“Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado no engañas; si no buscas más odio que el odio que te tengan.
Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres.
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropieza el triunfo; sí llega tu derrota y a los dos impostores los tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hallado, a pesar del sofisma del orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe, y lleno de alegría, tus ganancias de siempre a la suerte de un día; y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea, sin decir nada a nadie de lo que es y lo que eras.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan, aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga.
Y se agarren contigo, cuando no quede nada, porque tú lo deseas, y lo quieres y mandas.
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ni uno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto de sesenta segundos que te llevan al cielo... todo lo de esta tierra será de tu dominio, y mucho más aún: Serás “HOMBRE”, hijo mío.”
(Rudyard Kipling.)
***
HOMBRES ÍNTEGROS
“El mundo necesita hombres que no puedan ser comprados; hombres cuya palabra sea su garantía.
El mundo necesita hombres que no hagan compromisos con el mal, cuyas ambiciones no estén confinadas a sus deseos egoístas.
El mundo necesita hombres que sean tan honestos en las cosas pequeñas como en las grandes; hombres que no se avergüencen ni tengan temor de defender la verdad, aunque sea impopular.
El mundo necesita hombres que sean leales a sus amigos, tanto en la adversidad como en la prosperidad.
El mundo necesita hombres que no vacilen en aprovechar las oportunidades para servir a los demás, aún a sacrificio propio.
El mundo necesita hombres que coloquen el carácter por encima de la riqueza; hombres que posean opiniones sanas y buena voluntad.
El mundo necesita hombres que no pierdan su individualidad en medio de la multitud; hombres que no digan que ellos lo hacen “porque todos los demás lo hacen”.
El mundo necesita hombres que no crean que la astucia, el disimulo y la terquedad son las mejores cualidades para lograr el éxito.
El mundo necesita hombres que confían en Dios y que viven en paz con su prójimo.”
“Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado no engañas; si no buscas más odio que el odio que te tengan.
Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres.
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropieza el triunfo; sí llega tu derrota y a los dos impostores los tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hallado, a pesar del sofisma del orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe, y lleno de alegría, tus ganancias de siempre a la suerte de un día; y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea, sin decir nada a nadie de lo que es y lo que eras.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan, aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga.
Y se agarren contigo, cuando no quede nada, porque tú lo deseas, y lo quieres y mandas.
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ni uno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto de sesenta segundos que te llevan al cielo... todo lo de esta tierra será de tu dominio, y mucho más aún: Serás “HOMBRE”, hijo mío.”
(Rudyard Kipling.)
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HOMBRES ÍNTEGROS
“El mundo necesita hombres que no puedan ser comprados; hombres cuya palabra sea su garantía.
El mundo necesita hombres que no hagan compromisos con el mal, cuyas ambiciones no estén confinadas a sus deseos egoístas.
El mundo necesita hombres que sean tan honestos en las cosas pequeñas como en las grandes; hombres que no se avergüencen ni tengan temor de defender la verdad, aunque sea impopular.
El mundo necesita hombres que sean leales a sus amigos, tanto en la adversidad como en la prosperidad.
El mundo necesita hombres que no vacilen en aprovechar las oportunidades para servir a los demás, aún a sacrificio propio.
El mundo necesita hombres que coloquen el carácter por encima de la riqueza; hombres que posean opiniones sanas y buena voluntad.
El mundo necesita hombres que no pierdan su individualidad en medio de la multitud; hombres que no digan que ellos lo hacen “porque todos los demás lo hacen”.
El mundo necesita hombres que no crean que la astucia, el disimulo y la terquedad son las mejores cualidades para lograr el éxito.
El mundo necesita hombres que confían en Dios y que viven en paz con su prójimo.”
Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a la mies. Solamente Dios puede proveer hombres con las características que apuntas. Considero al mundo incapaz de proveer lo que no tiene.