¿Es el Sábado Día de Reposo? ¿Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
Por Thames
La Santa Palabra dice:
Salmo 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
Ciertamente, parte de la vida de los hijos de Dios, es descansar, esa actividad refleja una función y una necesidad orgánica, pero descansar en Jehová, es espiritual, porque repondrás tus fuerzas, como las águilas y solo en el puedes vivir confiado. Algunas personas dan un importancia preponderante al día de reposo, al cual identifican como el Sábado, se trata de quienes profesan el adventismo. Sin embargo, Jesús es el Señor del Sábado y el dispone del día conforme a la voluntad de su Padre, para transformar nuestra pasada manera de vivir:
Marcos
Capítulo 03
3:1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
3:2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
3:3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
3:4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
3:5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
3:6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
3:7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea,
3:8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él.
3:9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.
3:10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.
3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
3:12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.
El hombre no es para el día, sino el día para el hombre, Jesús es el Señor del Sábado y como tal dispuso del día de reposo, a diferencia del legalismo y la religiosidad de los fariseos, que impedía a muchos salvarse, nosotros hemos sido transformados por Jesús el Señor del día de Reposo. En cuanto a lo evangélico, todos los días están consagrados a Dios, más el Domingo tenemos una cita muy especial con el novio de la Iglesia, con el Padre y con el Espíritu Santo, para disfrutarlos y ser ministrados en su presencia, descansando en El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, en la mies, como obreros, listos para recoger la cosecha.
Asi pues, el novio de la Iglesia, lo dice claramente:
Juan 5
5:16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Preciosas palabras de Jesús, pues muchos de los hijos e hijas de Jehová, tienen la extraña idea de que Dios y Jesús, no trabajan, pero peor aún de que descansan, asumiendo una idea muy carnal, de la divinidad. Así muchos piensan que Dios, no les oye, cuando en realidad ellos no escuchan a Dios, pues la fe es por el oír y el oír la palabra de Dios y si decimos que tenemos fe, debemos mostrar nuestras obras, pues no somos salvos por obras, pero hemos sido salvados para hacer buenas obras con fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios.
Seguramente, no es extraña la sensación, de muchos creyentes, que todavía no son discípulos de Cristo y que mantienen la mente de demandantes y no de ofertantes, de buscar a Dios de una forma ritual, bajo ciertos parámetros, buscando un día especial (algunos dirán que inclusive haciendo blasfemia buscando una cabala) como si nuestro amado Padre Celestial, fuera alguien religioso, todo lo contrario, el envió a su propio hijo, para que no tuviéramos que hacer lobby con terceros para recibir un milagro. Por que escrito esta que el único intercesor entre Dios y los hombres es Jesucristo, no hay más. Sin embargo, existen creyentes, que se pasan mirando a otros ser bendecidos por Dios y tienen idolatria del procedimiento, pero no buscan la voluntad del hacedor de milagros, quien es absolutamente independiente de la voluntad humana, el hace maravillas y prodigios, de muy diversas maneras:
Juan
Capítulo 05
5:1 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
5:2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.
5:3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.
