El salto al vacío

Bart

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24 Enero 2001
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El salto al vacío

"Como el águila que excita su nidada, revolotea sobre sus pollos,
extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas,
el Señor solo le guió
" (Deuteronomio 32:11-12).

Según parece, el águila sólo puede enseñar a sus polluelos
a volar empujándolos fuera del nido, al vacío.
Entonces toman conciencia de la debilidad de sus pequeñas alas.
Al batallar desesperadamente en el aire,
descubren el secreto de una nueva vida.
Poco a poco aprenden a moverse en ese elemento,
a utilizar la fuerza del viento para elevarse y dominar las alturas.
Si durante su aprendizaje empiezan a caer,
los padres aparecen y los sostienen en sus propias alas.

De la misma manera, Dios enseña a sus hijos
a servirse de las alas de la fe, a veces destruyendo su blando nido,
quitándoles su sostén y empujándolos al vacío.
Al luchar para no hundirse en lo que parece un abismo sin fondo,
descubren que la prueba puede fortalecerlos
y que Dios está dispuesto a llevarlos
como el águila que extiende sus alas
para sostener a su pequeño aguilucho.

Para nosotros es tentador sentirnos seguros
por las cosas que podemos ver y tocar;
contar sólo con el Dios invisible
resulta ser una experiencia totalmente nueva.

Hay momentos en la vida cristiana
cuando «el salto al vacío» es inevitable.
Confiemos en nuestro Padre celestial.
¡Con qué delicadeza adapta las pruebas a nuestras débiles fuerzas
y nos preserva de la caída llevándonos sobre sus poderosas alas!

"Los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán
"
(Isaías 40:31).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)


Fraternalmente en Cristo

Mario Contreras T.
Aguas Vivas · Chile
www.aguasvivas.cl