El retorno de Cristo: ¿Debemos esperarlo o ya sucedió?

zam50

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13 Abril 2021
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Como todos deben saber, las profecías proferidas por Jesús sobre su retorno y las incluidas en el libro de Apocalipsis son interpretadas en diversas formas por los eruditos cristianos.

Las tres interpretaciones más populares son la futurista, la idealista y la preterista.

La futurista es la más esparcida y aceptada en las comunidades cristianas. La misma sostiene que las profecías de los capítulos 24 y 25 del evangelio según Mateo y del libro de Apocalipsis van a suceder en un tiempo futuro indefinido.

La idealista es complicada. No muy popular por cierto. Esta corriente de pensamiento indica que las profecías de Jesús sobre el final de los tiempos y del libro de Apocalipsis son alegorías sobre realidades espirituales. No son literalmente profecías sobre sucesos que realmente ocurrirán en el futuro. Más bien ilustran realidades espirituales que están por encima de los seres humanos.

Finalmente esta la postura preterista. Esta escuela defiende que las profecías antes mencionadas ya ocurrieron De hecho, que las mismas se cumplieron en el mismo lapso de tiempo en que los evangelios y el Apocalipsis fueron escritos. En esta corriente existen dos posturas. La primera es el preterismo parcial. Esta posición alega que la gran mayoría de las profecías se cumplieron.. No obstante, el regreso de Cristo y la resurrección de los muertos van a suceder en el futuro. Por otra parte, el preterismo estricto, o completo indica que todas las profecías se cumplieron, incluyendo el regreso de Jesús a la tierra y la resurrección de los muertos.

Es interesante considerar los argumentos de los seguidores del preterismo. En primer lugar alegan que todas las profecías del final de los tiempos no eran sobre el final del mundo en conjunto, sino sobre el final del Israel como el centro espiritual de la historia y las escrituras. Todo el judaísmo bíblico colapso con la destrucción de Jerusalén y el Templo ejecutada por los romanos en el año 70 AD. Después de ese triste evento, los sacrificios terminaron por siempre, y el judaísmo se tuvo que circunscribir a las sinagogas, hasta nuestros días.

Sobre todo lo anterior, debemos considerar que lo dicho por Jesús en Mateo 24 y 25 concuerdan totalmente con el tiempo previo a la destrucción del Templo. Consideren lo siguiente: Jesús dijo que muchos falsos profetas se levantarían, que ocurrirían terremotos. Varios terremotos significativos sucedieron en el Medio Oriente y Asia menor poco antes del año 70 AD.

Dicen los evangelios:

"El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;

y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.

Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!

Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo."

Lo anterior se acomoda perfectamente con lo que sucedió antes del ataque romano a Jerusalén en el año 70 AD. Es un hecho que los romanos rodearon la cuidad por dos años antes del ataque final. Los romanos no permitieron que se llevara comida a la ciudad, ni tampoco que nadie saliera a buscar alimentos. Muchos murieron de hambre, no obstante muchos pudieron escapar. Por ello las palabras de Jesús ilustran lo que sucedió en ese tiempo en que la ciudad estuvo sitiada por los romanos . Todos aquellos que pudieron huir sin mirar atrás debían hacerlo. Una vez los romanos atacaron la ciudad, todo quedó quemado y destruido, incluyendo el santo Templo. Miles de judíos fueron asesinados y secuestrados como esclavos por los romanos. Fue literalmente un Apocalipsis. El historiador Josefo, quien escribió las "Antigüedades" (una historia de Israel desde sus orígenes) en los años 80 AD, afirma en su libro que el sufrimiento de la nación judía fue terrible. Fue como nunca se había sufrido antes en toda su historia. Lo mismo fue dicho por Jesús en sus profecías.

El "fin del mundo" profetizado fue realmente el fin del mundo judío como centro de la revelación divina. Ese privilegio pasó a la iglesia de Cristo.

Las escrituras sostienen que las profecías de Jesús ocurrirían en la misma generación en que El y sus apóstoles vivieron.

Santiago 5:8 dice:

"Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca."

1ra de Pedro 4:7:

"Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración."

Mateo 10:23:

"Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre."

Mateo 16:28:

"De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino."

Hebreos 10:37:

"Porque aún un poquito,y el que ha de venir vendrá, y no tardará."

Apocalipsis 1:1:

"La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto;"

Todos estos pasajes dejan claro que Jesús claramente dijo que sus discípulos estarían aún con vida para ver el regreso de Cristo. Incluso, los pasajes son evidente prueba que los apóstoles estaban esperando el regreso de Jesús pronto. Jesús no mintió al expresar que sus apóstoles serían testigos de su retorno.

Ellos no se expresaron afirmando que las profecías no se cumpliría durante sus vidas, y sí miles de años más tarde. No. Estos versos bíblicos son afirmaciones de que lo profetizado por Jesús iba a suceder PRONTO, en aquellos días.

Entonces: La destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 AD, sucede 40 años después de la muerte de Cristo. Una "generación" se extiende exactamente por 40 años. Varios apóstoles aún estaban vivos. Ellos vieron el juicio de Dios sobre Israel. Jesús no retornó en forma literal, pero si espiritualmente envió un severo castigo a la nación judía por haberlo despreciado. Jesús "regresó" como juez. Las profecías sí se cumplieron. Pero ¿qué de la resurrección de los muertos? Eso tiene una clara explicación. Como bien ilustró el apóstol Pablo, cuando un converso se bautiza, resucita, vuelve a la vida como nueva criatura. La vida de pecado muere, y resucita como un siervo de Cristo. Entonces: la resurrección de los muertos ha ocurrido en la iglesia de Cristo. Cada vez que alguien acepta a Jesús como Señor y salvador y se bautiza, ocurre una resurrección. Ese es el cumplimiento de la profecía.

Ahora bien, sobre el libro de Apocalipsis. En el mismo el escritor menciona la bestia o anticristo, al falso profeta y a la Gran Babilonia. Todas esas figuras son alusiones al imperio romano. El anticristo es el César, quien también ostentaba el título de "sumo pontifice" (falso profeta). Es importante destacar que Nerón César, quien fue emperador entre el 54 y el 68 AD, fue el primero en llevar a cabo una cruel persecución contra los cristianos. En el Apocalipsis se indica que el número de la bestia es 666. A los que conocen sobre el alef-bet hebreo, saben bien que las letras hebrea se identifican con números. Ese sistema es usado para la interpretación bíblica. El mismo es conocido como la guematria. En hebreo el número en guematria 666 corresponde a la frase "Nerón César." En cuanto a la Gran Babilonia, el mismo libro de Apocalipsis indica cuál es ese lugar. Es la ciudad rodeada por siete montañas. Esa ciudad es sin duda Roma, la cual está rodeada por siete lomas. El autor de Apocalipsis escribió su libro años después de Nerón haber muerto. Es decir: no son profecías, sino descripciones poéticas sobre eventos ocurridos previamente.

En definitiva. Existe la posibilidad de que ya Jesús regresó a nuestro planeta, y que la resurrección también pasó, y continúa sucediendo.

Es todo materia de interpretación. Cada cual llegue a sus propias conclusiones.

Bendiciones,
 
El Día del Señor es sólo sí,
muere un cristiano bautizado, o
se arrepiente un creyente, y se bautiza.

Mientras que los impíos que todos los días mueren se van
a su indeseable encuentro con los señores infernales.

Nada más.