EL VIEJO TESTAMENTO:
La Ley que Dios dio a Moisés eran Diez Palabras escritas en dos tablas de piedra. Cuando nació Jesucristo, ya había escritos en el libro de la ley más de 500 preceptos.
EL EVANGELIO:
Cuando comenzó a predicar Jesucristo, El Señor dijo que ni una jota ni una tilde pasaría de la Ley (Mateo 5,18), y seguidamente abolió y cambió muchos preceptos del viejo testamento (Mateo 5,38-44), porque faltaban a la misericordia. Si Jesucristo nos dice que ni una jota ni una tilde pasaría de la Ley y luego deja abolidos esos mandamientos, ¿es que eran Ley de Dios?... La verdadera Ley de Dios no pasa jamás, ni es abolida ni cambia, porque es inmutable y para siempre, como nos dicen los profetas.
Entonces, todos aquellos mandamientos que deja abolidos, uno de ellos la ley del Talión (Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, etc...), no eran Ley de Dios..., sino mandamientos imperfectos que faltaban a la misericordia.
Las leyes del viejo testamento eran una ley defectuosa (Hebreos 8,6-13), y por este motivo el Señor dejó abolidos muchos de sus mandamientos y en su lugar nos dejó el Evangelio.
LAS CARTAS ATRIBUIDAS A PABLO:
Estas cartas fueron muy combatidas y retorcidas por los indoctos (2ª Pedro 3,16), y en el siglo II y III hubo muchas polémicas sobre estas cartas... Muchos cristianos no aceptaron estas cartas como escrituras fieles al Evangelio de Jesucristo. Otras comunidades cristianas simplemente no las guardaban. Y es que en estas cartas se descubren muchos mandamientos que sobrepasan los sencillos mandamientos de Jesucristo. Muchos pensadores cristianos han llamado a estas cartas "el evangelio paulinista".
CUÁNDO FUERON ESCOGIDOS LOS LIBROS DE LA BIBLIA:
En el siglo IV, los emperadores de Roma y sus obispos y escribas escogieron todos los libros de la Biblia... Estas decisiones en los concilios de Nicea, Laodicea, Roma, Cartago, Hipona, etc...
Desde entonces, muchas religiones comenzaron a llamar a todas las leyes escritas en los libros de la biblia "palabra de Dios", sin hacer distinción entre las leyes del viejo testamento, el Evangelio y las leyes escritas en las cartas atribuidas a Pablo. Algunos mandamientos escritos en las cartas atribuidas a Pablo son tomados de las leyes del viejo testamento y no del Evangelio, pues el Evangelio no los recuerda.
Como a todas las leyes del viejo testamento y de las cartas de Pablo se las puso a la altura del la Ley del Evangelio (a todo se le llamó "palabra de Dios"), así muchos "cristianos" se justificaron en esas leyes para matar, hacer guerras, inventar máquinas de tortura, sistemas de terror, inquisiciones y condenas de muerte muy crueles. La Ley del Evangelio no justifica hacer daño ni perseguir a ninguna persona en ningún momento.
Entonces... ¿cómo se llegó a llamar "palabra de Dios" a todas estas leyes que combaten contra la misericordia y el perdón que nos enseñó Jesucristo?...
LOS OTROS EVANGELIOS:
La Ley del Evangelio era la Ley de los primeros cristianos... Pero muchos judíos que se convertían querían cambiar la Ley del Evangelio y aumentarla con las leyes judías (quisieron hacer "otro evangelio"). Pero Pedro, en el Concilio de Jerusalén, dijo que las leyes del viejo testamento eran un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido soportar (Hechos 15)..., y Pablo dijo que el viejo testamento era defectuoso (Hebreos 8,6-13)... Entonces... ¿cómo se puede llamar palabra de Dios a leyes defectuosas y que eran un yugo que nadie podía soportar?...
Muchos indoctos también quisieron hacer de las cartas de Pablo "otro evangelio diferente". San Pedro, conociendo estas cosas, dijo:
"Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3,15-18).
Pedro aquí nos avisa que las cartas de Pablo estaban siendo retorcidas por los indoctos y aconseja que los cristianos crezcan en el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo para no caer en el error de los inicuos.
Pablo, hablando del Evangelio de Jesucristo y sintiendo que sus cartas podían ser retorcidas en el futuro por los indoctos y por los inicuos, nos avisó de sus sentimientos para que no siguiéramos "evangelios diferentes":
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1,6-10).
Pablo nos deja bien claro que no nos desviemos del Evangelio de Jesucristo en ningún momento, ni siquiera en el caso de que alguien nos trajera un "evangelio de Pablo" diferente al de Cristo. Las cartas atribuidas a Pablo contienen muchas cosas dulces y verdaderas que coinciden con el Evangelio..., pero también contienen leyes que sobrepasan los sencillos y piadosos mandamientos de Jesucristo y nos imponen leyes judías que no nos impuso Jesucristo.
