Falta de amor de protestantes y católicos
Sí, señores, si ustedes leen todel capítulo “Falta de originalidad de la Iglesia Católica”, se van a dar cuenta que lo que nos falta a todos es el Amor que Jesús mostró y sigue mostrando, y mostrará por la eternidad. En este capítulo se dan ‘duro’, discuten innecesariamente (hasta con odio) lo que se debe tomar por sentado ¡qué vergüenza!.
¿Y qué es eso? Sencillamente, que las maneras de Dios el hombre no las puede discernir. Por supuesto, nadie puede negar que la poderosa denomionación romana ha hecho mucho daño a dondequiera que ha ido, que todavía está haciendo daño en muchos lugares, que tienen mucho que corregir, que tienen que pedir perdón por haber negado al pueblo la oportunidad de leer la Palabra de Dios, y la lista puede ser interminable. Sin embargo, es un hecho inobjetable que el Espíritu Santo está obrando en muchos sectores de la denominación del obispo de Roma, nadie puede negar que están leyendo la Escritura, y, lo que muchos evangélicos no saben, que la Palabra de Dios está siendo estudiada muy asiduamente en muchos círculos y hermandades de la denominación católico-romana.
Por otra parte, tampoco nadie puede negar que todo el movimiento de la Reforma del Siglo XVI fue una bendición del Cielo para toda la humanidad (a pesar de sus defectos). Tampoco se puede negar que el Espíritu Santo ha estado trabajando sin descanso para traer la luz al continente americano de habla franco-luso-castellana. Tenemos que dar gracias a Dios porque ha usado a la imperfecta iglesia evangélica norteamericana e inglesa para que a través de ellos la Biblia llegara a las costas de América Latina, y muchas otras cosas más. Sin embargo, tenemos que recordar que ser protestante o evangélico no significa necesariamente pertenecer al Cuerpo de Cristo. El pentecostalimso ha sido positivo hasta cuando consideró importante la Biblia como la única fuente de salvación; pero, desgraciadamente, el sensacionalismo, el materialismo, el existencialismo, el subjetivismo, etc. han invadido y están sofocando el mensaje verdaderamente pentecostal (del Espíritu Santo). Ese Benny Hinn parece más un mago que ha pactado con el demonio que un hombre que invoca el sagrado nombre de Jesús. Discúlpenme los creyentes bebitos, pero creo yo que cuanto más temprano sepan la verdad, será mejor.
Yo fui perseguido por los católico-romanos en mi país. Yo sé qué es tener un escupitajo asqueroso en mi rostro por sólo defender el Nombre de Cristo. Volando en Aeroperú, sobre los Andes, se lo dije todo a mi amigo el finado Landázuri, el cardenal peruano. El me escuchó mi historia. Pero también le dije que había aprendido a amar a los católicos porque eso era lo que Dios quería primero, que nos amáramos. Yo agradezco a Dios por el trinitarismo de la denominación del obispo de Roma; ruego a Dios que abandonen su Mariolatría. (No me vengan los Luises, Karolusines, Panchobios, etc. con que los católicos no adoran a María. Si quieren convencerse de eso, visiten las grutas de las múltiples Marías que hay alrededor del Mundo: Guadalupe, Lourdes, Cobre, Mercedes (a esta la siguen adorando la gente del pueblo dónde yo nací en los Andes peruanos, en medio de borracheras).
Pero de una cosa estoy seguro: Que Dios tiene sus métodos para traer a El a los suyos. Nosotros no somos nadie para condenar, somos todo para amar. El Espíritu Santo y la Palabra de Dios están haciendo su trabajo inclusive en la agnóstica España. Los cristianos en vez de pelear entre nosotros deberíamos estar de rodillas todos, católicos y evangélicos, orando para que la ahora agnóstica España sea vivificada con el Mensaje Bíblico que transforma individuos y naciones. Si esto no pasa en esta generación, los que van a dar cuentas son los evangélicos y católicos que no muestran el amor de Dios en palabra y hechos.
