¿Es cinismo decir que el Cristo de los protestantes es un mentiroso?

12 Mayo 2000
2.050
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www.maic.net
Originalmente enviado por Jonathan Navarro:
<STRONG>Después de la experiencia del epígrafe abierto por Matias; http://forocristiano.com/ultimatebb.cgi?ubb=get_topic&f=12&t=004538
Me parece interesante darle la vuelta a la tortilla y "poner la pelota en su campo" siendo recomendable ojear las primeras intervenciones de dicho epígrafe.

Así me gustaría plantear (y sin ánimo de ofender , más vien en honor de la verdad), a los defensores del título de ese foro si no son algo cínicos a partir de analizar la siguiente situación:

Clemente VII (1378-1394) se estableció (como pontífice) en Aviñón. Así empezó el Cisma papal (1378-1409), a consecuencia del cual dos papas, cada uno rodeado de su respectivo colegio de cardenales, se anatemizaban mutuamente y juntos contribuían al desprestigio de aquella colosal estructura. La iglesia de occidente quedó dividida en dos obediencias: el Imperio Germánico, Inglaterra, Castilla, Bohemia y los reinos escandinavos reconocieron al papa romano; por su parte, Francia, Aragón. el reino de Nápoles y Escocia se declararon en favor del papa aviñonés. En realidad, nadie sabía cuál de los dos papas era el legítimo. Ni siquiera aquellos que luego han merecido la reputación de santos por parte de Roma estaban de acuerdo entre sí. A favor del papa francés se hallaban Vicente Ferrer y Pedro de Luxemburgo. Por lado italiano Catalina de Siena y Catalina de suecia. No era fácil en aquella coyuntura paralos más santos, el poder distinguir cuál era el verdadero Pontífice. Muchos de los llamados antipapas del pasado habían sido puestos por el poder político de los Emperadores, pero los dos pontífices que ahora se excluían y excomulgaban uno al otro habían sido elegidos por los mismos cardenales, La confusión era total y tanto más dolorosa para los incondicionales de la infabilidad papal. Su creencia necesariamente implicaba que el pontífice romano, aquél en quien se halla la garantía de la verdadera doctrina de la Iglesia, debe ser siempre reconocido y seguido sin ligar a dudas. Por consiguiente, no pueden haber dudas acerca de la persona del verdadero papa como no las puede haber hacerca de los libros de la Escritura.

De José Grau "Catolicismo Romano" 2ª ed.

Quede como apunte que la salvación de los pueblos que seguían a uno de los dos papas quedaba en entredicho por el otro.

Cómica situación viendolo en perspectiva pero dramática para los contemporáneos ¿no?,</STRONG>

Ya que lo mencionas, y sin entrar en disquisiciones históricas, el asunto es que Matías ha adoptado una posición diferente de lo que enseña actualmente su propia Iglesia.
Si afirma que el Cristo que predicamos es un mentiroso, simplemente se opone a su propio Magisterio.

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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¿Es cinismo decir que el Cristo de los protestantes es un mentiroso?

Después de la experiencia del epígrafe abierto por Matias; http://forocristiano.com/ultimatebb.cgi?ubb=get_topic&f=12&t=004538
Me parece interesante darle la vuelta a la tortilla y "poner la pelota en su campo" siendo recomendable ojear las primeras intervenciones de dicho epígrafe.

Así me gustaría plantear (y sin ánimo de ofender , más vien en honor de la verdad), a los defensores del título de ese foro si no son algo cínicos a partir de analizar la siguiente situación:

Clemente VII (1378-1394) se estableció (como pontífice) en Aviñón. Así empezó el Cisma papal (1378-1409), a consecuencia del cual dos papas, cada uno rodeado de su respectivo colegio de cardenales, se anatemizaban mutuamente y juntos contribuían al desprestigio de aquella colosal estructura. La iglesia de occidente quedó dividida en dos obediencias: el Imperio Germánico, Inglaterra, Castilla, Bohemia y los reinos escandinavos reconocieron al papa romano; por su parte, Francia, Aragón. el reino de Nápoles y Escocia se declararon en favor del papa aviñonés. En realidad, nadie sabía cuál de los dos papas era el legítimo. Ni siquiera aquellos que luego han merecido la reputación de santos por parte de Roma estaban de acuerdo entre sí. A favor del papa francés se hallaban Vicente Ferrer y Pedro de Luxemburgo. Por lado italiano Catalina de Siena y Catalina de suecia. No era fácil en aquella coyuntura paralos más santos, el poder distinguir cuál era el verdadero Pontífice. Muchos de los llamados antipapas del pasado habían sido puestos por el poder político de los Emperadores, pero los dos pontífices que ahora se excluían y excomulgaban uno al otro habían sido elegidos por los mismos cardenales, La confusión era total y tanto más dolorosa para los incondicionales de la infabilidad papal. Su creencia necesariamente implicaba que el pontífice romano, aquél en quien se halla la garantía de la verdadera doctrina de la Iglesia, debe ser siempre reconocido y seguido sin ligar a dudas. Por consiguiente, no pueden haber dudas acerca de la persona del verdadero papa como no las puede haber hacerca de los libros de la Escritura.

De José Grau "Catolicismo Romano" 2ª ed.

Quede como apunte que la salvación de los pueblos que seguían a uno de los dos papas quedaba en entredicho por el otro.

Cómica situación viendolo en perspectiva pero dramática para los contemporáneos ¿no?,