el problema con el cristianismo actual

5 Enero 2001
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Estimados:

Muchos amigos nos preguntamos porque no podemos ponernos de acuerdo muchas de las congregaciones religiosas que conforman el actual movimiento religioso cristiano. Nos gustaría ver prefigurada una congregación menos mecánica y mas humana.

Nos gustaría extender la mano a otros grupos religiosos y aprender de ellos tanto como hemos aprendido de nuestras tradiciones y libros sagrados. En verdad debemos evolucionar.

No pasemos por alto el valor de nuestra herencia espiritual, el río de verdad que fluye a través de los siglos, incluso hasta la época estéril de una era materialista y laica.

En todos nuestros esfuerzos meritorios por desembarazarnos de los credos supersticiosos de las épocas pasadas, debemos asegurarnos de conservar firmemente la verdad eterna. ¡Pero debemos tener paciencia! Cuando la sublevación actual contra la superstición haya terminado, las verdades del evangelio de Jesús sobrevivirán gloriosamente para iluminar un camino nuevo y mejor.

Pero el cristianismo paganizado y socializado necesita un nuevo contacto con las enseñanzas no comprometidas de Jesús; languidece por falta de una visión nueva de la vida del Maestro en la tierra. Una revelación nueva y más completa de la religión de Jesús está destinada a conquistar un imperio de laicismo materialista y a derrocar un influjo mundial de naturalismo mecanicista. La Tierra se estremece actualmente al borde mismo de una de sus épocas más asombrosas y apasionantes de reajuste social, de reanimación moral y de iluminación espiritual.

Las enseñanzas de Jesús, aunque enormemente modificadas, sobrevivieron a los cultos de misterio de su época natal, a la ignorancia y la superstición de la edad de las tinieblas, e incluso ahora están venciendo lentamente al materialismo, al mecanicismo y al laicismo del siglo veinte. Estas épocas de grandes pruebas y de derrotas amanazantes siempre son períodos de gran revelación.

La religión necesita nuevos dirigentes, hombres y mujeres espirituales que se atrevan a depender únicamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Si el cristianismo insiste en olvidar su misión espiritual mientras continúa ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual tendrá que esperar la llegada de esos nuevos instructores de la religión de Jesús que se consagrarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los hombres.

Entonces, esas almas nacidas del espíritu proporcionarán rápidamente la dirección y la inspiración necesarias para la reorganización social, moral, económica y política del mundo.

La era moderna rehusará aceptar una religión que sea incompatible con los hechos y que no se armonice con sus conceptos más elevados de la verdad, la belleza y la bondad. Ha llegado la hora de volver a descubrir los verdaderos fundamentos originales del cristianismo de hoy deformado y comprometido —la vida y las enseñanzas reales de Jesús.

El hombre primitivo vivía una vida de esclavitud supersticiosa al miedo religioso.
El hombre civilizado moderno teme la idea de caer bajo el dominio de fuertes convicciones religiosas. El hombre inteligente siempre ha tenido miedo de estar sujeto a una religión. Cuando una religión fuerte y activa amenaza con dominarlo, intenta invariablemente racionalizarla, institucionalizarla y convertirla en una tradición, esperando de este modo poder controlarla. Mediante este procedimiento, incluso una religión revelada se convierte en una religión elaborada y dominada por el hombre. Los hombres y las mujeres modernos e inteligentes rehuyen la religión de Jesús por temor a lo que ésta les hará —y a lo que hará con ellos. Y todos estos temores están bien fundados. En verdad, la religión de Jesús domina y transforma a sus creyentes, pidiendo a los hombres que dediquen su vida a buscar el conocimiento de la voluntad del Padre que está en los cielos, y exigiendo que las energías de la vida se consagren al servicio desinteresado de la fraternidad de los hombres.

Los hombres y las mujeres egoístas simplemente no quieren pagar este precio, ni siquiera a cambio del mayor tesoro espiritual que se haya ofrecido nunca al hombre mortal. Cuando el hombre se haya sentido suficientemente desilusionado por las tristes decepciones que acompañan la búsqueda insensata y engañosa del egoísmo, y después de que haya descubierto la esterilidad de la religión formalizada, sólo entonces estará dispuesto a volverse de todo corazón hacia el evangelio del reino, la religión de Jesús de Nazaret.

El mundo necesita más que nada una religión de primera mano. Incluso el cristianismo —la mejor religión del siglo veinte— no es solamente una religión acerca de Jesús, sino que es una religión que los hombres experimentan ampliamente de segunda mano. Éstos cogen su religión íntegramente tal como se la transmiten sus educadores religiosos aceptados. ¡Qué despertar experimentaría el mundo si tan sólo pudiera ver a Jesús tal como vivió realmente en la tierra, y conocer de primera mano sus enseñanzas dadoras de vida! Las palabras que describen las cosas bellas no pueden conmover tanto como la visión de esas cosas, y las palabras de un credo tampoco pueden inspirar el alma de los hombres como la experiencia de conocer la presencia de Dios.

Pero la fe expectante mantendrá siempre abierta la puerta de la esperanza del alma del hombre, para que entren las realidades espirituales eternas de los valores divinos del mundo del más allá.

El cristianismo se ha atrevido a rebajar sus ideales ante el desafío de la avidez humana, la locura de la guerra y la codicia del poder; pero la religión de Jesús se mantiene como la citación espiritual inmaculada y trascendente, apelando a lo mejor que hay en el hombre para que se eleve por encima de todos estos legados de la evolución animal, y alcance por la gracia las alturas morales del verdadero destino humano.

El cristianismo está amenazado de muerte lenta por el formalismo, el exceso de organización, el intelectualismo y otras tendencias no espirituales. La iglesia cristiana moderna no es esa fraternidad de creyentes dinámicos a la que Jesús encargó que efectuara la transformación espiritual continua de las generaciones sucesivas de la humanidad.

El llamado cristianismo se ha convertido en un movimiento social y cultural, así como en una creencia y una práctica religiosas. El arroyo del cristianismo moderno desagua más de un antiguo pantano pagano y más de una ciénaga bárbara; muchas antiguas cuencas culturales vierten sus aguas en esta corriente cultural de hoy, además de las altas mesetas galileas que se supone que son su origen exclusivo.