5:4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
Es evidente que muchas personas, pasan gran parte de su vida, buscando ese milagro, que se arregle esa situación que parece consumir todas sus fuerzas. Están cerca de la bendición pero no la reconocen, o bien esperan que otras personas, que también necesitan ser sanados, les acerquen al milagro, o estiman que alguien se dignara colaborarles para alcanzar la bendición y ser libres de la esclavitud del dolor de su cuerpo y de su alma. Así pasan años quebrantados, viendo a otros, llevarse la bendición que les hubiera correspondido, o pensando que tal vez cuando estos otros sean sanados, sus corazones se darían la vuelta compasivamente para pensar en los que han quedado atrás, para ayudarles y aproximarles para ser también sanados en un área específica de su vida. Pero se dan cuenta de que si bien se han curado físicamente, el alma de estas personas sigue enferma, siguen ciegos, sordos, mudos espirituales, indolentes e incapaces de pensar en alguien que no sea ellos mismos, en cambio Jesús, tiene sus ojos puestos en ti, pero tal vez tu no tienes los tuyos puestos en El:
Juan 5
5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Jesús le pregunta si quiere ser sano y el en cambio le responde que ha fracasado en su intento de ser sano, porque esperaba que alguien de su alrededor le ayude para ingresar a una nueva vida, y dice la palabra, que debemos confiar en Jehová y nunca en los seres humanos, es así que la sanidad que tanto ansiaba, desde hacen ya 38 años, solo se la podía dar el hacedor de milagros, esto te sirva de lección para que no esperes en otros, sino que busques la respuesta solo en Dios. Ninguna de las personas de su alrededor se había compadecido del paralítico, es más, luchaban por ganarle las bendiciones de Dios y aún así no dejo de ir para esperar un día poder ser el primero en meterse al estanque, cuando el agua se agitará. Pero Jesús lo vio y se compadeció, ciertamente ese día, estimo vino exclusivamente por este paralítico y le pregunta si quiere ser sano, no porque no puede ser sano, pero el paralítico le cuenta su historia y Jesús le dice:
Juan 5
5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Jesús no le responde que El ha venido para ayudarle a entrar al estanque, nótese esa oración nunca fue respondida no era la voluntad de Dios en el caso del paralítico, sino que le dice levántate ya ahora mismo, es decir, sal ya de esa postración, toma tu lecho y anda (sigue adelante, no mires atrás). Cuando estamos alguna vez enfermos, ciertamente nuestro lecho, es nuestro refugio, allí descansan nuestras frustraciones, allí desarrollamos nuestras esperanzas o nos damos por vencidos, en cambio Jesús hace que tome todo eso y le demuestra que no es necesario más que tener fe y escuchar su voz, para andar, ahora su lecho de enfermo ya no lo podía contener, sino que el antes paralítico era quien cargaba por si mismo ese lecho. Pero analicemos también que Jesús viene a sanarle el día de reposo. Si este hombre que tanto tiempo espero su sanidad, el día de reposo, no hubiera estado allí y hubiera pensando que el día del reposo es más que Dios, entonces no hubiera podido ser sano:
Juan 5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
5:10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.
Los fariseos, buscaban que el que era sano y liberado por Jesús, vuelva a la esclavitud, pero les responde:
Juan 5:11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
5:12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
5:13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.
Pero Jesús le reflexiona al sanado y le dice:
5:14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
Es decir, el hombre había sido liberado del maligno, por Jesús, pero escrito esta que cuando un espíritu inmundo es expulsado, esta vagando y luego ve su casa limpia y quiere regresar con otros peores, si habiendo sido sanado espiritual y corporalmente, vuelves a pecar el estado postrero es peor que el anterior, no te engañes Dios no puede ser burlado. El hombre, curiosamente no pide por la sanidad de los otros, pero en cambio se dirige a los judíos:
Juan 5:15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
5:16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
5:21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
5:31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
5:32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
5:33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
5:34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.
5:35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
5:36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.
5:37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,
5:38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.
5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
5:40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
5:41 Gloria de los hombres no recibo.
5:42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.
5:44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
5:45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.
5:46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
5:47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
Por tanto, en día de reposo, también no te olvides tanto nuestro amado Padre trabaja y Jesucristo también, ellos nunca dejan de trabajar, la pregunta es, tu estas dispuesto a que el alfarero te haga denuevo, es decir, nueva criatura todos los días de tu vida? A que estas dispuesto a renunciar por El? Ya te haz negado a ti mismo, para que Cristo viva en ti? Haz sido sanado, pero haz vuelto a pecar? ¿Y tu como estás? ¿Tienes fe en el sanador o en las estrategias? ¿Haz orado a Dios para pedirle que con la unción del Espíritu Santo, te sea revelada su Santa Voluntad? ¿Conoces la voluntad de Dios para tu vida, pero sigues en tu lecho postrado por no haberle escuchado? ¿Culpas a Dios por tus fracasos o decides vencer con fe, negándote a ti mismo?
