estar enamorado

12 Marzo 2005
10
0
ESTAR ENAMORADO


Estoy enamorado de Dios. Cuando uno está enamorado de una chica o de un chico quiere decirlo. Cuando se dice la persona concreta de lo que se está enamorado los demás empiezan a entendernos un poco más. Nos ven distinto pero están contentos y tranquilos porque ya conocen a aquella persona en la que hemos empezado a vivir con el susurro de una muerte anunciada a todo lo nuestro.



Pero cuando se trata de decir que se está enamorado de Dios la cosa es más complicada. Estoy enamorado de la Santísima Trinidad en cada una de sus tres personas. Ya no es sólo una persona concreta que todos puedan ver, y además no todo el mundo conoce a Dios de la misma manera. Por esto, en lugar de mostrar, cómo decía antes, a la persona de la que estoy enamorado lo que haré será explicar lo que siento.



No creo que sea lo más indicado porque el amor es sobre todo una cuestión de voluntad. Yo, porque quiero, decido darte mi vida para lo que quieras para siempre. Sienta lo que sienta. Pero como se trata de explicar qué es estar enamorado pienso que puede ser oportuno.



Antes que nada quiero decir que he estado a lo largo de los años muchas veces enamorado de Dios. Cuando llego a una etapa de amor que no he conocido nunca antes, nace una nueva etapa de enamoramiento en la que se vuelve a empezar. La inagotable personalidad de un Dios que es Amor lo hace posible. Cada enamoramiento es más atrayente aunque distinto en muchas cosas.



Primero, para hacer una matización, quiero decir que se puede no sentir nada y saber que se está locamente enamorado de Dios. El enamoramiento se puede sentir con el corazón pero también, en el caso de Dios, se puede saber ( es la forma de sentir que tiene la mente):

Caricias de ideas divinas mi mente absorta contempla,
vuelvo a mí mi mirada mientras mi corazón espera:
¡Haciéndote hombre siendo Dios!,
te miro mirándome en mi razón haciéndose pequeña,
nos atraemos sin sentir que ya nos quedamos sin cercas.


Una ventaja sobre todas: enamorado estoy de quien en mí se encuentra. No sólo no dependo de que la otra persona se halle físicamente cercana sino que se siente que la distancia de aquel a quien amo se ha recorrido antes de que los labios digan te amo. Y aún así seguir atrayéndose. Aunque en la impotencia de una unión que aún es desconocida A cada segundo, en cada lugar, se puede decir te amo por los adentros. Sabiendo que más adelante habrá que demostrarlo; pero por el momento no querer tener miedo, sintiendo que sólo puede ser el corazón de Dios quien está sintiendo.



En cuanto a mirarse de tan cerca: por ejemplo, mirarse hasta esperar que sea el otro quien hable. Como esperando a terminar de conocerse para amarse. No dura mucho, casi siempre uno es el impaciente. Y volver a mirarse para seguir conociéndose. Parece que es una sola mirada, y no se entiende bien cómo en una sola mirada puede seguirse atrayendo.



Toda esta cercanía es la presencia de Dios que una vez más no se conforma con la compañía acostumbrada. Quiere llevar a la superficie todo lo hondo que hasta ahora se ha vivido con El, haciendo sentir un amor nuevo que te hace saber que tiene que venir de aquello que aún nos queda por saber de Dios.



Y cada vez que hay una nueva etapa de enamoramiento suele llevarse también a la superficie toda la vida anterior de uno. Se vuelve a repasar lo que se pensaba que ya se sabía: que Dios me amó en cada momento de mi vida. Y una vez repasado se siente todo lo pasado como pasado enamorado: todo lo que siento ahora, que me sobrepasa, siento que es lo mismo que sintió Dios hasta este momento para con mi vida. Es decir, es como si un solo instante comprometiera más que un montón de años anteriores de entrega. Y sólo sentir que el amor se basta a sí mismo, que ni siquiera se trata de dar, que en ese momento vale con saber que ambos existimos.



Por eso decía que uno puede enamorarse muchas veces de Dios. Porque se trata de descubrir todas las veces que Dios se enamora de nosotros. Todas las veces que estamos dispuestos a dejar atrás seguridades de Dios que teníamos y quedar para hablar con El de todo, a cualquier hora, por un tiempo.



Estando enamorado así puede decirse a Dios, como naciendo, lo que en Mouline Rouge: "¡qué maravillosa es la vida ahora que Tú estás en el mundo!" Y dan ganas de no se sabe qué, y uno busca calmarse como puede. A mí me gusta escribir a mi Amada.



No encuentro qué decir. ¡Otra vez Contigo!

Ayer te conocía, hoy sólo te miro

para amarte enseguida, en silencio, entre gritos

que buscan por dentro llegar a tu sitio.

No sé si tu corazón me has escondido

o te divierte que lo busque en el mío.

Te amo, me amas. Hoy suena a lo mismo.



Pero no sólo se está enamorado de Dios así. Estos sentimientos tienen que mezclarse necesariamente con otros porque es Dios de quien se está enamorado. A Dios se le adora, se le alaba, se le siente muchas veces tan lejos en su Misterio, se le cree como un niño que va haciéndose mayor junto a su Padre aunque muchas veces a solas con la fe. Estar enamorado de Dios es querer quedar en la cruz con un Cuerpo que no se ha arreglado para vernos, es querer no tener miedo a ser el espejo donde El quiera verse. Estar enamorado de Dios es escuchar al Amor de Dios y sentirse confundido por parecerle a uno que quisiera dejar de existir si pudiera hacernos llegar a ser como El.



Pero no tengo tiempo para escribir sobre todas estas cosas ahora. Así que terminaré diciendo que estoy enamorado de Dios y estoy enamorado de cómo Dios se enamora de todos nosotros. Porque evidentemente El también es que el nos enamoró primero.



 
Re: estar enamorado

hola Dios te bendiga

estar enamorados de Dios es lo mas maravilloso que puede existir porque puedes ver como Dios se manifiesta en nuestras vidas y nos sentimos felices al estar a su lado y con libertad podemos decir que el es nuestro padre ,amigo ,consejero etc.

Dios te bendiga