EL QUE HIERE LA CABEZA DE LA SERPIENTE

2 Junio 1999
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De la web de Gracia Soberana
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EL QUE HIERE LA CABEZA DE LA SERPIENTE


"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañal." GÉNE-SIS 3:15.

Miramos alrededor nuestro y vemos un mundo lleno de pecado. Miramos dentro de nosotros mismos y nos en-contramos con corazones llenos de la misma plaga. Es un hecho terrible, y anhelantemente preguntamos cómo ha podido el mal conseguir tal dominio. Solamente la Pa-labra de Dios puede darnos la respuesta. Leemos allí que uno en forma de serpiente engañó a nuestros primeros padres y, cautivándolos, cambió su naturaleza.
Pero, ¿quién es esta serpiente? Más adelante apren-demos que se trata del Diablo. Se disfrazó de esta manera para poder engañar mejor. No se cierra la Biblia sin an-te; dejar esta verdad fuera de dudas. Dos veces se dice: "la serpiente antigua, que es el diablo, Satán" (Apocalip-sis 12:9; 20:2). La causa, pues, de que nazcamos en peca-do, y vivamos en él, es el diablo.
Obtuvo primeramente el poder sobre nuestra raza mediante el engaño. Continúa este dominio engañando todavía. Su arte y sus mañas principales tienden a ce-garnos tanto por lo que respecta a él como al gran Liber-tador. Estoy seguro de esto, pues veo a muchos cuyos días transcurren sin dedicar ni un solo pensamiento al adversario que, siempre cercano, busca su miseria. Oyen hablar del diablo, y hasta quizá ellos mismos hablan de él, pero lo hacen como si se tratara de un nombre vado, y no de un poder maligno y terriblemente eficaz. Lector, este puede quizá ser tu caso. Si es así, no dejes estas líneas. Humildemente te requiero a que prosigas la lectura que, por la gracia de Dios, puede alumbrar tu oscuridad y puede liberar tu alma cautiva.
Considera la naturaleza del diablo. Sus mismos títulos la ponen de manifiesto. Es el príncipe de este mundo, según el Evangelio de Juan 12:31. Su imperio es mundial. Todos los millones nacidos de nuestra raza humana, sin una sola excepción, vinieron al mundo como sus esclavos. Nacieron a la vida con estas cade-nas alrededor de sus manos, y con el trono del maligno erigido en sus corazones. Pueden obtener la libertad por si mismos? No. Sus guardianes son demasiados y sus gri-lletes demasiado fuertes. Pero, ¿es que acaso desean la libertad? No. A1 contrario, son servidores del Maligno por su propia voluntad. Jesús afirma: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y las obras de vuestro padre hacéis" (Juan 8:44).
Es el dios de este mundo (II Corintios 4:4). Levanta los ídolos de la fama, el placer o el dinero, y los hombres se inclinan y los adoran. Abre sus templos y los adorna con toda suerte de ornamentos, y allí ministra la halaga-dora copa del error, y las multitudes acuden para apren-der su credo.
Es el dirigente de innumerables ejércitos. No hay un solo lugar en el mundo, ni un solo hogar, que él no haya visitado. ¿Queremos huir? NOS acorrala. ¿Buscamos la soledad? Nos sigue. En las cortes de Dios, y en las asam-bleas de las multitudes, sus vasallos hormiguean alrededor nuestro. Leemos de alguien que estaba invadido por una legión de ellos. ¡Cuán vasto debe ser, pues, todo el ejército en conjunto! En un sentido podemos decir que la ubicuidad le pertenece, ya que no hay sitio en que no se halle algún emisario suyo. También podemos decir que tiene omnisciencia, porque nada ocurre sin que algún oído suyo se entere. Observa todas nuestras acciones; es-cucha todas nuestras palabras.
Es espíritu (Efesios 2:2). Tiene por consiguiente fácil acceso a los secretos lugares del corazón. Puede plantar la semilla de toda maldad en nuestra mente. Aun cuan-do cerremos las puertas de nuestros sentidos, aún así halla una entrada, y ensucia nuestros pensamientos tor-nando hasta la misma imaginación tan vil como él.
Entró en judas Iscariote (Lucas 22:3). Llenó el cora-zón de Ananías (Hechos 5:3). Querido lector, ¿no se ha albergado a menudo en tu alma? Piensa, pues, si no tie-nes tú también parte entre sus huestes.
