EL TENDERO

Bart

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24 Enero 2001
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Siento la necesidad de contar esta historia:

Hace mucho tiempo había un joven, muy joven, que iba siempre a comprar a la misma tienda.

El dueño de la tienda le hablaba de Dios, de la fe, de los diez mandamientos. El tendero todos los días trataba de hacerle ver a aquel joven que estaba perdido porque no guardaba el día de reposo cómo es debido, que si no cumplían los diez mandamientos, que si no diezmaban es que estaba en una iglesia errónea. Que la iglesia a la que él pertenecía era la única que tenía la autentica verdad.

A aquel joven le gustaba que el tendero le hablará de las cosas de Dios, y casi todos los días se repetía la misma historia. Un día los curiosos ojos del joven se fijaron en una botella sobre el mostrador que sostenía un papelito con los diez mandamientos. El joven preguntó al tendero ¿porqué tiene ahí los diez mandamientos? El tendero respondió orgulloso: ¡ para tenerlos siempre presentes ! El joven lo miró boquiabierto, el tendero con una gran sonrisa le dio el cambio.

Días después el joven volvió a la tienda y lo que vio no era posible, aquel santo varón estaba golpeando sin piedad a una mujer embarazada, el joven se abalanzó sobre el dueño de la tienda y lo inmovilizó a la vez que gritaba ¿Por qué? Por qué? El tendero respondió indignado: ¡ ladrona---me ha robado una botella de leche ! (la pobre mujer aprovechó para escapar). El joven lo soltó, y agarrando el papel donde estaban escritos los diez mandamientos lo rompió, y mirando a los ojos al tendero le dijo: ¡los diez mandamientos no se tienen escritos en un papel, se tienen escritos en el corazón !
(La historia es real.)

Los legalistas tienen apariencia de piedad pero su corazón es duro cómo la piedra. Se ven perfectos, ellos son fieles cumplidores de la ley, hasta reciclan y todo. (reciclar: uno de los nuevos mandamientos.)

Se ven grandes, y siempre procuran hacerte sentir cómo un gusano, no te dejan hablar. Si hablas descargan sobre ti toneladas de bellotas hasta sepultarte y callarte.

A estos legalistas se refiere la Palabra cuando habla de caídos de la gracia, son aquellos que se autojustifican: su fe, sus obras. Abundan en los primeros puestos de las iglesias. Te condenan sino estás dispuesto a cargar con sus sacos de bellotas, mas sus pensamientos, la carga puede volverse absurda e insoportable.

Normalmente todo es de cara a la galería, una farsa que no se sostiene. Quienes saben la verdad es la esposa y los hijos, pero los domingos por la mañana se parecen a los Flanders (mi buen vecino.)

Pero si sigues en contacto, verás como su mundo se les derrumba, y la realidad de sus vidas sale a la luz. Cada vez que ocurre una de estas catástrofes es una oportunidad que Dios da en Su Misericordia para que se vuelvan a Él y renieguen de su fe y de sus buenas obras y se entreguen de verdad a Él a Su Obra y le pidan Su Fe, la que Él da sin medida. Entonces ocurrirá el Gran Milagro, ya no vivirá él sino Dios en él.

Entonces, sólo entonces...

Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo cómo a ti mismo, hallarás descanso para tu alma y tendrás la certeza de la salvación, Su Salvación.

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Nota: Para ver el significado de “bellotas” leer Pavos y Águilas:
http://estudios.iglesia.net/asp/pavosyaguilas.asp


Bendiciones

Bart


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6Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 7Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
8Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros. 9No te enojes sobremanera, Jehová, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.
Isa 64:6-9.


8Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
Fil. 3:8-9.


8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Ef. 2:8-10.


26Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Eze. 36:26-27.


25En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 26Sí, Padre, porque así te agradó. 27Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Mat. 11:25-30.