Muy preocupado,
Ezequiel Romero
Sí, señores, si ustedes leen todel capítulo “Falta de originalidad de la Iglesia Católica”, se van a dar cuenta que lo que nos falta a todos es el Amor que Jesús mostró y sigue mostrando, y mostrará por la eternidad. En este capítulo se dan ‘duro’, discuten innecesariamente (hasta con odio) lo que se debe tomar por sentado ¡qué vergüenza!.
¿Y qué es eso? Sencillamente, que las maneras de Dios el hombre no las puede discernir. Por supuesto, nadie puede negar que la poderosa denomionación romana ha hecho mucho daño a dondequiera que ha ido, que todavía está haciendo daño en muchos lugares, que tienen mucho que corregir, que tienen que pedir perdón por haber negado al pueblo la oportunidad de leer la Palabra de Dios, y la lista puede ser interminable. Sin embargo, es un hecho inobjetable que el Espíritu Santo está obrando en muchos sectores de la denominación del obispo de Roma, nadie puede negar que están leyendo la Escritura, y, lo que muchos evangélicos no saben, que la Palabra de Dios está siendo estudiada muy asiduamente en muchos círculos y hermandades de la denominación católico-romana.
Por otra parte, tampoco nadie puede negar que todo el movimiento de la Reforma del Siglo XVI fue una bendición del Cielo para toda la humanidad (a pesar de sus defectos). Tampoco se puede negar que el Espíritu Santo ha estado trabajando sin descanso para traer la luz al continente americano de habla franco-luso-castellana. Tenemos que dar gracias a Dios porque ha usado a la imperfecta iglesia evangélica norteamericana e inglesa para que a través de ellos la Biblia llegara a las costas de América Latina, y muchas otras cosas más. Sin embargo, tenemos que recordar que ser protestante o evangélico no significa necesariamente pertenecer al Cuerpo de Cristo. El pentecostalimso ha sido positivo hasta cuando consideró importante la Biblia como la única fuente de salvación; pero, desgraciadamente, el sensacionalismo, el materialismo, el existencialismo, el subjetivismo, etc. han invadido y están sofocando el mensaje verdaderamente pentecostal (del Espíritu Santo). Ese Benny Hinn parece más un mago que ha pactado con el demonio que un hombre que invoca el sagrado nombre de Jesús. Discúlpenme los creyentes bebitos, pero creo yo que cuanto más temprano sepan la verdad, será mejor.
Yo fui perseguido por los católico-romanos en mi país. Yo sé qué es tener un escupitajo asqueroso en mi rostro por sólo defender el Nombre de Cristo. Volando en Aeroperú, sobre los Andes, se lo dije todo a mi amigo el finado Landázuri, el cardenal peruano. El me escuchó mi historia. Pero también le dije que había aprendido a amar a los católicos porque eso era lo que Dios quería primero, que nos amáramos. Yo agradezco a Dios por el trinitarismo de la denominación del obispo de Roma; ruego a Dios que abandonen su Mariolatría. (No me vengan los Luises, Karolusines, Panchobios, etc. con que los católicos no adoran a María. Si quieren convencerse de eso, visiten las grutas de las múltiples Marías que hay alrededor del Mundo: Guadalupe, Lourdes, Cobre, Mercedes (a esta la siguen adorando la gente del pueblo dónde yo nací en los Andes peruanos, en medio de borracheras).
Pero de una cosa estoy seguro: Que Dios tiene sus métodos para traer a El a los suyos. Nosotros no somos nadie para condenar, somos todo para amar. El Espíritu Santo y la Palabra de Dios están haciendo su trabajo inclusive en la agnóstica España. Los cristianos en vez de pelear entre nosotros deberíamos estar de rodillas todos, católicos y evangélicos, orando para que la ahora agnóstica España sea vivificada con el Mensaje Bíblico que transforma individuos y naciones. Si esto no pasa en esta generación, los que van a dar cuentas son los evangélicos y católicos que no muestran el amor de Dios en palabra y hechos.
Muy preocupado,
Ezequiel Romero