Es tan ingenioso como fuerte. Raras veces son descu-biertos sus verdaderos propósitos, hasta que el cebo ha atrapado sus presas. Sus trampas son apenas vislumbra-das hasta que nos encontramos enredados en su maraña. La fosa se extiende invisible a nuestros pies hasta que hemos caído dentro de ella. Ha estado ocupado en el mis-mo empleo desde hace miles de años. Por consiguiente, sabe ya cómo manejar sus armas; ha adquirido experien-cia. Estudia cuidadosamente nuestros temperamentos. Y así como nosotros sabemos muy poco acerca de nosotros mismos, él nos conoce perfectamente bien. Ve nuestro pun-to flaco, espera la hora oportuna y tiende cautelosamente la red.
Poco pensaba Giezi que la visita de Naamán sería la trampa del tentador. Poco pensaba Ezequías que la em-bajada de Babilonia desenmascararía su vanagloria. Pe-dro es lanzado a la cobarde culpabilidad de su negación por la pregunta de una sirvienta. Lector, vigila siempre, ora siempre, si quieres escapar a la tentación.
Cuadro muy sombrío es éste. ¿Quién puede verlo sin temblar? Pero, con todo, y por más sombrío que pueda parecer, no es más que un pálido reflejo de lo que real-mente es el poderoso y cruel enemigo de nuestras almas.
Presta atención ahora a las nuevas que he de pro-clamar. Aunque el diablo es fuerte, hay uno que es más fuerte que él. Aunque es grande, hay uno todavía más grande que él. Aunque es poderoso, hay todavía uno más poderoso que él, el Omnipotente. Aunque es listo, hay uno que es Omnisciente. Aunque es el cautivador, la sido hecho cautivo. Aunque es el esclavizador, ha sido hecho esclavo. Aunque forja cadenas, él mismo ha sido encadenado. Aunque es conquistador, él mismo ha sido conquistado. Pues el bendito Señor Jesucristo vino como Conquistador, Libertador, Redentor y Salvador. Vence al diablo, y da libertad, redención, salvación a todos dos hijos de los hombres que se acogen al estandarte de su vic-toria.
Lector, quizá tienes un espíritu ansioso y no desco-noces muchos temblores al pensar en la suerte que te es-pera si pereces en manos del Maligno. Pides, solícito, prue-bas de que Jesús haya aplastado el poder de este tirano. Gracias a Dios, y a su gracia, porque las pruebas son abundantes.
Escucha la voz de Dios en el Edén: "Ésta -la Si-miente de la Mujer, o sea, el Señor Jesús- te herirá en la cabeza". ¿No sabía Dios lo que iba a ocurrir? Cierto que lo sabía. ¿Hablará Dios y no se cumplirán sus palabras? Imposible. Este hecho es, pues, cierto: la cabeza de la serpiente debe ser herida por Jesús. Toma aliento y aní-mate. Apenas había sido arruinado el hombre, cuando el que le arruinó a él fue condenado a perpetua ruina. El gozo salvaje de tener encadenada a toda la Creación fue pronto convertido en rabia desesperada. Su éxito se trocó en desesperación. Huyó del jardín, después de haber apar-tado su pie del cuello del hombre, con el constante eco de la voz de Dios en sus oídos: "Te herirá en la cabeza".
Tal fue la segura sentencia de Dios. Tomemos ahora un ejemplo que demuestra cómo el poder de Satán está en realidad por debajo de otro poder.
Ya conoces la historia de Abel. Vino al mundo corno ser caído, igual que nosotros. Odiado por Satán, como nosotros. Expuesto a todas sus maquinaciones, como nos-otros. Pero confió en la Simiente prometida para su sal-vación. Satán no pudo nada contra él. Su temprana muer-te, en manos de un asesino, lo llevó, no al reino de las ti-nieblas, sino al reino de Dios. De modo que la primera alma que dejó su cuerpo mortal en la tierra, demostró que Jesús podía arrebatar al diablo sus presas.
Conoces también la historia de Enoc. Era un hom-bre igual que nosotros, de la misma naturaleza: nacido en corrupción. No podéis dudar que Satán lanzó sobre él sus flechas. Pero su alma no recibió ninguna herida fatal. Fue guardado por la fe en el Salvador que había de venir. Por su fe en la promesa divina, ancló con Dices. Por fe subió a los cielos. Otra joya en la corona del Con-quistador.
Y del mismo modo, todos los santos hombres del mun-do antiguo hallaron cobijo y seguridad bajo las alas del prometido Conquistador. Bastó una promesa para con-vencerles, y a ella entregaron sus vidas. ¡Cuántos y cuán bellos testimonios de liberación! ¡Que sus enseñanzas le-gadas a nosotros no sean en vano!
