Fe en que Dios es real
1 Juan 5:11-12 Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en Su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida...
1 Corintios 1:30 Mas por El [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho de parte de Dios sabiduría: justicia y santificación y redención.
La clave de la victoria es comprender que no es algo que viene gradualmente. Por fe sabemos que Cristo ha llegado a ser nuestra victoria. La victoria es simplemente Cristo, y la fe. Cuando esto suceda, la vida, el poder, la libertad y la santidad de Cristo se manifestarán en nosotros.
Esta unión misteriosa ha sido lograda por Dios. Él ha logrado que las riquezas inescrutables de Cristo, vengan a ser nuestras... Ahora Él es nuestra justicia, nuestra santidad y nuestras inescrutables riquezas... Ahora Él es nuestra justicia, nuestra santidad y nuestra redención, y Él vive por medio de nosotros. ¿Creemos esto? Dios nos invita a creer que nuestra unión con el Señor es la misma que Cristo tiene con Él, y al mismo tiempo nos ordena que creamos. En tal unión, toda Su paciencia, Su mansedumbre, Su pureza y Su bondad vienen a ser nuestras. Así como creímos que Él es nuestra justicia, ahora también debemos creer que Él es nuestra santidad. Hermanos y hermanas, muchas personas han fracasado en este preciso asunto. A pesar de que conocen el camino que Dios nos da para ser victoriosos, no tienen fe. Saben que no tienen el poder, pero no conocen el poder de Cristo. Saben cuán corrupta es su propia carne, pero no ven que Dios les ha dado las riquezas de Cristo como un don.
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Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 94-95. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA
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SEMANA 3 — DÍA 3
Alimento matutino
Hch. 14:23 Y después que constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño, en medio del cual el Espíritu Santo os ha puesto como los que vigilan, para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él ganó por Su propia sangre.
1 P. 5:2 Pastoread el rebaño de Dios que está entre vosotros, velando sobre él, no por fuerza, sino voluntariamente, según Dios; no por viles ganancias, sino con toda solicitud.
Es el Espíritu…quien establece a los ancianos en las iglesias. En Hechos 20:28 Pablo les dice a los ancianos de la iglesia en Éfeso que es el Espíritu Santo quien los ha puesto como los que vigilan en medio del rebaño. Fueron los apóstoles quienes habían designado ancianos en cada iglesia (Hch. 14:23).Pero aquí Pablo, quien llevaba la delantera y había realizado la labor de designar a los ancianos, declara que fue el Espíritu Santo quien había puesto a los ancianos como aquellos que vigilan a fin de pastorear la iglesia. Esto nos da a entender que el Espíritu Santo era uno con los apóstoles cuando ellos designaron a los ancianos y que los apóstoles habían hecho esto conforme a la dirección del Espíritu Santo. Esto indica que quienes establecen a los ancianos en las iglesias tienen que hacerlo regidos por el Espíritu que mora en sus espíritus. De este modo, la manera en que estará dispuesto el cuerpo de ancianos será conforme a la guía y dirección del Espíritu Santo. (The Conclusion of the New Testament, pág. 1053)
Lectura para hoy
La existencia de las iglesias se debe por completo al Espíritu Santo, y no a los apóstoles. Aunque los apóstoles habían nombrado a los ancianos, Pablo afirma que esto fue obra del Espíritu Santo. Esto revela que una iglesia llega a existir como tal únicamente mediante la obra del Espíritu Santo. En otras palabras, la
obra que realizan los apóstoles con respecto a las iglesias debería ser por completo la obra del Espíritu Santo. (The Conclusion of the New Testament, pág. 1053)
Los que vigilan el rebaño en Hechos 20:28 son los ancianos mencionados en el versículo 17. Esto comprueba que los que vigilan y ancianos son términos sinónimos. Constituir a uno que vigila en obispo de un distrito para que ejerza autoridad sobre los ancianos de varias localidades de dicho distrito es un grave
error…Las dos expresiones aluden a la misma persona: anciano denota una persona con madurez; y el que vigila, alude a la función del anciano. Fue Ignacio en el segundo siglo quien enseñó que uno que vigila, un obispo, tiene una posición más alta que un anciano. A raíz de dicha enseñanza errónea se infiltró la jerarquía de los obispos, arzobispos, cardenales y el papa. Además, de esta enseñanza se originó el sistema episcopal de gobierno eclesiástico. La jerarquía y el sistema mismo son abominables a los ojos de Dios.
