Es oportuno hablar del infierno

17 Abril 1999
51
1
web.jet.es
Soy un cristiano cualificado, dada mi formación; no soy clérigo. Admiro el
esfuerzo de muchos sacerdotes por ponerse acordes con los grandes problemas
del mundo, pero lamento el que se hayan casi olvidado en la predicación los temas del más allá. Ya daba un aviso en este sentido en 1949 Pío XII, más o menos con estas palabras:
- La predicación de las primeras verdades de la fe y de los fines últimos no sólo no ha perdido su oportunidad, sino que ha venido a ser más necesaria y urgente que nunca. Incluso la predicación sobre el infierno. Sin duda hay que tratar este asunto con dignidad y sabiduría. Pero en cuanto a la
sustancia de esa verdad, la Iglesia tiene ante Dios y ante los hombres el
sagrado deber de anunciarla y enseñarla sin ninguna atenuación, como Cristo
la ha revelado. Esto obliga en conciencia a todo sacerdote. Es verdad que el
deseo del cielo es un motivo en sí mismo más perfecto que el temor a la pena
eterna; pero de esto no se sigue que sea también para todos los hombres el
motivo más eficaz para tenerlos lejos del pecado y convertirlos a Dios.
¡Ahí queda eso! JM. Lorenzo

Si deseas alguna aclaración o consulta sobre esta cuña puedes escribir a
[email protected] Gracias. No entro en debates. Sí, en diálogo.
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Josemaria Lorenzo:

Es verdad que el deseo del cielo es un motivo en sí mismo más perfecto que el temor a la pena eterna; pero de esto no se sigue que sea también para todos los hombres el
motivo más eficaz para tenerlos lejos del pecado y convertirlos a Dios.
¡Ahí queda eso! JM. Lorenzo

[/quote]

De ahí se desprende lo que sois, unos buscarecompensas. Si practicáis vuestros preceptos y vuestros mandamientos no es por amor a los demás o por vuestro sentido de la obligación cristiana tomada en sí misma, sino por el deseo del cielo, el motivo mas perfecto de todos. Pero el temor al castigo, al infierno, también es eficaz, cumple también su función disuasoria, como las penas y las cárceles terrenales.

En la tierra funcionan las cosas de forma muy parecida. A los militares ejemplares los ascienden, los funcionarios eficaces suben de nivel, lo que se traduce en mas sueldo y los delincuentes van a parar a la cárcel.

¿Tanta teología para eso?
 
No somos nosotros los que elegimos a Dios, es Dios quien nos elige en Su inmensa misericordia; ¿serás tu uno de ellos, de los escogidos?


No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.(Palabras de Jesús en Juan 15:16)

Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.(Efesios 1:4-5)


No hacemos buenas obras para ganar el cielo; el cielo quedó abierto para nosotros en el momento que aceptamos a Jesús como Señor y Salvador. Las buenas obras son consecuencia del cambio que Cristo realiza al entrar en nuestra vida y son la manifestación externa de nuestra salvación, de nuestro nuevo nacimiento.


Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.(Efesios 2:10)

(Cristo)quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.(Tito 2:14)

Maripaz