¿Es que Jesucristo, Nuestro Señor, no dijo todo en el Evangelio y nos lo tiene que recordar Pablo?... Estas diferencias (las leyes que nos impone Pablo y que Jesucristo no nos las recuerda) las han notado muchos cristianos y por eso las cartas atribuidas a Pablo han sido también conocidas como "el evangelio paulinista" (leyes escritas en las cartas atribuidas a Pablo que aumentan las sencillas y piadosas leyes del Evangelio).
Los "cristianos" que inventaron sistemas de terror para perseguir y hacer daño a sus semejantes se olvidaron del gran debate que mantuvo Jesucristo con los judíos por causa de la Ley verdadera de Dios; se olvidaron del Concilio de Jerusalén, donde se declaró que los cristianos estaban libres de observar las leyes del viejo testamento; y se olvidaron del gran debate que matuvieron los apóstoles con muchos judaizantes por causa de la Ley.
Todos aquellos "cristianos" que faltaron el respeto a la vida de las personas, imponiendo de nuevo la ley del Talión escrita en el viejo testamento, se olvidaron de que Jesucristo había abolido aquella ley. El Señor así nos dice:
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mateo 5,38-44)
LA LEY QUE NOS MANDÓ PREDICAR JESUCRISTO:
Jesucristo no nos mandó predicar como Ley de Dios leyes de viejos testamentos, ni cartas atribuidas a Pablo... Jesucristo mandó a sus discípulos predicar por todos los pueblos solamente su Evangelio:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (San Marcos 16,15-16).
Si los "cristianos" hubieran sido fieles a este mandamiento, y hubieran vivido solamente como Ley de Dios el Evangelio de Jesucristo..., no hubieran cometido tantos errores ni hubieran dado tantos malos ejemplos haciendo tantísimo daño a sus semejantes.
Jesucristo mandó a sus discípulos predicar solamente su Evangelio...
Algunas religiones, desde el siglo IV, mandaron que se predicaran las biblias...
Entonces, ¿cuál es la Ley que debemos seguir seguir los cristianos?..., ¿la Ley del Evangelio o las leyes de las Biblias?...
Os invito a que deis vuestra opinión y que respondáis a las preguntas que aquí se plantean para dar respuesta a tantos cristianos que esperan aún saber cuál es la verdera Ley de Jesucristo.
La Ley que Dios dio a Moisés eran Diez Palabras escritas en dos tablas de piedra. Cuando nació Jesucristo, ya había escritos en el libro de la ley más de 500 preceptos.
EL EVANGELIO:
Cuando comenzó a predicar Jesucristo, El Señor dijo que ni una jota ni una tilde pasaría de la Ley (Mateo 5,18), y seguidamente abolió y cambió muchos preceptos del viejo testamento (Mateo 5,38-44), porque faltaban a la misericordia. Si Jesucristo nos dice que ni una jota ni una tilde pasaría de la Ley y luego deja abolidos esos mandamientos, ¿es que eran Ley de Dios?... La verdadera Ley de Dios no pasa jamás, ni es abolida ni cambia, porque es inmutable y para siempre, como nos dicen los profetas.
Entonces, todos aquellos mandamientos que deja abolidos, uno de ellos la ley del Talión (Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, etc...), no eran Ley de Dios..., sino mandamientos imperfectos que faltaban a la misericordia.
Las leyes del viejo testamento eran una ley defectuosa (Hebreos 8,6-13), y por este motivo el Señor dejó abolidos muchos de sus mandamientos y en su lugar nos dejó el Evangelio.
LAS CARTAS ATRIBUIDAS A PABLO:
Estas cartas fueron muy combatidas y retorcidas por los indoctos (2ª Pedro 3,16), y en el siglo II y III hubo muchas polémicas sobre estas cartas... Muchos cristianos no aceptaron estas cartas como escrituras fieles al Evangelio de Jesucristo. Otras comunidades cristianas simplemente no las guardaban. Y es que en estas cartas se descubren muchos mandamientos que sobrepasan los sencillos mandamientos de Jesucristo. Muchos pensadores cristianos han llamado a estas cartas "el evangelio paulinista".
CUÁNDO FUERON ESCOGIDOS LOS LIBROS DE LA BIBLIA:
En el siglo IV, los emperadores de Roma y sus obispos y escribas escogieron todos los libros de la Biblia... Estas decisiones en los concilios de Nicea, Laodicea, Roma, Cartago, Hipona, etc...
Desde entonces, muchas religiones comenzaron a llamar a todas las leyes escritas en los libros de la biblia "palabra de Dios", sin hacer distinción entre las leyes del viejo testamento, el Evangelio y las leyes escritas en las cartas atribuidas a Pablo. Algunos mandamientos escritos en las cartas atribuidas a Pablo son tomados de las leyes del viejo testamento y no del Evangelio, pues el Evangelio no los recuerda.
