Por embrujada, la familia Villalba abandonó su casa en Sincé (Sucre)
Aunque los miembros habían expresado que no saldrían, porque era producto de muchos años de esfuerzo, finalmente, acogieron una recomendación de un sacerdote amigo.
Fueron 22 días que los Villalba soportaron la quema repentina de muebles, ropa, zapatos, libros y otros elementos del hogar, abrigando la esperanza que con cadenas de oraciones las cosas volverían a la normalidad.
Sin embargo, la crisis psicológica y el desgaste físico los venció y el pasado jueves salieron de la vivienda, ubicada en el barrio Guinea, a la de una tía del clan familiar en un sector vecino.
"Salimos por seis meses. El sacerdote (Ramiro Pineda) nos dijo que la mejor manera de que la presencia que está en el interior de la casa se aleje es estando sola. Aunque sacamos las pocas cosas que nos quedaron la tristeza nos embarga pues la lucha que libramos fue intensa y aún así no pudimos sacarlo", afirmó Paulina Villalba, hija de la dueña de la casa Neyla Sierra.
Agregó, que el hecho mantiene consternada y estado de shock a su madre, quien estuvo hospitalizaba bajo una fuerte crisis nerviosa.
"Esto que hemos vivido, es para muchos difícil de creer. Sólo los miembros de esta familia y los que nos han apoyado de cerca conocen la angustia y la agonía de nuestra situación. Quedamos absolutamente sin nada", puntualizó la joven.
Intervención de sacerdotes
"Por sugerencia mía y de otros sacerdotes decidimos que lo más viable era que abandonaran la casa, aunque fue doloroso para ellos tener que dejar todo. Los invité a que aceptaran el desafío para que vivieran espiritualmente bien y se recuperaran psicológicamente. Muchos han sido escépticos, incluyendo colegas", aseguró el sacerdote, Ramiro Pineda, quien ha acompañado a los Villalba durante el 'calvario'.
El religioso denunció que tan pronto la noticia fue difundida en los medios de comunicación, a la casa de los Villalba, llegaron personas bajo engaños de ayudarlos, pero con la firme intención de aprovecharse de su situación.
"Si no creen mejor callar, los comentarios que no contribuyen a una solución sino que generan críticas o siembren dudas, no le ayudan a los afectados", puntualizó el sacerdote.
Entre tanto, la casa quedó a la suerte de la fuerza sobrenatural e inexplicable que ha dejado a especialistas, sacerdotes, evangélicos, médium, propios y foráneos con la boca abierta.
Los primeros incendios
El extraño fenómeno comentó el 6 de marzo, pero con el pasar de los días fue tomando mayor fuerza.
Inicialmente, la quema espontánea de objetos fue apreciado por los miembros de la familia, posteriormente sacerdotes, periodistas y gente del común.
El día de la salida, el 28 de marzo, se incendió la tapa del inodoro y se quebraron los vidrios de las ventanas.
LUZ VICTORIA MARTÍNEZ P.
Especial para EL TIEMPO
SINCÉ (SUCRE)
