Elena quiere que José se indigeste.

25 Enero 2000
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Elena, lo que le dice a José es cierto pero eso no es llegar a ser cristiano sino eso es la consecuencia de ser cristiano.
Revise estas sus palabras:

"Si quieres saber quien es Jesucristo dale tu vida. Jesucristo pide plenitud en el don, sacrificio; bajar hasta el fondo de uno mismo, arrancarce de raíz y transplantarse hacia El. Y todo esto sin poesía fatua; en los deberes diarios, en la caridad en la paciencia, en la obediencia, en la humildad en la aceptación de quienes te rodean."

No hay que confundir justificación con santificación. El pobrecito José todavía ni ha nacido y usted quiere que se coma unos porotos aderezados con carne de puerco. ¿Cóo es posible eso, Elena?

Primero, hay que nacer, tomar su lechesita (lechita en Centro América), comenzar a caminar, crecer, y después multiplicarse. La vida cristiana tiene sus paralelos con la vida natural. Dios es un Dios de orden, Elena.
 
Prezado Ezequiel Romero,

Sí, me pareció demasiado pedirme tanto, yo que soy un hombre que busca (homo quaerens) y veo que en este foro hay personas que son, o se consideran en alto grado espiritual... en fin, que yo fuera martir 24 horas despues de hacer una oración de entrega absoluta, despues de tener vendido todos mis tesoros y hecho cosas que las propias personas religiosas de este foro tal vez no hicieron todavía...

Hoy me gustaría poder perdonar Manuel Mora, que me hirió fundamente me llamando de hijo de diablo, cosa que me hiere no porque tenga yo tanto respeto por el diablo para ser su hijo... pero porque en el lenguaje cristiano esto debe ser peor que llamar uno de hijo de puta... pues las putas, por lo que veo en la biblia que estoy leendo, mal pero estoy... parece que Jesucristo les daba muy amor.

Bueno, pido a todos que rezen para que yo perdone Manuel de corazón.

Manuel, hijo de Dios... yo... le perdono.

José Madureira
 
Telegrama al Sr. Ezequiel:

Sr. Romero, le hablé a José como si fuera un cristiano, lo que debí haberle dicho era que la Fe es un don divino; sólo Dios la puede infundir. Que la pida a Dios con humildad.

Dios nos ilumine

Elena