¡Qué capítulo más interesante! A veces entro a este 'portal cristiano' y siento que estoy en un sitio como aquel entre aquellos enfermos alrededor del estanque esperando por el movimiento de las aguas para ser sanado...
Hay tanta enseñanza en este pasaje que no me alcanzaría el tiempo para expresarlo y por demás no soy quién para añadir a Su Palabra.
Mas quiero comentar un dato muy curioso que no escapó a mi percepción. El hecho de que, entre tantos enfermos de tantas enfermedades diversas Jesús escogiera para sanar a aquel que le era imposible descender al estanque cuando el ángel venía como de costumbre y hacia mover las aguas, porque la enfermedad de éste se lo impedía.
Pero el paralítico estaba ahí, cerca del agua... ¡Qué grande era su fe! Aún sabiendo que le sería imposible poder descender al estanque, quería estar allí, cerca, aún conociendo que una multitud de enfermos también estaban allí esperando ser sanados y todos ellos tenían más posibilidades que él porque todos ellos (o la gran mayoría quizá) eran sanos de las piernas y podían correr y llegar antes...
Mas el estaba allí, cerca del agua...
Jesús se acercó a él... Habían muchos enfermos allí esperando el movimiento de las aguas pero Jesús fue donde el paralítico. Jesús fue al que no podía levantarse para descender al agua. Pero le hizo una pregunta: ¿Quieres ser sano?
Me imagino a este hombre roto en llanto y diciendo: Señor, mira a mi alrededor, todos ellos también quieren ser sanados y tienen ventaja sobre mí...
Lo cierto es que Jesús lo sanó a él, nada se dice de los otros que allí estaban también esperando el movimiento de las aguas...
¡Cuántos habemos cerca del estanque que teniendo los dos pies no descendemos a las aguas!
Nos quedamos alrededor del estanque pero no descendemos esperando por un ángel que ya vino y removió las aguas...
Si queremos ser sanos, ¡descendamos al Agua!
Mateo 19:30 - RVR1960
19:30 Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.
Hay tanta enseñanza en este pasaje que no me alcanzaría el tiempo para expresarlo y por demás no soy quién para añadir a Su Palabra.
Mas quiero comentar un dato muy curioso que no escapó a mi percepción. El hecho de que, entre tantos enfermos de tantas enfermedades diversas Jesús escogiera para sanar a aquel que le era imposible descender al estanque cuando el ángel venía como de costumbre y hacia mover las aguas, porque la enfermedad de éste se lo impedía.
Pero el paralítico estaba ahí, cerca del agua... ¡Qué grande era su fe! Aún sabiendo que le sería imposible poder descender al estanque, quería estar allí, cerca, aún conociendo que una multitud de enfermos también estaban allí esperando ser sanados y todos ellos tenían más posibilidades que él porque todos ellos (o la gran mayoría quizá) eran sanos de las piernas y podían correr y llegar antes...
Mas el estaba allí, cerca del agua...
Jesús se acercó a él... Habían muchos enfermos allí esperando el movimiento de las aguas pero Jesús fue donde el paralítico. Jesús fue al que no podía levantarse para descender al agua. Pero le hizo una pregunta: ¿Quieres ser sano?
Me imagino a este hombre roto en llanto y diciendo: Señor, mira a mi alrededor, todos ellos también quieren ser sanados y tienen ventaja sobre mí...
Lo cierto es que Jesús lo sanó a él, nada se dice de los otros que allí estaban también esperando el movimiento de las aguas...
¡Cuántos habemos cerca del estanque que teniendo los dos pies no descendemos a las aguas!
Nos quedamos alrededor del estanque pero no descendemos esperando por un ángel que ya vino y removió las aguas...
Si queremos ser sanos, ¡descendamos al Agua!
Mateo 19:30 - RVR1960
19:30 Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.