En verdad, el cristianismo ha hecho un gran servicio a este mundo, pero a quien más se necesita ahora es a Jesús. El mundo necesita ver a Jesús viviendo de nuevo en la tierra en la experiencia de los mortales nacidos del espíritu que revelan el Maestro eficazmente a todos los hombres. Es inútil hablar de un renacimiento del cristianismo primitivo; tenemos que avanzar desde el lugar donde nos encontramos. La cultura moderna debe bautizarse espiritualmente con una nueva revelación de la vida de Jesús, e iluminarse con una nueva comprensión de su evangelio de salvación eterna. Y cuando Jesús sea elevado así, atraerá a todos los hombres hacia él. Los discípulos de Jesús deberían ser más que conquistadores, incluso fuentes desbordantes de inspiración y de vida realzada para todos los hombres. La religión no es más que un humanismo elevado hasta que se hace divina mediante el descubrimiento de la realidad de la presencia de Dios en la experiencia personal.

La belleza y la sublimidad, la humanidad y la divinidad, la sencillez y la singularidad de la vida de Jesús en la tierra presentan un cuadro tan sorprendente y atractivo de la salvación del hombre y de la revelación de Dios, que los teólogos y los filósofos de todos los tiempos deberían reprimir eficazmente el atrevimiento de formular credos o de crear sistemas teológicos de esclavitud espiritual partiendo de esta donación trascendental de Dios en la forma del hombre. En Jesús, el universo produjo un hombre mortal en quien el espíritu de amor triunfó sobre los obstáculos materiales del tiempo y superó el hecho del origen físico.
Tengamos siempre presente que Dios y el hombre se necesitan el uno al otro. Son mútuamente necesarios para alcanzar de manera plena y final la experiencia de la personalidad eterna en el destino divino de la finalidad del universo.

“El reino de Dios está dentro de vosotros” fue probablemente la proclamación más grande que Jesús hiciera nunca, después de la declaración de que su Padre es un espíritu vivo y amante.

Para ganar almas para el Maestro, el primer kilómetro recorrido por coacción, deber o convenio no es la que transformará al hombre y a su mundo, sino más bien el segundo kilómetro de servicio libre y de devoción amante de la libertad, lo que significa que el discípulo de Jesús ha alargado la mano para coger a su hermano con amor y llevarlo, bajo la guía espiritual, hacia la meta superior y divina de la existencia mortal. Ahora mismo, el cristianismo recorre con gusto el primer kilómetro, pero la humanidad languidece y tropieza en las tinieblas morales porque hay muy pocos discípulos auténticos que recorran el segundo kilómetro —muy pocos seguidores declarados de Jesús que vivan y amen realmente como él enseñó a sus discípulos a vivir, amar y servir.

La llamada a la aventura de construir una sociedad humana nueva y transformada mediante el renacimiento espiritual de la fraternidad del reino de Jesús debería emocionar a todos los que creen en él, como los hombres no se han conmovido desde la época en que caminaban por la tierra como compañeros suyos en la carne.

Ningún sistema social o régimen político que niegue la realidad de Dios puede contribuir de manera constructiva y duradera al progreso de la civilización humana. Pero el cristianismo, tal como hoy está subdividido y secularizado, representa el mayor de todos los obstáculos para su propio progreso ulterior; esto es especialmente cierto en lo que concierne a oriente.

El poder eclesiástico es ahora y siempre incompatible con la fe viviente, el espíritu creciente y la experiencia de primera mano de los compañeros, por la fe, de Jesús en la fraternidad de los hombres, en la asociación espiritual del reino de los cielos. El deseo loable de preservar las tradiciones de los logros pasados conduce a menudo a defender unos sistemas de adoración obsoletos. El deseo bien intencionado de fomentar antiguos sistemas de pensamiento impide eficazmente patrocinar unos medios y unos métodos nuevos y adecuados destinados a satisfacer los anhelos espirituales de la mente en expansión y en progreso del hombre moderno.

Asimismo, las iglesias cristianas del siglo veinte se alzan como enormes obstáculos, aunque enteramente inconscientes, para el progreso inmediato del verdadero evangelio —las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Muchas personas serias que ofrecerían gustosamente su lealtad al Cristo del evangelio, encuentran muy difícil apoyar con entusiasmo a una iglesia que da tan pocas muestras del espíritu de su vida y de sus enseñanzas, y a estas personas se les ha enseñado erróneamente que él la fundó. Jesús no fundó la llamada iglesia cristiana, pero de todas las maneras compatibles con su naturaleza, la ha fomentado como la mejor representante existente de la obra de su vida en la tierra.

Si la iglesia cristiana se atreviera tan sólo a abrazar el programa del Maestro, miles de jóvenes aparentemente indiferentes se precipitarían para alistarse en esta empresa espiritual, y no dudarían en llevar a cabo hasta el fin esta gran aventura.

El cristianismo se enfrenta seriamente con la sentencia incluída en uno de sus propios lemas: “Una casa dividida contra sí misma no puede subsistir”. El mundo no cristiano difícilmente capitulará ante una cristiandad dividida en sectas. El Jesús vivo es la única esperanza de una posible unificación del cristianismo. La verdadera iglesia —la fraternidad de Jesús— es invisible, espiritual y está caracterizada por la unidad, pero no necesariamente por la uniformidad. La uniformidad es la marca distintiva del mundo físico de naturaleza mecanicista. La unidad espiritual es el fruto de la unión por la fe con el Jesús vivo. La iglesia visible debería negarse a continuar obstaculizando el progreso de la fraternidad invisible y espiritual del reino de Dios. Esta fraternidad está destinada a convertirse en un organismo viviente, en contraste con una organización social institucionalizada. Puede utilizar muy bien estas organizaciones sociales, pero no debe ser suplantada por ellas. Pero incluso el cristianismo del siglo veinte no debe ser despreciado. Es el producto del genio moral combinado de los hombres que conocían a Dios pertenecientes a muchas razas y durante muchas épocas; ha sido realmente uno de los más grandes poderes benéficos de la tierra, y por consiguiente nadie debería considerarlo a la ligera, a pesar de sus defectos inherentes y adquiridos. El cristianismo continúa ingeniándoselas para incitar, con poderosas emociones morales, la mente de los hombres reflexivos.

Pero la implicación de la iglesia en el comercio y la política no tiene excusa; estas alianzas profanas son una flagrante traición al Maestro. Y los auténticos amantes de la verdad tardarán mucho tiempo en olvidar que esta poderosa iglesia institucionalizada se ha atrevido con frecuencia a sofocar una fe recién nacida, y a perseguir a los portadores de la verdad que aparecían por casualidad con vestiduras no ortodoxas.