Pero, en la plenitud de los tiempos, aparece el Con-quistador en forma humana. Satán lo conoce muy bien. Oyó la voz del cielo: "Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia." Hace un desesperado intento para hacerse dueño de la situación. El bendito Salvador sabe hacer frente al conflicto. Se le dan al adversario todas la, ventajas de las circunstancias externas. Saca de su aljaba sus mejores y más probados dardos. Prepara su fuerza y entrena su habilidad. Su imperio depende de aquella oportunidad. El infierno hace cuanto puede. Pero todo es en vano. Cada embate se estrella impotente ante la Palabra del Señor. El Diablo debe abandonar el campo de batalla humillado y abatido. Se halla atado por la ca-dena de palabras que resuenan en sus oídos: "Te herirá en la cabeza."
Hace todavía un esfuerzo final. Incita a hombres im-píos a que prendan y claven sobre la cruz al bendito Sal-vador. Cuando Aquel que es la profetizada Simiente de la mujer inclina su cabeza y expira sobre la cruz del Gól-gota, el Enemigo parece haber triunfado. Pero el final del combate muestra de qué lado está realmente la vic-toria. Si Satán es el más fuerte, que retenga a Cristo en la tumba; que la cárcel detenga a su prisionero. Pero no puede. Jesús quebranta las puertas; se levanta de entre los muertos; se muestra vivo; y asciende triunfal a los cielos. Así que la victoria es ganada para siempre. El des-tructor queda destrozado para siempre bajo los pies de Jesús. Y cuando el Señor mismo descienda otra vez de los cielos con poder y gran gloria, el Diablo será echado en el lago de fuego y azufre y será atormentado día y noche para siempre jamás (Apocalipsis 20:10). Hay un fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles (Ma-teo 25:41). Estaba profetizado: "Te herirá en la cabeza".
La cosa queda clara. Dios es veraz. Jesús es el Con-quistador. El Goliat del infierno ha sido vencido.
Lector, se ha luchado esta batalla y se ha ganado esta victoria para que pobres pecadores puedan ser salvos. Que el Espíritu Santo te ayude a buscar tu torre de segu-ridad y hallar refugio en ella. Satán no hace más que odiarte; su nombre sólo ya es odio, del misma modo que Dios es amor; el diablo quiere tenerte en sus garras, para zarandearte como trigo. Pero si eres hallado en Jesús estas mucho más allá de su alcance. Atacará. Luchará. Intrigará. Pero Jesús será tu escudo.
Estudia las narraciones de la Palabra de Dios. Es la historia de la larga guerra entre los hijos de luz y el "po-der de las tinieblas". Verás cómo Satán ha probado tra-bajar con todas las armas del arsenal del infierno. No tiene ya otras en reserva. Pero todas han fallado. No puede herir más que el calcañal, la planta de los pies. La cabeza está a salvo con Cristo en Dios. Considera, asimismo, cómo una mano más poderosa guía sus propias embestidas contra él mismo. El mismo reino satánico es el que resulta perjudicado de los ataques del Maligno. Persigue a los primitivos cristianos, y la verdad se ex-tiende rápidamente por todo el mundo. Echa a Pablo en el calabozo de Filipos, y el carcelero se convierte junto con toda su casa. Lo envía prisionero a Roma, y sus car-tas parece que tengan alas para enseñar y confortar, no sólo a su época, sino a todas las edades de la Iglesia.
No temas, pues, creyente. La maldición pesa sobre tu adversario. El polvo es su alimento. No puede arrebatar las joyas de la corona de Cristo.
Podrá tentarte con muchas cosas atractivas para los sentidos, pero mira a la cruz, y todo se desvanecerá. Te infundirá pavor con rugidos como de león, pero encára-te a él y muéstrale las heridas del Cordero y huirá. Ante el trono del juicio se presentará para acusarte, pero si has sido lavado con la sangre de Jesús, no podrá hallar nada contra ti, ni podrá exigir nada de ti, pues no le per-teneces. Está seguro: si estás unido a Cristo por la fe, el triunfo completo es tuyo y "el Dios de paz herirá pronto a Satán bajo tus mismos pies." Si éste es tu caso, levanta tu cabeza con gozo y canta la canción santa: "Tu dies-tra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Y con la gran-deza de tu poder has derribado a los que se levantaron con-tra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca" (Éxodo 15:6, 7).
 