En Hechos 20:28 Pablo se refiere a los ancianos como aquellos que pastorean el rebaño. La principal responsabilidad de los ancianos como aquellos que vigilan, no consiste en gobernar, sino en pastorear, es decir, en cuidar de una manera tierna y todo-inclusiva al rebaño, la iglesia de Dios. El Espíritu Santo pone a los ancianos en la iglesia para que sean pastores, no gobernantes. Pastorear el rebaño de Dios requiere sufrir por el Cuerpo de Cristo, tal como Cristo padeció (Col. 1:24). Todo el que lleve a cabo esta labor, será recompensado con la corona inmarcesible de gloria (1 P. 5:4).
Según 1 Pedro 5:1-3, los ancianos no deben enseñorearse del rebaño, es decir,no deben ejercer señorío sobre los gobernados (Mt. 20:25). Entre los creyentes, aparte de Cristo, no debe haber otro señor; todos deben ser servidores, e incluso esclavos (Mt. 20:26-27; 23:10-11).Los ancianos de la iglesia solamente pueden guiar, pero no ejercer señorío, y el resto de los creyentes debe respaldar su labor y hacerles caso (1 Ts. 5:12; 1 Ti. 5:17). (Estudio-vida de Hechos, págs. 458-459)
La iglesia también es el rebaño de Dios, Su posesión, asignada a los ancianos para que la cuiden (1 P. 5:2-3). Las iglesias locales son el rebaño de Dios, Su posesión, Su herencia. Él les asignó esta herencia a los ancianos, quienes son los fiduciarios. La propia posesión de Dios fue puesta al cuidado de los ancianos. (Elders’Training, Book 11: The Eldership and the God-ordained Way (3), pág. 9)
Lectura adicional: Estudio-vida de 1 Pedro, mensaje 32; The Conclusion of the New Testament, mensaje 98
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!
1 Juan 5:11-12 Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en Su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida...
1 Corintios 1:30 Mas por El [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho de parte de Dios sabiduría: justicia y santificación y redención.
La clave de la victoria es comprender que no es algo que viene gradualmente. Por fe sabemos que Cristo ha llegado a ser nuestra victoria. La victoria es simplemente Cristo, y la fe. Cuando esto suceda, la vida, el poder, la libertad y la santidad de Cristo se manifestarán en nosotros.
Esta unión misteriosa ha sido lograda por Dios. Él ha logrado que las riquezas inescrutables de Cristo, vengan a ser nuestras... Ahora Él es nuestra justicia, nuestra santidad y nuestras inescrutables riquezas... Ahora Él es nuestra justicia, nuestra santidad y nuestra redención, y Él vive por medio de nosotros. ¿Creemos esto? Dios nos invita a creer que nuestra unión con el Señor es la misma que Cristo tiene con Él, y al mismo tiempo nos ordena que creamos. En tal unión, toda Su paciencia, Su mansedumbre, Su pureza y Su bondad vienen a ser nuestras. Así como creímos que Él es nuestra justicia, ahora también debemos creer que Él es nuestra santidad. Hermanos y hermanas, muchas personas han fracasado en este preciso asunto. A pesar de que conocen el camino que Dios nos da para ser victoriosos, no tienen fe. Saben que no tienen el poder, pero no conocen el poder de Cristo. Saben cuán corrupta es su propia carne, pero no ven que Dios les ha dado las riquezas de Cristo como un don.
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Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 94-95. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA
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SEMANA 3 — DÍA 3
Alimento matutino
Hch. 14:23 Y después que constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño, en medio del cual el Espíritu Santo os ha puesto como los que vigilan, para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él ganó por Su propia sangre.
1 P. 5:2 Pastoread el rebaño de Dios que está entre vosotros, velando sobre él, no por fuerza, sino voluntariamente, según Dios; no por viles ganancias, sino con toda solicitud.
