Pensé abrir este epígrafe dirigido a un miembro en especial de este foro que profesa el catolicismo romano y que ultimarte ha estado participando activamente. Pero para no violar alguna norma es mejor no decir a quien me refiero aunque algunos saben de quien hablo.
Muchos católicos son así y la verdad que muchos protestantes lo son también. Lo contrario es también verdad, hay católicos y protestantes llenos de amor y compasión y que son verdaderos hijos de Dios. Pero algunos aquí en este foro son el tipo de personas que se dicen ser cristianos y que muestran un celo fervoroso por su Iglesia y las doctrinas que profesan, están completamente seguros de lo que creen y por lo tanto los demás están equivocados, no muestran una sensibilidad para debatir solo se dedican a defender su fe y a llamar herejes, sectas a los cristianos evangélicos menospreciando la fe que profesan solo en Cristo, les encanta juzgar aunque juzgando se condenan ellos mismos según las palabras de Cristo. Aun habiendo cierta verdad en ellos la tonalidad y la falta de humildad en sus respuestas hacen sin fruto todo su esfuerzo y lo peor de todo piensan que así agradan a Dios cuando la realidad es que Dios no los conoce, pues no son nacidos de Dios.
Estas personas deberían de tener humildad ante las siguientes palabras:
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama,
es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1 Juan 4:7-8)
¿De que te sirve ser un erudito en patristica y refutar doctrinas reformadas (o romanas), si al tono de las respuestas le falta el amor cristiano y solo se nota el desprecio por los demás?. Tus conocimientos y habilidad y fidelidad a tu Iglesia no te van a servir de nada en el día del juicio, pues si no amas no conoces a Dios ni Dios te conoce a ti. Muy seguros estaban aquellos de ser hijos de Dios y horriblemente sorprendidos cuando escucharan de la boca del altísimo “Apartaos de mi nunca os conocí hacedores de maldad” No le podrán decir al Señor “¿Yoooo, que defendí la fe de los herejes protestantes?” Es un tremendo mal hablar soberbiamente en el nombre de Cristo menospreciando a tu prójimo que profesa fe en el Hijo de Dios.
El mayor mandamiento de todos y por los que se rigen y se cumplen todos los demás mandamientos es el amor, sin amor violas todos los mandamientos por mas defensa que hagas de tu fe y tienes por menos a tu prójimo mostrando tu soberbia.
Y como dice Pablo, “Si no tienes amor nada eres” El amor debe ser sin fingimiento, para que sea verdadero debe ser honesto, puro y sin engaño y sin hipocresías.
Aquellos que debaten por debatir deberían de cuidar lo que dicen pues en las muchas palabras no falta pecado.
La defensa de la fe como todo en el cristianismo se hace con amor y por amor y con mucho cuidado pues de otra manera la Palabra de Dios es blasfemada. Si no tienes amor para hablar de las verdades eternas, medita si conoces a Dios, pues repito, “el que no ama no conoce a Dios” yo que tu callaría, pues mira que por tus palabras serás juzgado por mas verdades que posean pues son amargamente dichas y no sazonadas con sal.
Muchos católicos son así y la verdad que muchos protestantes lo son también. Lo contrario es también verdad, hay católicos y protestantes llenos de amor y compasión y que son verdaderos hijos de Dios. Pero algunos aquí en este foro son el tipo de personas que se dicen ser cristianos y que muestran un celo fervoroso por su Iglesia y las doctrinas que profesan, están completamente seguros de lo que creen y por lo tanto los demás están equivocados, no muestran una sensibilidad para debatir solo se dedican a defender su fe y a llamar herejes, sectas a los cristianos evangélicos menospreciando la fe que profesan solo en Cristo, les encanta juzgar aunque juzgando se condenan ellos mismos según las palabras de Cristo. Aun habiendo cierta verdad en ellos la tonalidad y la falta de humildad en sus respuestas hacen sin fruto todo su esfuerzo y lo peor de todo piensan que así agradan a Dios cuando la realidad es que Dios no los conoce, pues no son nacidos de Dios.
Estas personas deberían de tener humildad ante las siguientes palabras:
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama,
es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1 Juan 4:7-8)
¿De que te sirve ser un erudito en patristica y refutar doctrinas reformadas (o romanas), si al tono de las respuestas le falta el amor cristiano y solo se nota el desprecio por los demás?. Tus conocimientos y habilidad y fidelidad a tu Iglesia no te van a servir de nada en el día del juicio, pues si no amas no conoces a Dios ni Dios te conoce a ti. Muy seguros estaban aquellos de ser hijos de Dios y horriblemente sorprendidos cuando escucharan de la boca del altísimo “Apartaos de mi nunca os conocí hacedores de maldad” No le podrán decir al Señor “¿Yoooo, que defendí la fe de los herejes protestantes?” Es un tremendo mal hablar soberbiamente en el nombre de Cristo menospreciando a tu prójimo que profesa fe en el Hijo de Dios.
El mayor mandamiento de todos y por los que se rigen y se cumplen todos los demás mandamientos es el amor, sin amor violas todos los mandamientos por mas defensa que hagas de tu fe y tienes por menos a tu prójimo mostrando tu soberbia.
Y como dice Pablo, “Si no tienes amor nada eres” El amor debe ser sin fingimiento, para que sea verdadero debe ser honesto, puro y sin engaño y sin hipocresías.
Aquellos que debaten por debatir deberían de cuidar lo que dicen pues en las muchas palabras no falta pecado.
La defensa de la fe como todo en el cristianismo se hace con amor y por amor y con mucho cuidado pues de otra manera la Palabra de Dios es blasfemada. Si no tienes amor para hablar de las verdades eternas, medita si conoces a Dios, pues repito, “el que no ama no conoce a Dios” yo que tu callaría, pues mira que por tus palabras serás juzgado por mas verdades que posean pues son amargamente dichas y no sazonadas con sal.