:rolleyes: Hola Maripaz, te deseo las más ricas bendiciones de nuestro Señor y Dios Jesucristo...

Maripaz, estoy muy deacuerdo con lo que expresaste arriba, pero...en uno de tus párrafos mencionaste :
""Podrá tentarte con muchas cosas atractivas para los sentidos, pero mira a la cruz, y todo se desvanecerá. Te infundirá pavor con rugidos como de león, pero encára-te a él y muéstrale las heridas del Cordero y huirá. Ante el trono del juicio se presentará para acusarte, pero has sido lavado con la sangre de Jesús, no podrá hallar nada contra ti, ni podrá exigir nada de ti, pues no le per-teneces. Está seguro: si estás unido a Cristo por la fe, el triunfo completo es tuyo y "el Dios de paz herirá pronto a Satán bajo tus mismos pies.""
:confused: :confused:
Con lo que creo que se debe tener un cierto grado de precaución, debido a que a pesar de que con "Cristo somos más que vencedores", estamos en una gerra espiritual donde hay que combatir y luchar, porque la gerra es fuerte y una sola pestañada y el "Diablo se aprobechará"...
En el otro tema que has planteado ( atar y desatar...), te pregunté que si podría habrir el tema de liberación en ese tema, pero ahora te lo vuelvo a pedir aquí, ya que creo que está intimamente relacionado y donde creo que existe una gran carencia de conocimiento impírico sobre ese asunto... No es tan facil, como decir que ya somos vencedores y listos, debemos tomar las armas(espirituales) que nos ha dado Dios y luchar...

Espero tu respuesta....
Dios te bendiga...
FOR EVER...
:) :) :) :)
 
Hola Criven, DTB


En primer lugar aclarar que el escrito NO ES MIO, arriba se indica de donde lo traje ;)


En segundo pedirte perdón por no haberte contestado la otra vez, lo leí pero se me pasó; además de que me parece extraño :confused: que me pidas permiso para poner un tema sobre Liberación, aquí o en otro lugar; el foro es abierto y tu eres libre de poner el tema que desees; te aconsejo que abras un epígrafe con el tema ;)


Muchas bendiciones


Maripaz
 
¿Alguien que piense que quien hiere la cabeza de la serpiente es otra persona que NO ES JESUCRISTO?

