Hermanos en Cristo,
Fueron dos días maravillosos. Cuarenta adultos y cualquier cantidad de niños.
Preparé dos charlas:
(1) La Santidad de Dios, y la santidad de su pueblo. Leímos muchos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos. Duró dos horas y la gente no se quiso mover de sus asientos; y
(2) Si somos santos, que debemos hacer hasta que Cristo retorne, basado en Efesios 4:1-16.
Esto fue el domingo por la mañana. La voz de Dios se escuchó.
Todos salimos con más ganas de aprender y de enseñar la PALABRA DE DIOS.
Nota interesante: En la sección de preguntas intervino un hombre que ha comenzado a venir a la iglesia recientemente. Entre las cosas que dijo fue: "Yo soy bueno". Todas las cabecitas se movieron negativamente. Le explicamos que somos santos pero no somos bueno. Nuestra santidad viene de Dios. Después me enteré que este hermano recientemente se había convertido al Evangelio del 'catolicismo romano'.
Al final, me felicitó y me dijo que nunca había entendido mejor el Evangelio.
Fueron 125 millas bien recorridas ya que sentí que el Espíritu de Dios había inundado todo mi ser. Aunque soy indigno pecador, El Señor me está usando para su gloria.
El retiro se llevó a cabo en una preciosa campiña en el EStado de pensylvania muy cerca al Estado de Nueva York.
Gracias por sus oraciones.
Fueron dos días maravillosos. Cuarenta adultos y cualquier cantidad de niños.
Preparé dos charlas:
(1) La Santidad de Dios, y la santidad de su pueblo. Leímos muchos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos. Duró dos horas y la gente no se quiso mover de sus asientos; y
(2) Si somos santos, que debemos hacer hasta que Cristo retorne, basado en Efesios 4:1-16.
Esto fue el domingo por la mañana. La voz de Dios se escuchó.
Todos salimos con más ganas de aprender y de enseñar la PALABRA DE DIOS.
Nota interesante: En la sección de preguntas intervino un hombre que ha comenzado a venir a la iglesia recientemente. Entre las cosas que dijo fue: "Yo soy bueno". Todas las cabecitas se movieron negativamente. Le explicamos que somos santos pero no somos bueno. Nuestra santidad viene de Dios. Después me enteré que este hermano recientemente se había convertido al Evangelio del 'catolicismo romano'.
Al final, me felicitó y me dijo que nunca había entendido mejor el Evangelio.
Fueron 125 millas bien recorridas ya que sentí que el Espíritu de Dios había inundado todo mi ser. Aunque soy indigno pecador, El Señor me está usando para su gloria.
El retiro se llevó a cabo en una preciosa campiña en el EStado de pensylvania muy cerca al Estado de Nueva York.
Gracias por sus oraciones.