Para nosotros no se correponde con Jesus sino con Bahaullah, el fundodor de la Fe Bahai y segunda venida.
Apocalipsis 12
Los versículos del 7 al 13 nos cuentan la historia del aplastamiento y victoria sobre el dragón. La victoria final la consumo aquel que viene enseguida, Bahá’u’lláh. El Bab supuso la ruptura y revolución que despertó las iras del régimen, de modo que recibió las más intensa furia sobre su efímero reinado. Actuó de heraldo y preparo el camino para la gran Manifestación: Bahá’u’lláh. Fue fusilado públicamente junto a un devoto amado y subió al cielo al igual que JESUS Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron (Apoc 11:12)
Lo interesante es la mención de Miguel (Apoc 11:7), que significa uno que se parece a DIOS. Evidentemente Bahá’u’lláh viene con el titulo del Padre y su nombre significa la Gloria De DIOS. A SABER:
“... en aquel tiempo, sin embargo, se levantará el gran príncipe Miguel... y en aquel tiempo tu pueblo será salvo" (Dan 12,1).
Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. (Dan 10:13)
En el versículo siguiente, Daniel dice que esa visión concierne al “tiempo del fin":
“... que están para acontecer a tu pueblo (Israel) en los últimos días" (Dan 10,14).
Podemos ver que Miguel es “uno de los principales príncipes” de Persia. Bahá’u’lláh nació en Persia la tierra en la cual Daniel tuviera la visión del Príncipe Miguel, cuyo nombre significa "Aquel que se parece a Dios". Él era de una familia noble cuyos ascendentes entroncan con el linaje de reyes Sasanitas de Persia. Además, lo que se opusieron a Bahá’u’lláh fueron el clero y el rey (príncipe) de Persia. Estas profecías de Daniel confirman que Miguel en el Apocalipsis es Bahá’u’lláh.
Bahá’u’lláh fue perseguido y despreciado por el representante vigente del linaje de los Omeyas. A consecuencia de ello el fundador de la Fe Bahai condeno sus actividades y derogo el califato anunciándoselo a través de una carta dirigida al Sultán Abdul Aziz y su lugarteniente 'Alí Páshá:
En breve, destituiremos al que se le asemejaba ('Alí Páshá), y arrebataremos a su Jefe (el Sultán), que gobierna al país, y Yo soy, verdaderamente, el Todopoderoso, Quien todo lo domina.
6 meses después de entregar la carta se cumplieron los vaticinios de Bahaullah con un alzamiento popular y su posterior derrocamiento y final del califato (Sultán Abdul Aziz murió asesinado). La bestia fue vencida.