Citas Bíblicas Reyna Valera 1.960 amen, amen
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Por Thames
La Santa Palabra dice:
Salmo 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
Ciertamente, parte de la vida de los hijos de Dios, es descansar, esa actividad refleja una función y una necesidad orgánica, pero descansar en Jehová, es espiritual, porque repondrás tus fuerzas, como las águilas y solo en el puedes vivir confiado. Algunas personas dan un importancia preponderante al día de reposo, al cual identifican como el Sábado, se trata de quienes profesan el adventismo. Sin embargo, Jesús es el Señor del Sábado y el dispone del día conforme a la voluntad de su Padre, para transformar nuestra pasada manera de vivir:
Marcos
Capítulo 03
3:1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
3:2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.
3:3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
3:4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
3:5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
3:6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
3:7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea,
3:8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él.
3:9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.
3:10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.
3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
3:12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.
El hombre no es para el día, sino el día para el hombre, Jesús es el Señor del Sábado y como tal dispuso del día de reposo, a diferencia del legalismo y la religiosidad de los fariseos, que impedía a muchos salvarse, nosotros hemos sido transformados por Jesús el Señor del día de Reposo. En cuanto a lo evangélico, todos los días están consagrados a Dios, más el Domingo tenemos una cita muy especial con el novio de la Iglesia, con el Padre y con el Espíritu Santo, para disfrutarlos y ser ministrados en su presencia, descansando en El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, en la mies, como obreros, listos para recoger la cosecha.
Asi pues, el novio de la Iglesia, lo dice claramente:
Juan 5
5:16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Preciosas palabras de Jesús, pues muchos de los hijos e hijas de Jehová, tienen la extraña idea de que Dios y Jesús, no trabajan, pero peor aún de que descansan, asumiendo una idea muy carnal, de la divinidad. Así muchos piensan que Dios, no les oye, cuando en realidad ellos no escuchan a Dios, pues la fe es por el oír y el oír la palabra de Dios y si decimos que tenemos fe, debemos mostrar nuestras obras, pues no somos salvos por obras, pero hemos sido salvados para hacer buenas obras con fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios.
Seguramente, no es extraña la sensación, de muchos creyentes, que todavía no son discípulos de Cristo y que mantienen la mente de demandantes y no de ofertantes, de buscar a Dios de una forma ritual, bajo ciertos parámetros, buscando un día especial (algunos dirán que inclusive haciendo blasfemia buscando una cabala) como si nuestro amado Padre Celestial, fuera alguien religioso, todo lo contrario, el envió a su propio hijo, para que no tuviéramos que hacer lobby con terceros para recibir un milagro. Por que escrito esta que el único intercesor entre Dios y los hombres es Jesucristo, no hay más. Sin embargo, existen creyentes, que se pasan mirando a otros ser bendecidos por Dios y tienen idolatria del procedimiento, pero no buscan la voluntad del hacedor de milagros, quien es absolutamente independiente de la voluntad humana, el hace maravillas y prodigios, de muy diversas maneras:
Juan
Capítulo 05
5:1 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
5:2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.
5:3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.
