Hola. Llegué a este foro necesitado de un desahogo. Tengo 34 años, siempre fui heterosexual hasta que en 2014 empecé a sentir deseos homosexuales. Me sentía mal conmigo mismo. En 2015 caí 3 veces en prácticas homosexuales. Lo dejé de lado. Hasta que hace unos meses volví a caer y luego de mi relación gay casual más reciente, hace 19 días, estoy teniendo síntomas propios de VIH.
Estoy destruido anímicamente. Vivo con mis padres, no tengo pareja, ciertamente me gustan las mujeres pero entró en mí ese mal deseo hasta que caí. Aún no me hice el test pero tengo casi todos los síntomas. Sobre todo en mi lengua, unasa llagas rojas dolorosas y la lengua un poco blanca.
No se dan una idea cuánto he llorado, cuánto he rezado, cuánto he suplicado. Cada día me siento peor, cada día tengo un síntoma nuevo que se suman a los otros. no me hice el test porque para que sea confiable el resultado deben pasar casi 3 meses.
Mi vida es una tortura. Mis padres no saben nada aún pero lloro a escondidas, rezo mucho, y estoy muy angustiado, al punto que casi no duermo en todo el día.
Soy creyente católico, no soy de ir a misa pero sí me arrepiento y me confieso con el sacerdote de la parroquia. Estoy a media cuadra de la parroquia. Siempre tuve problemas de tener demasiado deseo sexual. Antes miraba porno en exceso, pero siempre hétero. Desde 2014 esos deseos gays vinieron solos a mí, mi conciencia se sentía mal, me sentía angustiado, pero esa angustia se equiparaba con el deseo y terminé cayendo.
En mis 34 años y medio siempre estuve solo. No tengo amigos, tuve una sola novia en mi vida y se acostó con mi hermano. me destrozaron pero los perdoné, en su momento seguí con ella y más tarde cortamos la relación.
Muchos meses después de cortar con ella empezaron mis deseos homosexuales.
Siento que toqué fondo. Siempre tuve muchas enfermedades en mi vida. De hecho cuando nací estuve a punto de morir por un paro cardiorrespiratorio y dos infartos cerebrales, unos minutos luego de nacer, pero me salvaron.
Estoy muy deprimido. Rezo mucho pero me siento en un pozo depresivo, viendo cómo mi cuerpo cada día va dando más muestras de la enfermedad, que avanza rápidamente.
Sólo les pido que recen por mí. Me llamo Nicolás, soy de Argentina.
Tal vez yo no tenga la suficiente Fe, o tal vez es la gravedad de la enfermedad, aunque Dios puede curar TODO, me duele pasar por ésto y estoy profundamente arrepentido de mis actos. Pronto iré a hablar con mi confesor y me haré los estudios que confirmen mi enfermedad.
Gracias por leerme y, como dice el Papa Francisco: "Recen por mí." Lo necesito más que nunca.
Estoy destruido anímicamente. Vivo con mis padres, no tengo pareja, ciertamente me gustan las mujeres pero entró en mí ese mal deseo hasta que caí. Aún no me hice el test pero tengo casi todos los síntomas. Sobre todo en mi lengua, unasa llagas rojas dolorosas y la lengua un poco blanca.
No se dan una idea cuánto he llorado, cuánto he rezado, cuánto he suplicado. Cada día me siento peor, cada día tengo un síntoma nuevo que se suman a los otros. no me hice el test porque para que sea confiable el resultado deben pasar casi 3 meses.
Mi vida es una tortura. Mis padres no saben nada aún pero lloro a escondidas, rezo mucho, y estoy muy angustiado, al punto que casi no duermo en todo el día.
Soy creyente católico, no soy de ir a misa pero sí me arrepiento y me confieso con el sacerdote de la parroquia. Estoy a media cuadra de la parroquia. Siempre tuve problemas de tener demasiado deseo sexual. Antes miraba porno en exceso, pero siempre hétero. Desde 2014 esos deseos gays vinieron solos a mí, mi conciencia se sentía mal, me sentía angustiado, pero esa angustia se equiparaba con el deseo y terminé cayendo.
En mis 34 años y medio siempre estuve solo. No tengo amigos, tuve una sola novia en mi vida y se acostó con mi hermano. me destrozaron pero los perdoné, en su momento seguí con ella y más tarde cortamos la relación.
Muchos meses después de cortar con ella empezaron mis deseos homosexuales.
Siento que toqué fondo. Siempre tuve muchas enfermedades en mi vida. De hecho cuando nací estuve a punto de morir por un paro cardiorrespiratorio y dos infartos cerebrales, unos minutos luego de nacer, pero me salvaron.
Estoy muy deprimido. Rezo mucho pero me siento en un pozo depresivo, viendo cómo mi cuerpo cada día va dando más muestras de la enfermedad, que avanza rápidamente.
Sólo les pido que recen por mí. Me llamo Nicolás, soy de Argentina.
Tal vez yo no tenga la suficiente Fe, o tal vez es la gravedad de la enfermedad, aunque Dios puede curar TODO, me duele pasar por ésto y estoy profundamente arrepentido de mis actos. Pronto iré a hablar con mi confesor y me haré los estudios que confirmen mi enfermedad.
Gracias por leerme y, como dice el Papa Francisco: "Recen por mí." Lo necesito más que nunca.