En la Palabra de Dios encontramos infinidad de demostraciones de amor de Dios para con nosotros. Desde el momento que nos creo, nos permitió abitar con Él lo cual es un regalo hermoso. Luego nos dio el libre albedrío y luego, aún cuando nosotros le dimos vuelta la cara el envió a su hijo para que podamos ser salvos. No solo eso si no que nos permitió tener cosas como amigos, familiares, libros, música, arte... y diferentes cosas que nos dio Dios, y aún cuando todo eso se tornó, para nosotros, más importante que Él mismo, decidió perdonarnos una ves más por su amor para con sus hijos y nos dio su espíritu santo cuando su hijo se fue. Para que de esta forma podamos ser aconsejados sobre lo que tenemos que hacer. La misericordia y la fidelidad se muestra a través de toda su creación incluso la misma creación que fue maldita cuando pecamos, hoy en día, nos resulta hermosa, y nos quedamos sin palabras frente a paisajes indescriptibles. Cuando amor, cuanta misericordia..... cuanto perdón.
Pero también su hijo nos dijo algo que debemos recordar. Dios, el padre, nos perdona de todo pecado, gracias a su amor y a la muerte redentora de su hijo Jesucristo. Pero su hijo nos enseño que hay algo que Dios no nos perdona ni en este mundo ni en el venidero.
En Mateo 12:22-37, Reina Valera Revisada (1960), dice:
22Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. 33O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. 34¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
La blasfemia contra el Espíritu Santo es algo que Dios no nos perdona ni en este siglo ni en el venidero. Leamos Mateo 12:31-32 Dios habla hoy
31“Por eso les digo que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan, pero no les perdonará que con sus palabras ofendan al Espíritu Santo. 32Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no lo perdonará ni en el mundo presente ni en el venidero.
La blasfemia incluye la calumnia, y abarca cualquier palabra acto ofensivo a la majestad divina, como profanar lugares santos , alterar los ritos, violar conscientemente la ley, etc. (según el diccionario bíblico ilustrado CLIE).
Entonces encontramos que todo puede ser perdonado, incluso la blasfemia contra Dios mismo, pero si blasfemamos, insultamos, ponemos al Espíritu Santo en lugares no santos, tales como conversaciones banales, o con algún sentido de burla, este es un pecado imperdonable para los ojos de Dios. La Blasfemia contra el Espíritu Santo no se perdonará ni en este mundo ni en el venidero.
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CRISTO VIENE
Emiliano J. Horcada
Pero también su hijo nos dijo algo que debemos recordar. Dios, el padre, nos perdona de todo pecado, gracias a su amor y a la muerte redentora de su hijo Jesucristo. Pero su hijo nos enseño que hay algo que Dios no nos perdona ni en este mundo ni en el venidero.
En Mateo 12:22-37, Reina Valera Revisada (1960), dice:
22Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. 33O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. 34¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
La blasfemia contra el Espíritu Santo es algo que Dios no nos perdona ni en este siglo ni en el venidero. Leamos Mateo 12:31-32 Dios habla hoy
31“Por eso les digo que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan, pero no les perdonará que con sus palabras ofendan al Espíritu Santo. 32Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no lo perdonará ni en el mundo presente ni en el venidero.
La blasfemia incluye la calumnia, y abarca cualquier palabra acto ofensivo a la majestad divina, como profanar lugares santos , alterar los ritos, violar conscientemente la ley, etc. (según el diccionario bíblico ilustrado CLIE).
Entonces encontramos que todo puede ser perdonado, incluso la blasfemia contra Dios mismo, pero si blasfemamos, insultamos, ponemos al Espíritu Santo en lugares no santos, tales como conversaciones banales, o con algún sentido de burla, este es un pecado imperdonable para los ojos de Dios. La Blasfemia contra el Espíritu Santo no se perdonará ni en este mundo ni en el venidero.
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CRISTO VIENE
Emiliano J. Horcada