Es demasiado cierto que esta iglesia no habría sobrevivido si no hubiera habido hombres en el mundo que prefirieran esta forma de culto. Muchas almas espiritualmente indolentes anhelan una religión antigua y autoritaria de rituales y de tradiciones consagradas. La evolución humana y el progreso espiritual apenas son suficientes para hacer que todos los hombres prescindan de una autoridad religiosa.

Y la fraternidad invisible del reino puede muy bien incluir a estos grupos familiares de diversas clases sociales y temperamentales, con tal que estén dispuestos a convertirse en unos hijos de Dios realmente conducidos por el espíritu. Pero en esta fraternidad de Jesús no hay sitio para las rivalidades sectarias, el resentimiento entre los grupos, ni para las afirmaciones de superioridad moral e infalibilidad espiritual.

Estas diversas agrupaciones de cristianos pueden servir para albergar a los numerosos tipos diferentes de supuestos creyentes entre los diversos pueblos de la civilización occidental, pero esta división de la cristianidad muestra una grave debilidad cuando intenta llevar el evangelio de Jesús a los pueblos orientales.

Estas razas no comprenden todavía que existe una religión de Jesús separada, y un poco apartada, del cristianismo, el cual se ha vuelto cada vez más una religión acerca de Jesús.

La gran esperanza de la Tierra reside en la posibilidad de una nueva revelación de Jesús, con una presentación nueva y ampliada de su mensaje salvador, que uniría espiritualmente en un servicio amoroso a las numerosas familias de susseguidores declarados de hoy día.

Incluso la educación laica podría ayudar a este gran renacimiento espiritual, si prestara más atención a la tarea de enseñar a los jóvenes cómo acometer la planificación de la vida y el desarrollo del carácter. La meta de toda educación debería consistir en fomentar y promover el objetivo supremo de la vida, el desarrollo de una personalidad majestuosa y bien equilibrada. Existe una gran necesidad de enseñar la disciplina moral en lugar de tantas satisfacciones egoístas.

Sobre esta base, la religión puede aportar su estímulo espiritual para ampliar y enriquecer la vida humana, e incluso para asegurar y realzar la vida eterna.

El cristianismo es una religión improvisada, y por eso debe funcionar a baja velocidad. Las actuaciones espirituales a gran velocidad deben esperar la nueva revelación y la aceptación más generalizada de la verdadera religión de Jesús.

Pero el cristianismo es una religión poderosa, puesto que los discípulos corrientes de un carpintero crucificado pusieron en marcha las enseñanzas que conquistaron el mundo romano en trescientos años, y luego continuaron hasta vencer a los bárbaros que derrocaron a Roma. Este mismo cristianismo conquistó —absorbió y exaltó— toda la corriente de la teología hebrea y de la filosofía griega. Luego, cuando esta religión cristiana cayó en estado de coma durante más de mil años a causa de una dosis excesiva de misterios y de paganismo, se resucitó a sí misma y reconquistó virtualmente todo el mundo occidental. El cristianismo contiene suficientes enseñanzas de Jesús como para volverse inmortal.

Si el cristianismo tan sólo pudiera captar una mayor cantidad de enseñanzas de Jesús, podría hacer mucho más para ayudar al hombre moderno a resolver sus problemas nuevos y cada vez más complejos.

El cristianismo sufre una gran desventaja porque ha sido identificado, en la mente de todo el mundo, como una parte del sistema social, la vida industrial y los criterios morales de la civilización occidental; de este modo, el cristianismo ha parecido patrocinar, sin ser consciente de ello, una sociedad que se tambalea bajo la culpabilidad de tolerar una ciencia sin idealismo, una política sin principios, una riqueza sin trabajo, un placer sin restricción, un conocimiento sin carácter, un poder sin conciencia y una industria sin moralidad.

La esperanza del cristianismo moderno consiste en dejar de patrocinar los sistemas sociales y las políticas industriales de la civilización occidental, e inclinarse humildemente ante la cruz que ensalza tan valientemente, para aprender allí otra vez de Jesús de Nazaret las verdades más grandes que el hombre mortal pueda escuchar jamás —el evangelio viviente de la paternidad de Dios y de la fraternidad de los hombres.

Saludos cordiales,

Anibal-LU
 
Re: el problema con el cristianismo actual

Dios tiene el control, nosotros solamente podemos opinar.
 
Re: el problema con el cristianismo actual

ah, cuanta filosofia religiosa, y humanista, permiteme hacerte una pregunta Anibal, tu ya naciste de nuevo?
 
Re: el problema con el cristianismo actual

Estimados:

Muchos amigos nos preguntamos porque no podemos ponernos de acuerdo muchas de las congregaciones religiosas que conforman el actual movimiento religioso cristiano. Nos gustaría ver prefigurada una congregación menos mecánica y mas humana.

Nos gustaría extender la mano a otros grupos religiosos y aprender de ellos tanto como hemos aprendido de nuestras tradiciones y libros sagrados. En verdad debemos evolucionar.

No pasemos por alto el valor de nuestra herencia espiritual, el río de verdad que fluye a través de los siglos, incluso hasta la época estéril de una era materialista y laica.

En todos nuestros esfuerzos meritorios por desembarazarnos de los credos supersticiosos de las épocas pasadas, debemos asegurarnos de conservar firmemente la verdad eterna. ¡Pero debemos tener paciencia! Cuando la sublevación actual contra la superstición haya terminado, las verdades del evangelio de Jesús sobrevivirán gloriosamente para iluminar un camino nuevo y mejor.

Pero el cristianismo paganizado y socializado necesita un nuevo contacto con las enseñanzas no comprometidas de Jesús; languidece por falta de una visión nueva de la vida del Maestro en la tierra. Una revelación nueva y más completa de la religión de Jesús está destinada a conquistar un imperio de laicismo materialista y a derrocar un influjo mundial de naturalismo mecanicista. La Tierra se estremece actualmente al borde mismo de una de sus épocas más asombrosas y apasionantes de reajuste social, de reanimación moral y de iluminación espiritual.

Las enseñanzas de Jesús, aunque enormemente modificadas, sobrevivieron a los cultos de misterio de su época natal, a la ignorancia y la superstición de la edad de las tinieblas, e incluso ahora están venciendo lentamente al materialismo, al mecanicismo y al laicismo del siglo veinte. Estas épocas de grandes pruebas y de derrotas amanazantes siempre son períodos de gran revelación.

