“Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?” (Mateo 19:16).
Una de las razones por las que mucha gente cree que el hombre debería poder vivir para siempre tiene que ver con la maravillosa estructura del cuerpo humano. Por ejemplo, es verdaderamente milagrosa la manera como nos formamos en el vientre materno. Un famoso gerontólogo escribió: “Tras realizar los milagros que nos llevan de la concepción al nacimiento, y luego a la madurez sexual y a la vida adulta, la naturaleza optó por no idear lo que pudiera parecer un mecanismo más sencillo que mantuviera la continuidad de esos milagros para siempre”. Efectivamente, en vista de nuestra maravillosa constitución, no podemos menos que preguntarnos: “¿Por qué tenemos que morir?”.
SALUDOS
Una de las razones por las que mucha gente cree que el hombre debería poder vivir para siempre tiene que ver con la maravillosa estructura del cuerpo humano. Por ejemplo, es verdaderamente milagrosa la manera como nos formamos en el vientre materno. Un famoso gerontólogo escribió: “Tras realizar los milagros que nos llevan de la concepción al nacimiento, y luego a la madurez sexual y a la vida adulta, la naturaleza optó por no idear lo que pudiera parecer un mecanismo más sencillo que mantuviera la continuidad de esos milagros para siempre”. Efectivamente, en vista de nuestra maravillosa constitución, no podemos menos que preguntarnos: “¿Por qué tenemos que morir?”.
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