"El concepto de 'Ayuno' puede resultar abrumador y difícil de comprender. En nuestra cultura y sociedad centradas en el entretenimiento, la gratificación y el placer, la noción de sacrificio voluntario se ha vuelto inusual. Este fenómeno es especialmente evidente entre los jóvenes, quienes constantemente buscan satisfacer su apetito de 'aburrimiento'. Nos hemos sumergido tanto en la corriente del 'conformismo y rutina' que hemos olvidado la base y la fundación del Evangelio de Poder, que se encuentra en la lectura de la Palabra, la oración y el ayuno.
La
definición básica de ayuno implica abstenerse de alimentos. Aunque hay miles de personas que practican el ayuno por diversas razones, como perder peso o motivos religiosos, el ayuno al que me refiero es el ayuno bíblico. Este tipo de ayuno va más allá de simplemente abstenerse de alimentos; es una poderosa herramienta para romper yugos y cadenas demoníacas.
Isaías 58:6 plantea la pregunta: '¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper los yugos?'
El ayuno no está reservado para los fuertes o los supercristianos. Está diseñado para aquellos que tienen hambre y sed de Él, para aquellos que desean sumergirse en Su presencia. En pocas palabras, el ayuno es para aquellos que se sienten débiles y necesitan recobrar fuerzas."