El mensaje de Dios que leo en la biblia es "te castigare por tu desobediencia.. por tu maldad.. por tus pecados.. pero si te arrepientes y corriges tu comportamiento y actitud te perdonare y sere bueno contigo" tan simple como eso..
1. Ese no es el mensaje del evangelio de la Iglesia, revelado a Pablo (Hch.20:24)
2. Tampoco el mensaje revelado a Israel por el mismo Señor (Mt.4:23; 9:35)
En el caso del Mesías a Israel, el Señor no vino pidiendo limosnas y mucho menos que por sus milagros se le invitara a formar parte del Sanedrín, como una gran autoridad humana.
El mensaje que usted cree que es de Dios, no es otra cosa que la interpretación, el razonamiento propio, de personas que someten y esclavizan la Palabra de Dios y a su Autor, a su propio razonamiento irredento.
Pero si se fija bien, el evangelio del reino predicado por el Señor, obedece al cumplimiento de las Escrituras proféticas que lo señalaban a Él y no a otra persona, como el dueño del Cetro de la tribu de Judá, con su carácter de Legislador y Rey por encima de todos los reyes de la tierra.
EL SEÑOR NO VINO AQUÍ A PEDIR LIMOSNAS
El vino a lo suyo, a lo que le pertenecía por derecho propio, leemos en singular:
Jua 1:11
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
¿Qué era lo suyo?
Su Cetro como Rey, su función como Legislador y su título de Mesías, leemos:
Gén 49:10 No será quitado el cetro de Judá, Y el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Shiloh; Y a él se congregarán los pueblos.
En la versión judía llamada "Kadosh", se lee con mayor énfasis su Mesíanazgo:
Gén 49:10 Un regidor no fallará de Yahudáh, ni un príncipe de sus lomos, hasta que venga para quien es reservado, (Shiloh[137]); y El es la expectación de las naciones.[138]
Pero ya estaba profetizado que el Cetro de su Hijo lo tratarían como a un palo cualquiera, leemos:
Ezequiel 21: 9 - Hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Di: La espada, la espada está afilada, y también pulida.
Ezequiel 21: 10 - Para degollar víctimas está afilada, pulida está para que relumbre.
¿Hemos de alegrarnos? Al cetro de mi hijo ha despreciado como a un palo cualquiera.
Y que rechazarían su función de Legislador:
"Oísteis que fue dicho... pero yo os digo..."
Y asesinarían a su Rey y Señor...
Jua 19:19 Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía:
JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
EL SEÑOR NO VINO AQUÍ A LA TIERRA:
1. Como enseñan los anticristos del foro, a hacerle los mandados al Padre en su condición de "hijo criatura".
2. Tampoco a que personas irredentas, como usted, lo interpreten como un viejo gruñón y castigador con un látigo en la mano, para darle latigazos, al que no le haga caso.
3. A que lo pisotearan y tuvieran por inmunda la sangre que vertió en el altar de la Cruz para limpieza de pecados.
Que falta de conocimiento de Cristo, que falta de respeto al Dios Altísimo hecho carne.
EL VINO COMO REY DE ISRAEL CON PLENO DERECHO DE SENTARSE EN EL TRONO
Y lo hará, pero mientras esto ocurre, nosotros, los gentiles, que no éramos pueblo elegido, considerados como acebuche, como perros por el orgullo judío, hemos sido transformados en ciudadanos celestiales (Fil.3:20), y se nos promete un cuerpo de gloria semejante al que el Señor tiene ahora.
Tenemos entrada a la Casa del Padre, por el camino nuevo y vivo que nos abrió el Señor, esto es, por Jesús.
Esperamos su venida, y amamos verle cara a cara, abrazarlo, rendirnos a sus pies, nuestros ojos se vuelven como ríos, esperando ese momento glorioso, el Señor viene.
1Ts 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
2Ti 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí,
sino también a todos los que aman su venida.
HIMNO 228
1. ¡Un poco! El Salvador vendrá
y a su pueblo llevará
al santo celestial hogar
que nos ha ido a preparar,
a estar con Él, su rostro ver,
y nuestras gracias ofrecer;
a estar con Él, su rostro ver,
y nuestras gracias ofrecer.
2. ¡Un poco! El Salvador vendrá;
sí, poco tiempo resta ya.
Que duélame no serle fiel,
placer me dé servirle a Él.
Pues listo debería ser
quien al Señor espera ver.
Pues listo debería ser
quien al Señor espera ver.
3. ¡Un poco! El Salvador vendrá.
¡Oh! ¿quién su cruz rechazará?
¿Quién en los pasos del Señor
sufrir no quiere por su amor?
Su gloria recompensará
los sufrimientos de acá.
Su gloria recompensará
los sufrimientos de acá.
4. ¡Un poco! ¡Ven, oh ven, Señor!
La Iglesia tuya con ardor
desea alcanzar su hogar,
el nuevo cántico cantar,
tu gloria ver, estar allí
en todo semejante a Ti;
tu gloria ver, estar allí
en todo semejante a Ti.