5:4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
Es evidente que muchas personas, pasan gran parte de su vida, buscando ese milagro, que se arregle esa situación que parece consumir todas sus fuerzas. Están cerca de la bendición pero no la reconocen, o bien esperan que otras personas, que también necesitan ser sanados, les acerquen al milagro, o estiman que alguien se dignara colaborarles para alcanzar la bendición y ser libres de la esclavitud del dolor de su cuerpo y de su alma. Así pasan años quebrantados, viendo a otros, llevarse la bendición que les hubiera correspondido, o pensando que tal vez cuando estos otros sean sanados, sus corazones se darían la vuelta compasivamente para pensar en los que han quedado atrás, para ayudarles y aproximarles para ser también sanados en un área específica de su vida. Pero se dan cuenta de que si bien se han curado físicamente, el alma de estas personas sigue enferma, siguen ciegos, sordos, mudos espirituales, indolentes e incapaces de pensar en alguien que no sea ellos mismos, en cambio Jesús, tiene sus ojos puestos en ti, pero tal vez tu no tienes los tuyos puestos en El:
Juan 5
5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Jesús le pregunta si quiere ser sano y el en cambio le responde que ha fracasado en su intento de ser sano, porque esperaba que alguien de su alrededor le ayude para ingresar a una nueva vida, y dice la palabra, que debemos confiar en Jehová y nunca en los seres humanos, es así que la sanidad que tanto ansiaba, desde hacen ya 38 años, solo se la podía dar el hacedor de milagros, esto te sirva de lección para que no esperes en otros, sino que busques la respuesta solo en Dios. Ninguna de las personas de su alrededor se había compadecido del paralítico, es más, luchaban por ganarle las bendiciones de Dios y aún así no dejo de ir para esperar un día poder ser el primero en meterse al estanque, cuando el agua se agitará. Pero Jesús lo vio y se compadeció, ciertamente ese día, estimo vino exclusivamente por este paralítico y le pregunta si quiere ser sano, no porque no puede ser sano, pero el paralítico le cuenta su historia y Jesús le dice:
Juan 5
5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Jesús no le responde que El ha venido para ayudarle a entrar al estanque, nótese esa oración nunca fue respondida no era la voluntad de Dios en el caso del paralítico, sino que le dice levántate ya ahora mismo, es decir, sal ya de esa postración, toma tu lecho y anda (sigue adelante, no mires atrás). Cuando estamos alguna vez enfermos, ciertamente nuestro lecho, es nuestro refugio, allí descansan nuestras frustraciones, allí desarrollamos nuestras esperanzas o nos damos por vencidos, en cambio Jesús hace que tome todo eso y le demuestra que no es necesario más que tener fe y escuchar su voz, para andar, ahora su lecho de enfermo ya no lo podía contener, sino que el antes paralítico era quien cargaba por si mismo ese lecho. Pero analicemos también que Jesús viene a sanarle el día de reposo. Si este hombre que tanto tiempo espero su sanidad, el día de reposo, no hubiera estado allí y hubiera pensando que el día del reposo es más que Dios, entonces no hubiera podido ser sano:
Juan 5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
5:10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.
Los fariseos, buscaban que el que era sano y liberado por Jesús, vuelva a la esclavitud, pero les responde:
Juan 5:11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
5:12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
5:13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.
Pero Jesús le reflexiona al sanado y le dice:
5:14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
Es decir, el hombre había sido liberado del maligno, por Jesús, pero escrito esta que cuando un espíritu inmundo es expulsado, esta vagando y luego ve su casa limpia y quiere regresar con otros peores, si habiendo sido sanado espiritual y corporalmente, vuelves a pecar el estado postrero es peor que el anterior, no te engañes Dios no puede ser burlado. El hombre, curiosamente no pide por la sanidad de los otros, pero en cambio se dirige a los judíos:
Juan 5:15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.
5:16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
5:21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
5:31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
5:32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
5:33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
5:34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.
5:35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
5:36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.
5:37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,
5:38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.
5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
5:40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
5:41 Gloria de los hombres no recibo.
5:42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.
5:44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
5:45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.
5:46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
5:47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
Por tanto, en día de reposo, también no te olvides tanto nuestro amado Padre trabaja y Jesucristo también, ellos nunca dejan de trabajar, la pregunta es, tu estas dispuesto a que el alfarero te haga denuevo, es decir, nueva criatura todos los días de tu vida? A que estas dispuesto a renunciar por El? Ya te haz negado a ti mismo, para que Cristo viva en ti? Haz sido sanado, pero haz vuelto a pecar? ¿Y tu como estás? ¿Tienes fe en el sanador o en las estrategias? ¿Haz orado a Dios para pedirle que con la unción del Espíritu Santo, te sea revelada su Santa Voluntad? ¿Conoces la voluntad de Dios para tu vida, pero sigues en tu lecho postrado por no haberle escuchado? ¿Culpas a Dios por tus fracasos o decides vencer con fe, negándote a ti mismo?
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