La religión necesita nuevos dirigentes, hombres y mujeres espirituales que se atrevan a depender únicamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Si el cristianismo insiste en olvidar su misión espiritual mientras continúa ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual tendrá que esperar la llegada de esos nuevos instructores de la religión de Jesús que se consagrarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los hombres.

Entonces, esas almas nacidas del espíritu proporcionarán rápidamente la dirección y la inspiración necesarias para la reorganización social, moral, económica y política del mundo.

La era moderna rehusará aceptar una religión que sea incompatible con los hechos y que no se armonice con sus conceptos más elevados de la verdad, la belleza y la bondad. Ha llegado la hora de volver a descubrir los verdaderos fundamentos originales del cristianismo de hoy deformado y comprometido —la vida y las enseñanzas reales de Jesús.

El hombre primitivo vivía una vida de esclavitud supersticiosa al miedo religioso.
El hombre civilizado moderno teme la idea de caer bajo el dominio de fuertes convicciones religiosas. El hombre inteligente siempre ha tenido miedo de estar sujeto a una religión. Cuando una religión fuerte y activa amenaza con dominarlo, intenta invariablemente racionalizarla, institucionalizarla y convertirla en una tradición, esperando de este modo poder controlarla. Mediante este procedimiento, incluso una religión revelada se convierte en una religión elaborada y dominada por el hombre. Los hombres y las mujeres modernos e inteligentes rehuyen la religión de Jesús por temor a lo que ésta les hará —y a lo que hará con ellos. Y todos estos temores están bien fundados. En verdad, la religión de Jesús domina y transforma a sus creyentes, pidiendo a los hombres que dediquen su vida a buscar el conocimiento de la voluntad del Padre que está en los cielos, y exigiendo que las energías de la vida se consagren al servicio desinteresado de la fraternidad de los hombres.

Los hombres y las mujeres egoístas simplemente no quieren pagar este precio, ni siquiera a cambio del mayor tesoro espiritual que se haya ofrecido nunca al hombre mortal. Cuando el hombre se haya sentido suficientemente desilusionado por las tristes decepciones que acompañan la búsqueda insensata y engañosa del egoísmo, y después de que haya descubierto la esterilidad de la religión formalizada, sólo entonces estará dispuesto a volverse de todo corazón hacia el evangelio del reino, la religión de Jesús de Nazaret.

El mundo necesita más que nada una religión de primera mano. Incluso el cristianismo —la mejor religión del siglo veinte— no es solamente una religión acerca de Jesús, sino que es una religión que los hombres experimentan ampliamente de segunda mano. Éstos cogen su religión íntegramente tal como se la transmiten sus educadores religiosos aceptados. ¡Qué despertar experimentaría el mundo si tan sólo pudiera ver a Jesús tal como vivió realmente en la tierra, y conocer de primera mano sus enseñanzas dadoras de vida! Las palabras que describen las cosas bellas no pueden conmover tanto como la visión de esas cosas, y las palabras de un credo tampoco pueden inspirar el alma de los hombres como la experiencia de conocer la presencia de Dios.

Pero la fe expectante mantendrá siempre abierta la puerta de la esperanza del alma del hombre, para que entren las realidades espirituales eternas de los valores divinos del mundo del más allá.

El cristianismo se ha atrevido a rebajar sus ideales ante el desafío de la avidez humana, la locura de la guerra y la codicia del poder; pero la religión de Jesús se mantiene como la citación espiritual inmaculada y trascendente, apelando a lo mejor que hay en el hombre para que se eleve por encima de todos estos legados de la evolución animal, y alcance por la gracia las alturas morales del verdadero destino humano.

El cristianismo está amenazado de muerte lenta por el formalismo, el exceso de organización, el intelectualismo y otras tendencias no espirituales. La iglesia cristiana moderna no es esa fraternidad de creyentes dinámicos a la que Jesús encargó que efectuara la transformación espiritual continua de las generaciones sucesivas de la humanidad.

El llamado cristianismo se ha convertido en un movimiento social y cultural, así como en una creencia y una práctica religiosas. El arroyo del cristianismo moderno desagua más de un antiguo pantano pagano y más de una ciénaga bárbara; muchas antiguas cuencas culturales vierten sus aguas en esta corriente cultural de hoy, además de las altas mesetas galileas que se supone que son su origen exclusivo.

En verdad, el cristianismo ha hecho un gran servicio a este mundo, pero a quien más se necesita ahora es a Jesús. El mundo necesita ver a Jesús viviendo de nuevo en la tierra en la experiencia de los mortales nacidos del espíritu que revelan el Maestro eficazmente a todos los hombres. Es inútil hablar de un renacimiento del cristianismo primitivo; tenemos que avanzar desde el lugar donde nos encontramos. La cultura moderna debe bautizarse espiritualmente con una nueva revelación de la vida de Jesús, e iluminarse con una nueva comprensión de su evangelio de salvación eterna. Y cuando Jesús sea elevado así, atraerá a todos los hombres hacia él. Los discípulos de Jesús deberían ser más que conquistadores, incluso fuentes desbordantes de inspiración y de vida realzada para todos los hombres. La religión no es más que un humanismo elevado hasta que se hace divina mediante el descubrimiento de la realidad de la presencia de Dios en la experiencia personal.

La belleza y la sublimidad, la humanidad y la divinidad, la sencillez y la singularidad de la vida de Jesús en la tierra presentan un cuadro tan sorprendente y atractivo de la salvación del hombre y de la revelación de Dios, que los teólogos y los filósofos de todos los tiempos deberían reprimir eficazmente el atrevimiento de formular credos o de crear sistemas teológicos de esclavitud espiritual partiendo de esta donación trascendental de Dios en la forma del hombre. En Jesús, el universo produjo un hombre mortal en quien el espíritu de amor triunfó sobre los obstáculos materiales del tiempo y superó el hecho del origen físico.
Tengamos siempre presente que Dios y el hombre se necesitan el uno al otro. Son mútuamente necesarios para alcanzar de manera plena y final la experiencia de la personalidad eterna en el destino divino de la finalidad del universo.

“El reino de Dios está dentro de vosotros” fue probablemente la proclamación más grande que Jesús hiciera nunca, después de la declaración de que su Padre es un espíritu vivo y amante.