Como a todas las leyes del viejo testamento y de las cartas de Pablo se las puso a la altura del la Ley del Evangelio (a todo se le llamó "palabra de Dios"), así muchos "cristianos" se justificaron en esas leyes para matar, hacer guerras, inventar máquinas de tortura, sistemas de terror, inquisiciones y condenas de muerte muy crueles. La Ley del Evangelio no justifica hacer daño ni perseguir a ninguna persona en ningún momento.
Entonces... ¿cómo se llegó a llamar "palabra de Dios" a todas estas leyes que combaten contra la misericordia y el perdón que nos enseñó Jesucristo?...
LOS OTROS EVANGELIOS:
La Ley del Evangelio era la Ley de los primeros cristianos... Pero muchos judíos que se convertían querían cambiar la Ley del Evangelio y aumentarla con las leyes judías (quisieron hacer "otro evangelio"). Pero Pedro, en el Concilio de Jerusalén, dijo que las leyes del viejo testamento eran un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido soportar (Hechos 15)..., y Pablo dijo que el viejo testamento era defectuoso (Hebreos 8,6-13)... Entonces... ¿cómo se puede llamar palabra de Dios a leyes defectuosas y que eran un yugo que nadie podía soportar?...
Muchos indoctos también quisieron hacer de las cartas de Pablo "otro evangelio diferente". San Pedro, conociendo estas cosas, dijo:
"Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3,15-18).
Pedro aquí nos avisa que las cartas de Pablo estaban siendo retorcidas por los indoctos y aconseja que los cristianos crezcan en el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo para no caer en el error de los inicuos.
Pablo, hablando del Evangelio de Jesucristo y sintiendo que sus cartas podían ser retorcidas en el futuro por los indoctos y por los inicuos, nos avisó de sus sentimientos para que no siguiéramos "evangelios diferentes":
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1,6-10).
Pablo nos deja bien claro que no nos desviemos del Evangelio de Jesucristo en ningún momento, ni siquiera en el caso de que alguien nos trajera un "evangelio de Pablo" diferente al de Cristo. Las cartas atribuidas a Pablo contienen muchas cosas dulces y verdaderas que coinciden con el Evangelio..., pero también contienen leyes que sobrepasan los sencillos y piadosos mandamientos de Jesucristo y nos imponen leyes judías que no nos impuso Jesucristo.
¿Es que Jesucristo, Nuestro Señor, no dijo todo en el Evangelio y nos lo tiene que recordar Pablo?... Estas diferencias (las leyes que nos impone Pablo y que Jesucristo no nos las recuerda) las han notado muchos cristianos y por eso las cartas atribuidas a Pablo han sido también conocidas como "el evangelio paulinista" (leyes escritas en las cartas atribuidas a Pablo que aumentan las sencillas y piadosas leyes del Evangelio).
Los "cristianos" que inventaron sistemas de terror para perseguir y hacer daño a sus semejantes se olvidaron del gran debate que mantuvo Jesucristo con los judíos por causa de la Ley verdadera de Dios; se olvidaron del Concilio de Jerusalén, donde se declaró que los cristianos estaban libres de observar las leyes del viejo testamento; y se olvidaron del gran debate que matuvieron los apóstoles con muchos judaizantes por causa de la Ley.
Todos aquellos "cristianos" que faltaron el respeto a la vida de las personas, imponiendo de nuevo la ley del Talión escrita en el viejo testamento, se olvidaron de que Jesucristo había abolido aquella ley. El Señor así nos dice:
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mateo 5,38-44)
LA LEY QUE NOS MANDÓ PREDICAR JESUCRISTO:
Jesucristo no nos mandó predicar como Ley de Dios leyes de viejos testamentos, ni cartas atribuidas a Pablo... Jesucristo mandó a sus discípulos predicar por todos los pueblos solamente su Evangelio:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (San Marcos 16,15-16).
Si los "cristianos" hubieran sido fieles a este mandamiento, y hubieran vivido solamente como Ley de Dios el Evangelio de Jesucristo..., no hubieran cometido tantos errores ni hubieran dado tantos malos ejemplos haciendo tantísimo daño a sus semejantes.
Jesucristo mandó a sus discípulos predicar solamente su Evangelio...
Algunas religiones, desde el siglo IV, mandaron que se predicaran las biblias...
Entonces, ¿cuál es la Ley que debemos seguir seguir los cristianos?..., ¿la Ley del Evangelio o las leyes de las Biblias?...
Os invito a que deis vuestra opinión y que respondáis a las preguntas que aquí se plantean para dar respuesta a tantos cristianos que esperan aún saber cuál es la verdera Ley de Jesucristo.