El retiro en Pensylvania fue maravilloso, gracias por sus oraciones

25 Enero 2000
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Hermanos en Cristo,

Fueron dos días maravillosos. Cuarenta adultos y cualquier cantidad de niños.

Preparé dos charlas:

(1) La Santidad de Dios, y la santidad de su pueblo. Leímos muchos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos. Duró dos horas y la gente no se quiso mover de sus asientos; y

(2) Si somos santos, que debemos hacer hasta que Cristo retorne, basado en Efesios 4:1-16.
Esto fue el domingo por la mañana. La voz de Dios se escuchó.

Todos salimos con más ganas de aprender y de enseñar la PALABRA DE DIOS.

Nota interesante: En la sección de preguntas intervino un hombre que ha comenzado a venir a la iglesia recientemente. Entre las cosas que dijo fue: "Yo soy bueno". Todas las cabecitas se movieron negativamente. Le explicamos que somos santos pero no somos bueno. Nuestra santidad viene de Dios. Después me enteré que este hermano recientemente se había convertido al Evangelio del 'catolicismo romano'.

Al final, me felicitó y me dijo que nunca había entendido mejor el Evangelio.

Fueron 125 millas bien recorridas ya que sentí que el Espíritu de Dios había inundado todo mi ser. Aunque soy indigno pecador, El Señor me está usando para su gloria.

El retiro se llevó a cabo en una preciosa campiña en el EStado de pensylvania muy cerca al Estado de Nueva York.

Gracias por sus oraciones.
 
Muchas gracias, don Ezequiel.

Quiera el Señor seguir sirviéndose de Vd.

Por cierto, esas charlas que preparó, en inglés, claro, ¿las piensa publicar en el foro?

Suyo, en Cristo,

USOZ
 
Hermano Usoz, verdaderamente he reafirmado lo que vengo diciendo aquí en el foro. La SANTIDAD de Dios es tan grande y tan incomprensible que nuestras mentes nunca podrán entenderlas. Su santidad sólo puede encointra una respuesta de nosotros, que caigamos al suelo y sepamos que no somos "nada" ante El. Somos escoria.

La santidad nuestra es el fruto de su misericordia y de sus decretos. Imposibles ambos de ser comprendidos.

Y nuestra respuesta como pueblo santo de Dios basados en Efesios 4.