Para ganar almas para el Maestro, el primer kilómetro recorrido por coacción, deber o convenio no es la que transformará al hombre y a su mundo, sino más bien el segundo kilómetro de servicio libre y de devoción amante de la libertad, lo que significa que el discípulo de Jesús ha alargado la mano para coger a su hermano con amor y llevarlo, bajo la guía espiritual, hacia la meta superior y divina de la existencia mortal. Ahora mismo, el cristianismo recorre con gusto el primer kilómetro, pero la humanidad languidece y tropieza en las tinieblas morales porque hay muy pocos discípulos auténticos que recorran el segundo kilómetro —muy pocos seguidores declarados de Jesús que vivan y amen realmente como él enseñó a sus discípulos a vivir, amar y servir.

La llamada a la aventura de construir una sociedad humana nueva y transformada mediante el renacimiento espiritual de la fraternidad del reino de Jesús debería emocionar a todos los que creen en él, como los hombres no se han conmovido desde la época en que caminaban por la tierra como compañeros suyos en la carne.

Ningún sistema social o régimen político que niegue la realidad de Dios puede contribuir de manera constructiva y duradera al progreso de la civilización humana. Pero el cristianismo, tal como hoy está subdividido y secularizado, representa el mayor de todos los obstáculos para su propio progreso ulterior; esto es especialmente cierto en lo que concierne a oriente.

El poder eclesiástico es ahora y siempre incompatible con la fe viviente, el espíritu creciente y la experiencia de primera mano de los compañeros, por la fe, de Jesús en la fraternidad de los hombres, en la asociación espiritual del reino de los cielos. El deseo loable de preservar las tradiciones de los logros pasados conduce a menudo a defender unos sistemas de adoración obsoletos. El deseo bien intencionado de fomentar antiguos sistemas de pensamiento impide eficazmente patrocinar unos medios y unos métodos nuevos y adecuados destinados a satisfacer los anhelos espirituales de la mente en expansión y en progreso del hombre moderno.

Asimismo, las iglesias cristianas del siglo veinte se alzan como enormes obstáculos, aunque enteramente inconscientes, para el progreso inmediato del verdadero evangelio —las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Muchas personas serias que ofrecerían gustosamente su lealtad al Cristo del evangelio, encuentran muy difícil apoyar con entusiasmo a una iglesia que da tan pocas muestras del espíritu de su vida y de sus enseñanzas, y a estas personas se les ha enseñado erróneamente que él la fundó. Jesús no fundó la llamada iglesia cristiana, pero de todas las maneras compatibles con su naturaleza, la ha fomentado como la mejor representante existente de la obra de su vida en la tierra.

Si la iglesia cristiana se atreviera tan sólo a abrazar el programa del Maestro, miles de jóvenes aparentemente indiferentes se precipitarían para alistarse en esta empresa espiritual, y no dudarían en llevar a cabo hasta el fin esta gran aventura.

El cristianismo se enfrenta seriamente con la sentencia incluída en uno de sus propios lemas: “Una casa dividida contra sí misma no puede subsistir”. El mundo no cristiano difícilmente capitulará ante una cristiandad dividida en sectas. El Jesús vivo es la única esperanza de una posible unificación del cristianismo. La verdadera iglesia —la fraternidad de Jesús— es invisible, espiritual y está caracterizada por la unidad, pero no necesariamente por la uniformidad. La uniformidad es la marca distintiva del mundo físico de naturaleza mecanicista. La unidad espiritual es el fruto de la unión por la fe con el Jesús vivo. La iglesia visible debería negarse a continuar obstaculizando el progreso de la fraternidad invisible y espiritual del reino de Dios. Esta fraternidad está destinada a convertirse en un organismo viviente, en contraste con una organización social institucionalizada. Puede utilizar muy bien estas organizaciones sociales, pero no debe ser suplantada por ellas. Pero incluso el cristianismo del siglo veinte no debe ser despreciado. Es el producto del genio moral combinado de los hombres que conocían a Dios pertenecientes a muchas razas y durante muchas épocas; ha sido realmente uno de los más grandes poderes benéficos de la tierra, y por consiguiente nadie debería considerarlo a la ligera, a pesar de sus defectos inherentes y adquiridos. El cristianismo continúa ingeniándoselas para incitar, con poderosas emociones morales, la mente de los hombres reflexivos.

Pero la implicación de la iglesia en el comercio y la política no tiene excusa; estas alianzas profanas son una flagrante traición al Maestro. Y los auténticos amantes de la verdad tardarán mucho tiempo en olvidar que esta poderosa iglesia institucionalizada se ha atrevido con frecuencia a sofocar una fe recién nacida, y a perseguir a los portadores de la verdad que aparecían por casualidad con vestiduras no ortodoxas.

Es demasiado cierto que esta iglesia no habría sobrevivido si no hubiera habido hombres en el mundo que prefirieran esta forma de culto. Muchas almas espiritualmente indolentes anhelan una religión antigua y autoritaria de rituales y de tradiciones consagradas. La evolución humana y el progreso espiritual apenas son suficientes para hacer que todos los hombres prescindan de una autoridad religiosa.

Y la fraternidad invisible del reino puede muy bien incluir a estos grupos familiares de diversas clases sociales y temperamentales, con tal que estén dispuestos a convertirse en unos hijos de Dios realmente conducidos por el espíritu. Pero en esta fraternidad de Jesús no hay sitio para las rivalidades sectarias, el resentimiento entre los grupos, ni para las afirmaciones de superioridad moral e infalibilidad espiritual.

Estas diversas agrupaciones de cristianos pueden servir para albergar a los numerosos tipos diferentes de supuestos creyentes entre los diversos pueblos de la civilización occidental, pero esta división de la cristianidad muestra una grave debilidad cuando intenta llevar el evangelio de Jesús a los pueblos orientales.

Estas razas no comprenden todavía que existe una religión de Jesús separada, y un poco apartada, del cristianismo, el cual se ha vuelto cada vez más una religión acerca de Jesús.

La gran esperanza de la Tierra reside en la posibilidad de una nueva revelación de Jesús, con una presentación nueva y ampliada de su mensaje salvador, que uniría espiritualmente en un servicio amoroso a las numerosas familias de susseguidores declarados de hoy día.

