Eres carne y no saldrás de este Mundo.

Kamber

Expulsado
26 Octubre 2021
693
19

Juan 3:6-8​

Reina Valera Contemporánea​

6 Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu,[a] espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije que es necesario que ustedes nazcan de nuevo. 8 El viento[b] sopla de donde quiere, y lo puedes oír; pero no sabes de dónde viene, ni a dónde va.​



6 Lo que nace de la carne, carne es;​


Eres carne y no saldrás de este Mundo.
 
Última edición:

Juan 3:6-8​

Reina Valera Contemporánea​

6 Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu,[a] espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije que es necesario que ustedes nazcan de nuevo. 8 El viento[b] sopla de donde quiere, y lo puedes oír; pero no sabes de dónde viene, ni a dónde va.​



6 Lo que nace de la carne, carne es;​


Eres carne y no saldrás de este Mundo.
Te equivocas nuevamente.

Filipenses 3:18-20
18 Porque muchos andan como[a] os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo, 19 cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito[b] y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan solo en las cosas terrenales. 20 Porque nuestra ciudadanía[c] está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo,

Deja de crear tantos temas estúpidos.
 
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Reacciones: Efe-E-Pe y Jima40
Así está escrito:

Hermanos, no queremos que ignoren la suerte de aquellos que ya han muerto. Así no estarán tristes como lo están los que no tienen esperanza. Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado; pues, igualmente, Dios llevará consigo a quienes han muerto unidos a Jesús. Apoyados en la palabra del Señor, les aseguramos que nosotros los que estemos vivos, los supervivientes en el día de la manifestación del Señor no tendremos preferencia sobre los que ya murieron. Porque el Señor mismo bajará del cielo y, a la voz de mando, cuando se oiga la voz del arcángel y resuene la trompeta divina, resucitarán en primer lugar los que murieron unidos a Cristo. Después nosotros, los que aún quedemos vivos, seremos arrebatados, junto con ellos, entre nubes, y saldremos por los aires al encuentro del Señor. De este modo viviremos siempre con Él. Dense ánimos, pues, entre ustedes con esta enseñanza.