Maripaz
 
Querida maripaz, cabe mencionar que el ORGULLO es una de las puertototas que aun los cristianos abrimos y por donde se cuela satanas y nos sarandea.
El orgullo es el pecado que hizo que satanas se rebelara contra Dios, pues el mismo quiso ser como Dios, pues era perfecto y hermoso. (¿como Dios?)
Pero se hallo en el maldad, (orgullo) y fue echado fuera.
Jesus mismo lo vió caer del cielo como un rayo.
Jesus el Salvador nos da la pista para reconocer si en nosotros hay orgullo o rebelión:

"Jesús les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente ME AMARIAS, porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Porqué no entendeis mi lenguaje? Porque no podeís escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre, el diablo, y los deseos de vuestro padre quereis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. " Juan 8:42-44

Por lo tanto primero: DEBEMOS AMAR A JESUS CON TODO NUESTRO CORAZON. (AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODA TU MENTE CON TODA TU ALMA Y CON TODO TU CORAZON, Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO).

Segundo: NO MENTIR NUNCA: Cuando un cristiano miente, mentiritas o mentirotas EL ENEMIGO ENTRA Y hace con el lo que quiere. LO PRIMERO: HACE QUE SE OPONGA A LA VOLUNTAD DE DIOS, Y SE REBELE.

En otros casos, como el de Judas, hace que uno traicione a Jesucristo y despues nos culpa y condena por ello, y si no nos arrepentimos y le pedimos perdón a Jesus, puede pasarnos lo que a Judas, !morir en culpa y por su propia mano, que es la mano de Satanas en Judas!

Por lo tanto, creo que la clave de la vida victoriosa en Cristo Jesus es:
UNO) AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS, Y AL PROJIMO.
DOS) NUNCA MENTIR, DECIR LA VERDAD NOS HACE LIBRES Y DIOS ACTUA A FAVOR NUESTRO SIEMPRE QUE DECIMOS LA VERDAD. "Y CONOCEREIS LA VERDAD, Y LA VERDAD OS HARA LIBRES". Juan 8:32 Libres de que? LIBRES DE SATANAS Y SU OBRA E INFLUENCIA.
TERCERO) Sujetarse a las autoridades espirituales y terrenales. SER OBEDIENTES Y NO REBELARNOS EN NADA.
NO DARLE CABIDA AL DIABLO.

Ponerse la ARMADURA DE EFESIOS CADA DIA, reitera lo dicho:
la armadura, es a saber:
1)LA VERDAD (ceñid vuestros lomos con ella)
2)LA JUSTICIA (usar la coraza, concha, proteccion, caparazon)
3)EL EVANGELIO (calzad vuestros pies, es decir, caminar EN LA VERDAD, QUE ES LA PALABRA DE DIOS, Y VIVIRLA, NO APARTARSE DEL CAMINO DE DIOS NI A DIESTRA NI A SINIESTRA)
4)LA FE: Es un escudo que nos proteje, la FE, ES LA CERTEZA DE LO QUE SE ESPERA, Y LA CONVICCION DE LO QUE NO SE VE.
5)LA SALVACION: es un Yelmo,(casco)que PROTEGE NUESTRA MENTE DE TODO ATAQUE. SOMOS SALVOS POR FE EN JESUCRISTO, PIDAMOSLE LA MENTE DE CRISTO, PONGAMOSNOS EL CASCO DE JESUCRISTO.
6)LA ESPADA DEL ESPIRITU: que es la palabra de Dios, con la cual Jesus vencio al Diablo cuando quizo tentarlo, y con la cual tambien nosotros le vencemos cada dia.
7)oracion: ORANDO EN TODO MOMENTO Y EN SUPLICA EN EL ESPIRITU/

Y !Listo! CON SEMEJANTE ARMADURA!!!!!
Podemos resistir la afliccion de cada día, Y VENCER AL MUNDO EN CRISTO JESUS!! :)

QUE LA PAZ Y EL GOZO DE JESUCRISTO Y SU INCONMESURABLE AMOR, DESCIENDAN SOBRE CADA UNO DE USTEDES, Y DE MI HOY Y SIEMPRE :)

(p.s. no es un grito de guerra, es UN GRITO DE JUBILO)

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