Incluso la educación laica podría ayudar a este gran renacimiento espiritual, si prestara más atención a la tarea de enseñar a los jóvenes cómo acometer la planificación de la vida y el desarrollo del carácter. La meta de toda educación debería consistir en fomentar y promover el objetivo supremo de la vida, el desarrollo de una personalidad majestuosa y bien equilibrada. Existe una gran necesidad de enseñar la disciplina moral en lugar de tantas satisfacciones egoístas.

Sobre esta base, la religión puede aportar su estímulo espiritual para ampliar y enriquecer la vida humana, e incluso para asegurar y realzar la vida eterna.

El cristianismo es una religión improvisada, y por eso debe funcionar a baja velocidad. Las actuaciones espirituales a gran velocidad deben esperar la nueva revelación y la aceptación más generalizada de la verdadera religión de Jesús.

Pero el cristianismo es una religión poderosa, puesto que los discípulos corrientes de un carpintero crucificado pusieron en marcha las enseñanzas que conquistaron el mundo romano en trescientos años, y luego continuaron hasta vencer a los bárbaros que derrocaron a Roma. Este mismo cristianismo conquistó —absorbió y exaltó— toda la corriente de la teología hebrea y de la filosofía griega. Luego, cuando esta religión cristiana cayó en estado de coma durante más de mil años a causa de una dosis excesiva de misterios y de paganismo, se resucitó a sí misma y reconquistó virtualmente todo el mundo occidental. El cristianismo contiene suficientes enseñanzas de Jesús como para volverse inmortal.

Si el cristianismo tan sólo pudiera captar una mayor cantidad de enseñanzas de Jesús, podría hacer mucho más para ayudar al hombre moderno a resolver sus problemas nuevos y cada vez más complejos.

El cristianismo sufre una gran desventaja porque ha sido identificado, en la mente de todo el mundo, como una parte del sistema social, la vida industrial y los criterios morales de la civilización occidental; de este modo, el cristianismo ha parecido patrocinar, sin ser consciente de ello, una sociedad que se tambalea bajo la culpabilidad de tolerar una ciencia sin idealismo, una política sin principios, una riqueza sin trabajo, un placer sin restricción, un conocimiento sin carácter, un poder sin conciencia y una industria sin moralidad.

La esperanza del cristianismo moderno consiste en dejar de patrocinar los sistemas sociales y las políticas industriales de la civilización occidental, e inclinarse humildemente ante la cruz que ensalza tan valientemente, para aprender allí otra vez de Jesús de Nazaret las verdades más grandes que el hombre mortal pueda escuchar jamás —el evangelio viviente de la paternidad de Dios y de la fraternidad de los hombres.

Saludos cordiales,

Anibal-LU

Pufff que peste!!

Cita:

"Nos gustaría extender la mano a otros grupos religiosos y aprender de ellos tanto como hemos aprendido de nuestras tradiciones y libros sagrados. En verdad debemos evolucionar".

Madurar es una cosa "evolucionar" es otra ... y comer el "coco" otra también..

Cita:

"La religión necesita nuevos dirigentes, hombres y mujeres espirituales que se atrevan a depender únicamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Si el cristianismo insiste en olvidar su misión espiritual mientras continúa ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual tendrá que esperar la llegada de esos nuevos instructores de la religión de Jesús que se consagrarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los hombres."

Bueno, parece que Vd. no sabe que YHVH está en control de todo y que en la Escritura se habla de todo ello y de una Apostasía por algo.

Cuando resulta que NO TODO EL MUNDO ha podido tener el libre acceso a la Escritura para poder estudiarla LIBREMENTE, ocurre que vienen, otros como Vd., hablando de "aprender de otros". ¿Será que no tenemos como ejemplo que en los colegios se ha enseñado ya "religión" según las ideas de unos "pocos" y sin hacer uso de la Escritura sino más bien de "libros paralelos" escritos por "otros"?. ¿Cómo podría el "cristianismo" olvidar algo que NO CUAJÓ porque no era la Verdad sino "sucedaneos" de la Verdad? Ser Cristiano significa mucho más que asistir a clase y aprenderse las oraciones/rezos repetitivos y las festividades de los santos y el "we are the world ... we are the children ..paz, paz..paz". Ser Cristiano es una REALIDAD y no una RELIGION.

Pero ¿quizá pretende Vd. que aprendamos cosas del Talmud Babilonico y lo mezclemos con el Islam para luego UNIFICARLAS con lo que Vd. comprende por "cristianismo"? ¿Quizá le gustaría también incluir algo del Budá o algún que otro por ahí?

.... esto ya no tiene nombre ... ¿será que hay que fumar algo para verlo mejor?


A ver le pondré algo para que lea a ver si logra Vd. después "relacionarlo" con algo de lo que Vd. propone. (Ruego disculpen las mayúsculas pero es que viene así en el formato original):

"SEGUIDAMENTE, PRESENTAREMOS EN LA PRENSA CONCURSOS DE ARTE Y DE INCONTABLES Y VARIADAS ACTIVIDADES DEPORTIVAS: ESTOS INTERESES ALEJARAN LOS ANIMOS DE TODO CUANTO PUDIERA ENFRENTARNOS AL PUEBLO. LOS HOMBRES, DESACOSTUMBRANDOSE CADA VEZ MAS A PENSAR POR SI MISMOS, ACABARAN POR HABLAR UNANIMEMENTE DE NUESTRAS REPRESENTACIONES. SEREMOS LOS UNICOS EN PROPONER NUEVAS AVENIDAS PARA EL PENSAMIENTO; PARA ESTO, NOS VALDREMOS DE PERSONAS QUE, SIN QUE SE SEPA, SEAN SOLIDARIAS NUESTRAS.

EL PAPEL DE LOS UTOPISTAS LIBERALES HABRA TERMINADO CUANDO NUESTRO REGIMEN SEA RECONOCIDO. HASTA ENTONCES, NOS PRESTARAN UN GRAN SERVICIO. POR ESO TODAVIA AHORA SEGUIMOS IMPULSANDO Y ESTIMULANDO A LAS INTELIGENCIAS A INVENTAR TODA CLASE DE TEORIAS FANTASTICAS, NUEVAS Y QUE DAN EN LLAMAR PROGRESISTAS. ES LA FORMA DE LOGRAR QUE PIERDAN LA CABEZA LOS CRISTIANOS IMBECILES CON LA PALABRA PROGRESO. NO HABRA UN SOLO DISCERNIDOR ENTRE LOS GOIM QUE DESCUBRA AGAZAPADA BAJO ESTA PALABRA LA EVASION DE LA VERDAD RESPECTO A TODO CUANTO NO SEA DEL MUNDO MATERIAL. ES QUE LA VERDAD ES UNA Y EN ELLA NO CABE EL PROGRESO. EL PROGRESO, COMO TODA IDEA FALAZ, ES UTIL PARA OSCURECER LA VERDAD A FIN DE QUE NADIE LA CONOZCA SALVO NOSOTROS, LOS ELEGIDOS POR YAVE PARA SALVAGUARDARLA.

