¿... EXISTE DIOS?

11 Diciembre 2007
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Si he de ser totalmente sincero, tengo que confesar que existen momentos en la vida en los que uno no sabe responder ante el dolor humano.
A veces, somos testigos de acontecimientos en los que nuestra respuesta a determinadas preguntas no satisface ni al que la efectúa ni al que la responde. Y lo natural, es que los creyentes por propio convencimiento tenemos el deber de facilitar una respuesta afirmativa cuando alguien nos pregunta si Dios realmente… existe.

Esta es la pregunta que se hace mi amiga Clara en estos momentos de dolor que está padeciendo, cuando termina de enterrar a su hijo de veintidós años, víctima de esa enfermedad irreversible que a todos nos aterra llamada accidente de tráfico que se lleva de esta vida a personas inocentes, jóvenes o mayores.
Una muerte que le esperaba a su queridísimo hijo en una carretera cualquiera junto a un camión cualquiera que le arroyó poniendo fin a una vida joven llena de ilusiones y proyectos.

Y cuando esa mujer te abraza llorando desconsoladamente y repitiendo si habrá sido Dios, el que le ha arrebatado a su hijo de esa manera tan trágica, como amigo me faltan palabras para consolarla y como cristiano acepto en lo más íntimo de mi ser la voluntad de Dios e intento comprender con humildad esos momentos de dolor que a veces nos rodean.

En cualquier caso,siento un dolor profundo en mi corazón cuando Clara angustiada me pregunta… de veras que ¿existe Dios?
Para mí, le comento a mi amiga, existen varias posturas ante el dolor que sufre la humanidad. La más positiva es aquella que sostenemos la mayoría de personas cristianas que intentamos no perder la fe entregándonos a la voluntad de Dios a través de la fuerza de su amor convencidas de que el Señor proporciona racimos dulces pero también amargos.

Y por otra parte entiendo la postura de Clara ante la pérdida de un ser tan querido que la haya derrumbado y tema no aceptar la resignación adecuada para entregarse a la voluntad de Dios accediendo a esa fe que muestra lo invisible, cree en lo increíble y recibe lo imposible.

Así las cosas, estoy convencido de que estas situaciones que alteran la sensibilidad de las personas hasta el límite de poner en duda la existencia de Dios, son totalmente humanas aun cuando en su interior recuerden las palabras que Jesús pronunció en su vida pública: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí no morirá para siempre”.

Conociendo profundamente a Clara estoy completamente convencido de que aun cuando sufra ese gran dolor que está padeciendo y que le está alterando su vida por la pérdida de su hijo, no dudará ni un instante el ponerse en contacto con Dios que es totalmente misericordioso para que reciba a su amado hijo en ese cielo que existe más allá de las estrellas y le conceda la Vida eterna que todos anhelamos, totalmente convencidos de que morir… es empezar a vivir.
 
Re: ¿... EXISTE DIOS?

Tu amiga ante el punzante dolor que siente, aún siendo creyente se hace esa pregunta, y estoy segura que su corazón le responderá: "Sí existe".

Las mayores crisis en la vida de un ser humano: la pérdida de la madre y la pérdida de un hijo.

Aunque en momentos tan dolorosos, no encontremos palabras para subsanar tan irreparable daño, debemos estár allí CERCA del que sufre, de aquel que ansía gestos y palabras de consuelo.

Me imagino que ese Dios que ella ha sentido tanta veces cerca a su lado en otras situaciones difíciles ahora me imagino se pregunta como el salmista: ¿Por qué has escondido de mí tu rostro? Allí esta el penar y el gemir ante Dios y le preguntará con confianza y ansiedad: ¿Por qué me has abandonado? y el dolor y la queja comprensible nubla la mente, bloquea el corazón de tal forma que no se puede ver que está allí DIOS (cerca del corazón abatido) ofeciéndo su regazo maternal para refugiarnos porque comprende nuestro dolor, ansiedad, queja y nos quiere consolar y decirnos cuanto nos ama.

Que llore cuantas veces lo sienta, el llanto desahoga, da rienda suelta al sufrimiento remansado del interior, pero allí está el hombro de Dios donde apoyar su cabeza.


Porque DIOS NOS AMA.

Yo sin conocer a tu amiga se perfectamente que recobrará la confianza, porque quien ha conocido a Dios en Jesús le es imposible apartarse de él.

El Sol no se olvida jamás aunque llegue la más profunda noche, porque he aquí que el creyente está en la espera de los primeros colores del alba que anuncian el día radiante.

A su amado hijo, tu amiga lo volverá a ver. Te lo aseguro.

Conforta a tu amiga.

Dios te bendiga.
 
Re: ¿... EXISTE DIOS?

Tu amiga ante el punzante dolor que siente, aún siendo creyente se hace esa pregunta, y estoy segura que su corazón le responderá: "Sí existe".

Las mayores crisis en la vida de un ser humano: la pérdida de la madre y la pérdida de un hijo.

Aunque en momentos tan dolorosos, no encontremos palabras para subsanar tan irreparable daño, debemos estár allí CERCA del que sufre, de aquel que ansía gestos y palabras de consuelo.

Me imagino que ese Dios que ella ha sentido tanta veces cerca a su lado en otras situaciones difíciles ahora me imagino se pregunta como el salmista: ¿Por qué has escondido de mí tu rostro? Allí esta el penar y el gemir ante Dios y le preguntará con confianza y ansiedad: ¿Por qué me has abandonado? y el dolor y la queja comprensible nubla la mente, bloquea el corazón de tal forma que no se puede ver que está allí DIOS (cerca del corazón abatido) ofeciéndo su regazo maternal para refugiarnos porque comprende nuestro dolor, ansiedad, queja y nos quiere consolar y decirnos cuanto nos ama.

Que llore cuantas veces lo sienta, el llanto desahoga, da rienda suelta al sufrimiento remansado del interior, pero allí está el hombro de Dios donde apoyar su cabeza.


Porque DIOS NOS AMA.

Yo sin conocer a tu amiga se perfectamente que recobrará la confianza, porque quien ha conocido a Dios en Jesús le es imposible apartarse de él.

El Sol no se olvida jamás aunque llegue la más profunda noche, porque he aquí que el creyente está en la espera de los primeros colores del alba que anuncian el día radiante.

A su amado hijo, tu amiga lo volverá a ver. Te lo aseguro.

Conforta a tu amiga.

Dios te bendiga.
 
Re: ¿... EXISTE DIOS?

Muchas gracias amiga Paula venelozan por su amable respuesta a mi artículo. Su bello mensaje ilumina mi espíritu para acercarme un poco más a mi amiga en éstos tristes días por lo que está pasando.
Un saludo afectuoso
Mancheg