dolor por saber a mi abuela perdida por culpa de las mentiras de esa secta satánica, de esa señora dulce que creyo ciegamente a esos desventurados y que tuve la desgracia de perderla antes de conocer la verdad, tan solo de imaginar dónde estará siento que mi corazón se parte, pero hermano, eso me hace amar a estos seres sin dicha, y luchar más contra el padre de mentira, Hermano, que el Espíritu Santo de Dios le ilumine para que nos siga compartiendo de su sabiduría (la del Señor claro).
tehuaqui