CON EL ADVENIMIENTO DE NUESTRO REINADO, SE DISERTARA SOBRE LAS GRANDES CONMOCIONES QUE HAN EMPUJADO A LA HUMANIDAD FINALMENTE A NUESTRO REGIMEN BENEFICO. ¿QUIEN DESCUBRIRA ENTONCES QUE DICHAS CONMOCIONES FUERON PROVOCADAS POR LOS JUDIOS DE ACUERDO A UN PLAN POLITICO QUE NADIE DESCUBRIO DURANTE LARGOS SIGLOS?


PROTOCOLO XIV

ABOLICION DE TODAS LAS RELIGIONES SALVO LA DE MOISES. DOMINACION JUDIA. MISTERIOS DE LA RELIGION JUDIA. ARTICULOS INMORALES Y LITERATURA DEL PORVENIR.

CUANDO NOS LLEGUE LA HORA, NO RECONOCEREMOS NINGUN CULTO QUE NO SEA EL DE NUESTRO DIOS. NUESTRO PUEBLO ESTA UNIDO AL DIOS JUDIO. SOMOS EL PUEBLO ESCOGIDO Y NUESTRO DESTINO ES EL DEL MUNDO.

POR SER LOS ELEGIDOS, DEBEMOS DESTRUIR A LAS DEMAS CREENCIAS. SI ASI HACEMOS ATEOS, MEJOR. DE ESTA MANERA, TODOS ESCUCHARAN NUESTRAS PREDICAS SOBRE LA RELIGION DE MOISES. ESTE PROCEDIMIENTO BIEN PENSADO NOS LLEVARA A LA CONQUISTA DE TODOS LOS PUEBLOS.

ASI BRILLARA LA VERDAD MISTICA DONDE REPOSA LA FUERZA EDUCADORA DE NUESTRA RELIGION. DIVULGAREMOS TRATADOS COMPARANDO NUESTRA PROVECHOSA ADMINISTRACION CON LAS DEL PASADO. LLEGADO EL SOSIEGO LUEGO DE SIGLOS DE AGITACION, SE VERAN LOS BENEFICIOS DE NUESTRO SEÑORIO.

RELATAREMOS UNA Y OTRA VEZ LOS ERRORES ADMINISTRATIVOS DE LOS CRISTIANOS CON LOS MAS VIVOS COLORES. TANTO HORROR Y REPUGNANCIA HACIA ELLOS PROVOCAREMOS, QUE LOS PUEBLOS PREFERIRAN EL DESCANSO DE LA ESCLAVITUD A LOS FAMOSOS DERECHOS DE LA LIBERTAD QUE POR TANTO TIEMPO LOS TRAJERON ATORMENTADOS Y LOS PRIVARON HASTA DE LOS MEDIOS NECESARIOS DE SUBSISTENCIA; QUE LOS HICIERON SER EXPLOTADOS POR UNA TURBA DE AVENTUREROS, SIN PODER SIQUIERA SABER QUE ERA LO QUE HACIAN.

LOS CAMBIOS INUTILES DE GOBIERNO QUE LES IMPONIAMOS A LOS CRISTIANOS HABRAN AGOTADO A LOS PUEBLOS; LOS ELECTORES OPTARAN POR SOPORTARNOS ANTES QUE ARRIESGARSE A NUEVAS AGITACIONES. SEÑALAREMOS ESPECIALMENTE LAS FALTAS HISTORICAS DE AQUELLOS GOBIERNOS CRISTIANOS QUE HAN ATORMENTADO DURANTE SIGLOS A LA HUMANIDAD BUSCANDO ILUSORIAS MEJORAS (LOS GENTILES EMPEORABAN CON SUS PROYECTOS LAS SOCIEDADES). LAS RELACIONES ENTRE EL GOBIERNO Y LOS GOBERNADOS SON LA BASE DE LA CONVIVENCIA HUMANA. LA INTEGRIDAD DE NUESTROS PRINCIPIOS, Y LAS MEDIDAS QUE TOMEMOS PARA APLICARLAS, ESTABLECERAN UN CLARO CONTRASTE CON EL ANTIGUO REGIMEN SOCIAL FRACASADO.

NUESTROS FILOSOFOS DISCUTIRAN TODOS LOS DEFECTOS DE LAS CREENCIAS CRISTIANAS. SIN EMBARGO, NO SE HABRAN DE REVELAR JAMAS LAS MIRAS REALES DE NUESTRA RELIGION: SOLAMENTE NOSOTROS, QUE SOMOS LEALES, LAS CONOCEMOS A FONDO.

EN LOS PAISES QUE SE DENOMINAN AVANZADOS HEMOS CREADO UNA LITERATURA LOCA, SUCIA Y ABOMINABLE. CUANDO LLEGUEMOS AL PODER, LA ESTIMULAREMOS AUN MAS; ASI ESTABLECEREMOS EL CONTRASTE ENTRE NUESTRO PROGRAMA Y ESTOS DESACIERTOS. NUESTROS SABIOS, ADIESTRADOS EN EL PASTOREO DE LOS CRISTIANOS, ADEREZARAN PROYECTOS QUE NOS PERMITAN DIRIGIR LAS INTELIGENCIAS HACIA LAS IDEAS QUE QUEREMOS IMPONERLES.