Es el Espíritu…quien establece a los ancianos en las iglesias. En Hechos 20:28 Pablo les dice a los ancianos de la iglesia en Éfeso que es el Espíritu Santo quien los ha puesto como los que vigilan en medio del rebaño. Fueron los apóstoles quienes habían designado ancianos en cada iglesia (Hch. 14:23).Pero aquí Pablo, quien llevaba la delantera y había realizado la labor de designar a los ancianos, declara que fue el Espíritu Santo quien había puesto a los ancianos como aquellos que vigilan a fin de pastorear la iglesia. Esto nos da a entender que el Espíritu Santo era uno con los apóstoles cuando ellos designaron a los ancianos y que los apóstoles habían hecho esto conforme a la dirección del Espíritu Santo. Esto indica que quienes establecen a los ancianos en las iglesias tienen que hacerlo regidos por el Espíritu que mora en sus espíritus. De este modo, la manera en que estará dispuesto el cuerpo de ancianos será conforme a la guía y dirección del Espíritu Santo. (The Conclusion of the New Testament, pág. 1053)
Lectura para hoy
La existencia de las iglesias se debe por completo al Espíritu Santo, y no a los apóstoles. Aunque los apóstoles habían nombrado a los ancianos, Pablo afirma que esto fue obra del Espíritu Santo. Esto revela que una iglesia llega a existir como tal únicamente mediante la obra del Espíritu Santo. En otras palabras, la
obra que realizan los apóstoles con respecto a las iglesias debería ser por completo la obra del Espíritu Santo. (The Conclusion of the New Testament, pág. 1053)
Los que vigilan el rebaño en Hechos 20:28 son los ancianos mencionados en el versículo 17. Esto comprueba que los que vigilan y ancianos son términos sinónimos. Constituir a uno que vigila en obispo de un distrito para que ejerza autoridad sobre los ancianos de varias localidades de dicho distrito es un grave
error…Las dos expresiones aluden a la misma persona: anciano denota una persona con madurez; y el que vigila, alude a la función del anciano. Fue Ignacio en el segundo siglo quien enseñó que uno que vigila, un obispo, tiene una posición más alta que un anciano. A raíz de dicha enseñanza errónea se infiltró la jerarquía de los obispos, arzobispos, cardenales y el papa. Además, de esta enseñanza se originó el sistema episcopal de gobierno eclesiástico. La jerarquía y el sistema mismo son abominables a los ojos de Dios.
En Hechos 20:28 Pablo se refiere a los ancianos como aquellos que pastorean el rebaño. La principal responsabilidad de los ancianos como aquellos que vigilan, no consiste en gobernar, sino en pastorear, es decir, en cuidar de una manera tierna y todo-inclusiva al rebaño, la iglesia de Dios. El Espíritu Santo pone a los ancianos en la iglesia para que sean pastores, no gobernantes. Pastorear el rebaño de Dios requiere sufrir por el Cuerpo de Cristo, tal como Cristo padeció (Col. 1:24). Todo el que lleve a cabo esta labor, será recompensado con la corona inmarcesible de gloria (1 P. 5:4).
Según 1 Pedro 5:1-3, los ancianos no deben enseñorearse del rebaño, es decir,no deben ejercer señorío sobre los gobernados (Mt. 20:25). Entre los creyentes, aparte de Cristo, no debe haber otro señor; todos deben ser servidores, e incluso esclavos (Mt. 20:26-27; 23:10-11).Los ancianos de la iglesia solamente pueden guiar, pero no ejercer señorío, y el resto de los creyentes debe respaldar su labor y hacerles caso (1 Ts. 5:12; 1 Ti. 5:17). (Estudio-vida de Hechos, págs. 458-459)
La iglesia también es el rebaño de Dios, Su posesión, asignada a los ancianos para que la cuiden (1 P. 5:2-3). Las iglesias locales son el rebaño de Dios, Su posesión, Su herencia. Él les asignó esta herencia a los ancianos, quienes son los fiduciarios. La propia posesión de Dios fue puesta al cuidado de los ancianos. (Elders’Training, Book 11: The Eldership and the God-ordained Way (3), pág. 9)
Lectura adicional: Estudio-vida de 1 Pedro, mensaje 32; The Conclusion of the New Testament, mensaje 98
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¡Jesús es el Señor!