Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia. — Lucas 10:33
El Desafío del Corazón: ¿Quién es mi prójimo?
Un intérprete de la ley busca poner una prueba a Jesús con una pregunta profunda:
Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? (Lucas 10:25)
Jesús dirige la mirada al corazón, no solo al intelecto:
“¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?”
Aunque el intérprete responde bien (amar a Dios y al prójimo), aún restringe el prójimo a quien se parece o comparte su fe.
El problema: para muchos judíos, el prójimo no incluía a los samaritanos.
Judíos vs. Samaritanos: Dos Mundos Separados
Jesús desafía al sistema y pone al “enemigo cultural” como modelo de misericordia.
La Parábola: Camino, Cruce y Decisión
Un hombre es asaltado en el “Camino de Sangre”, entre Jerusalén y Jericó:
“Le dejaron medio muerto…” (v.30)
Tres respuestas:
El Sacerdote: Pasa de largo, prioriza lo ritual sobre la vida (v.31).
El Levita: Ve y pasa de largo, fe sin acción (v.32).
El Samaritano: Se conmueve, cuida al herido, paga por su recuperación.
El amor sacrificial vence la indiferencia.
La compasión implica sacrificio: tiempo, recursos, valentía.
El Golpe Maestro: Jesús Cambia la Pregunta
No responde “¿Quién es mi prójimo?”, sino:
“¿Quién fue el prójimo del herido?” (v.36)
El intérprete no menciona “samaritano”, dice:
“El que usó de misericordia”.
Jesús ordena:
“Ve, y haz tú lo mismo.” v.37
El Orgullo que Ciega
Un seminarista corre a predicar sobre el amor al prójimo. Ve a un hombre tirado en la calle y decide no detenerse, temiendo llegar tarde. Más tarde se entera de que el hombre murió, y nunca más pudo predicar ese sermón.
Moraleja: Conocer la Escritura no basta, hay que vivirla.
Aplicaciones Espirituales
La fe auténtica muestra compasión donde otros solo ven diferencia.
(1 Juan 3:17)
Jesús es el Buen Samaritano: sana, levanta y paga nuestra deuda.
(Isaías 53:5)
El prójimo no tiene límites religiosos ni culturales.
(Gálatas 3:28)
El amor genuino pregunta: “¿Cómo puedo servir?”
El Reto de la Misericordia
Jesús destruye muros de odio y religión.
El prójimo es quien necesita tu compasión, no tu juicio.
La misericordia sobre triunfa el juicio (Santiago 2:13).
Reflexión final
¿Cuántas veces la prisa o el prejuicio nos han hecho pasar de largo ante el dolor ajeno?
Tal vez hoy Dios te invita a ser el samaritano , a dejar de justificarte y empezar a ayudar.

Un intérprete de la ley busca poner una prueba a Jesús con una pregunta profunda:

Jesús dirige la mirada al corazón, no solo al intelecto:
“¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?”
Aunque el intérprete responde bien (amar a Dios y al prójimo), aún restringe el prójimo a quien se parece o comparte su fe.
El problema: para muchos judíos, el prójimo no incluía a los samaritanos.

ASPECTO | JUDIOS | SAMARITANOS |
![]() | Pureza étnica después del exilio | Mezcla con gentiles (2 Reyes 17:24) |
![]() | Jerusalén (Monte Sion) | Monte Gerizim |
![]() | Todo el Antiguo Testamento | Solo el Pentateuco |
![]() | Desprecio y separación | Hostilidad recíproca |
![]() | Comer junto sería impuro | “Nos desprecian sin conocernos” |


Un hombre es asaltado en el “Camino de Sangre”, entre Jerusalén y Jericó:

Tres respuestas:
El Sacerdote: Pasa de largo, prioriza lo ritual sobre la vida (v.31).
El Levita: Ve y pasa de largo, fe sin acción (v.32).
El Samaritano: Se conmueve, cuida al herido, paga por su recuperación.
El amor sacrificial vence la indiferencia.


No responde “¿Quién es mi prójimo?”, sino:

El intérprete no menciona “samaritano”, dice:
“El que usó de misericordia”.
Jesús ordena:


Un seminarista corre a predicar sobre el amor al prójimo. Ve a un hombre tirado en la calle y decide no detenerse, temiendo llegar tarde. Más tarde se entera de que el hombre murió, y nunca más pudo predicar ese sermón.



(1 Juan 3:17)

(Isaías 53:5)

(Gálatas 3:28)
El amor genuino pregunta: “¿Cómo puedo servir?”

Jesús destruye muros de odio y religión.
El prójimo es quien necesita tu compasión, no tu juicio.
La misericordia sobre triunfa el juicio (Santiago 2:13).


Tal vez hoy Dios te invita a ser el samaritano , a dejar de justificarte y empezar a ayudar.