PROTOCOLO XV

REVOLUCIONES SIMULTANEAS. EJECUCIONES. PROHIBICIONES DE SOCIEDADES SECRETAS. PORVENIR DE LA FRANCMASONERIA NO JUDIA. AUTOCRACIA JUDIA POR EL TERROR. MULTIPLICACION MUNDIAL DE LAS LOGIAS FRANCMASONICAS. DIRECCION CENTRAL DE LAS LOGIAS POR LOS SABIOS DE SION. EL ESPIONAJE Y LA JUDIO-MASONERIA. LA JUDIO-MASONERIA DIRIGE TODAS LAS SOCIEDADES SECRETAS. COMO PRETENDEN ENGRANDECERSE LOS GOIM. COLECTIVISMO. AMEDRENTAR POR MEDIO DEL TERROR SIN CONTAR LAS VICTIMAS. VICTIMAS DE LA MASONERIA. LIBERALISMO PARA LOS GOIM. LA LEY Y EL PODER DE LOS GENTILES PIERDEN TODO SU PRESTIGIO. EL PUEBLO ELEGIDO. LAS LEYES JUDIAS SERAN CORTAS Y CLARAS. LA OBEDIENCIA. CASTIGOS EXTREMOS CONTRA LOS ABUSOS DEL PODER. LIMITE DE EDAD QUE CONSIDERAN LOS JUDIOS. EL LIBERALISMO SERA PROHIBIDO A LOS JUECES Y A LOS ALTOS FUNCIONARIOS. EL ORO DEL MUNDO. AUTOCRACIA DE LA JUDIO-MASONERIA. SUPRESION DEL DERECHO DE APELACION. ASPECTO PATRIARCAL DEL GOBIERNO DE NUESTRO JEFE MUNDIAL. APOTEOSIS DEL REY JUDIO DEL MUNDO. EL DESPOTISMO DEL DERECHO JUDIO. EL REY DE LOS JUDIOS, PATRIARCA DEL MUNDO.

INICIAREMOS NUESTRO DOMINIO APOYANDONOS EN GOLPES DE ESTADO PREPARADOS POR TODAS PARTES PARA UN MISMO DIA. AL LOGRAR LA DECLARACION TERMINANTE DE LA NULIDAD DE TODOS LOS GOBIERNOS EXISTENTES (TAL VEZ PASARA UN SIGLO ANTES QUE ESTO SUCEDA), NOS MANTENDREMOS VIGILANTES DE QUE NO HAYA COMPLOTS CONTRA NOSOTROS. PARA CONSEGUIRLO, CONDENAREMOS A MUERTE A QUIENES NO DEPONGAN LAS ARMAS ANTE NOSOTROS. LA CREACION DE CUALQUIER SOCIEDAD SECRETA ACARREARA TAMBIEN LA PENA DE MUERTE; AQUELLAS QUE YA EXISTEN Y NOS SIRVEN SERAN ABOLIDAS Y SUS MIEMBROS (FRANCMASONES CRISTIANOS QUE SABEN DEMASIADO) SERAN EXILADOS LEJOS DE EUROPA. AQUELLOS QUE MARGINEMOS POR ALGUNA RAZON, VIVIRAN EN PERPETUO PAVOR AL DESTIERRO. PROCLAMAREMOS UNA LEY CONTRA TODOS LOS ANTIGUOS MIEMBROS DE LAS SOCIEDADES SECRETAS; ESTOS DEBERAN SALIR DE EUROPA, CENTRO DE NUESTRO GOBIERNO. NUESTRAS DECISIONES RESPECTO A ESTA CUESTION SERAN DEFINITIVAS E INAPELABLES.

COMO HEMOS SEMBRADO LA DISENSION Y EL ABUCHEO EN LAS SOCIEDADES CRISTIANAS, PARA RESTABLECER EL ORDEN SERAN PRECISAS MEDIDAS ENERGICAS QUE AVALEN UN PODER INFLEXIBLE. ES INUTIL CONSIDERAR AQUELLOS QUE HAYAN DE CAER CON TAL DE ALCANZAR EL BIEN VENIDERO.

TODO GOBIERNO QUE QUIERA PERPETUARSE, APARTE DE EJERCER SUS PRIVILEGIOS, DEBE CUMPLIR SUS DEBERES Y LOGRAR EL BIEN, YA SEA A COSTA DE SACRIFICIOS. PARA QUE UN GOBIERNO SEA INAMOVIBLE, ES PRECISO FORTALECER EL LUSTRE DE SU PODER; ESTO SE OBTIENE MEDIANTE EL EJERCICIO DE UNA INFLEXIBILIDAD MAJESTUOSA, MARCADA POR LA INVIOLABILIDAD MISTICA DE LA PREFERENCIA DIVINA. ASI SE MANTUVIERON NUESTROS ENEMIGOS: LOS AUTOCRATAS RUSOS Y EL PAPADO."

Esto anterior está sacado de Los Protocolos de los Sabios de Sion.

Para "conservar" la Verdad eterna (como dice Vd.) hay que aprenderla ESTUDIANDO con el Espíritu Santo. Desconoce Vd. el Poder de YHVH.
 
Re: el problema con el cristianismo actual

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Si Anibal-LU estuviese en el foro para responder algunas preguntas ... entraría con gusto al tema ... pero siendo un tema del año 2001 ... y no estando para responder ... quien lo abrió ... prefiero no hacerlo.

Solo comentare ... que a pesar de lo farragoso e intelectual ... sabe de lo que habla ... y tiene un discernimiento profundo ... solo le falta entender que para que ocurra lo que necesitamos ... necesitamos la intervención de Dios ... por eso escribo esto ... porque hay algunos que ya lo descalificaron ... considerando las cosas superficialmente ... pero sin tomarse el tiempo para considerar pacientemente si lo que se dice es verdad.

Solo el comentario de rer es acertado ... los otros dos ... como minimo son imprudentes.

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad
 
Re: el problema con el cristianismo actual

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Si Anibal-LU estuviese en el foro para responder algunas preguntas ... entraría con gusto al tema ... pero siendo un tema del año 2001 ... y no estando para responder ... quien lo abrió ... prefiero no hacerlo.

Solo comentare ... que a pesar de lo farragoso e intelectual ... sabe de lo que habla ... y tiene un discernimiento profundo ... solo le falta entender que para que ocurra lo que necesitamos ... necesitamos la intervención de Dios ... por eso escribo esto ... porque hay algunos que ya lo descalificaron ... considerando las cosas superficialmente ... pero sin tomarse el tiempo para considerar pacientemente si lo que se dice es verdad.

Solo el comentario de rer es acertado ... los otros dos ... como minimo son imprudentes.

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad

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... que a pesar de lo farragoso e intelectual

He empleado el termino farragoso ... pero no es el apropiado ... seria mas idóneo el termino ... complicado o difícil de entender ...

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad