Esto da que pensar

19 Agosto 2005
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Esto sí que es real: Resulta que en una pequeña Iglesia contaron con la visita de un misionero que hablaba distintos idiomas y solía orar en alemán. Cuando estaban en plena adoración y siendo ministrados, los hermanos comenzaron a exaltar, al igual que el misionero, quien empezó a orar como de costumbre y en voz muy alta. Un hermano de la iglesia se paró y fuerte a todo pulmón comenzó, (según él) a interpretar la lengua. Cuando le dieron la oportunidad al misionero de saludar y contar el motivo de su visita aclaro su forma de orar y que la interpretación, de aquella persona no tenia nada que ver con lo que él había orado. Esto ante la mirada atónita de toda la congregación. S.S., Puerto Varas, Chile