Re: EL MAYOR OBSTÀCULO PARA LA FE EN DIOS: ¿POR QUÈ HAY DOLOR Y SUFRIMIENTO EN EL MUN
A LOS LECTORES NO CRISTIANOS
Un "cristo político" solo es el fruto de la ignorancia sobre la Obra de la Redención efectuada por el Hijo de Dios.
Este aporte de Salmo no tiene desperdicio:
Originalmente enviado por salmo51
Jesús no militó en política.
Y en todos los tiempos existieron los movimientos políticos.
Los judíos estaban bajo el dominio Romano en forma mucho más directa que nuestros pueblos están bajo la tiranía de los poderosos.
Sin embargo Jesús no enfrentó para nada a los Romanos.
En cuanto a su intervención ante la necesidad no se trató de nada de lo que vos insinuas.
El curó a ciegos, sordos, paralíticos, leprosos.
Ningún político hace eso.
Estaba molesto y turbado por la ignorancia y el pecado.
Y cuando una mujer derramó mucho dinero en perfume y alguien sugirió que se podría haber vendido y dado a los pobres para mitigar su sufrimiento, el contesto que mientras que hubiera pecado siempre habría pobres y había venido para terminar con el pecado.
Estás perdiendo la imagen completa.
Los políticos que apelan al Sermón del Monte para extraer de allí enseñanzas que respalden su invento de un "cristo político", es decir, un "cristo mundano", no disciernen que el Señor allí estaba dando instrucciones sobre el carácter que debían manifestar los "hijos del Reino"...en el supuesto de su inminente establecimiento.
Los principios contenidos en este Sermón son inmutables, pero los preceptos específicos que aparecen en Mateo 5:39-42 y 6:25-34 fueron formulados con referencia a las circunstancias históricas por las cuales atravesaba la nación de Israel en aquel tiempo teniendo como amo el yugo romano.
En contraste, a diferencia del discípulo del reino, el cristiano tiene el derecho a defenderse frente a los atropellos y a resistir cualquier invasión de sus derechos personales y civiles...no vamos a permitir que cualquier dictadorcillo tome el control de nuestras vidas.
Cristo nos ha hecho libres.
Por ejemplo:
Mat_5:39 Pero yo os digo:
No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
Aquí en este foro una mujer poseída por el espíritu de un líder político me amenazó con voltearme la cara de una bofetada si estuviese frente a ella.
Si estuviésemos en el tiempo cuando el Señor hizo esta declaración, este servidor no tendría otra opción que luego de sufrir la primera bofetada, mostrarle la otra mejilla para que el mandamiento fuese completado.
Pero en la Iglesia no es así, leemos:
Rom 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
Y ojo a este versículo:
Rom 13:3 Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien,
sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;
Rom 13:4 porque es servidor de Dios para tu bien.
Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar
al que hace lo malo.
Otro ejemplo:
Cuando envió a los 12, el Señor les dijo:
"No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni llevéis dos túnicas" (Lc.9:3).
En este sentido contemplamos un compromiso donde Aquel que está pendiente que las aves no se acuesten sin comer (Lc.12:24) estaría pendiente de ellos, leemos:
"Cuando os envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado...¿os faltó algo?
Ellos dijeron: Nada.
Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una" (Lc.22:35-36)
¿Qué puede ser más claro que esto?
La idea de un "cristo político" solo es el reflejo de la ignorancia sobre el carácter del reino de los cielos sobre la tierra.
Es el desconocimiento de los propósitos divinos.
Es una manipulación vulgar y profana de la Palabra de Dios para desacreditar al Hijo de Dios y convertir la naturaleza celestial de su Iglesia en el romanismo del Vaticano que fornica con los reyes de la tierra, en alusión al casamiento entre el Estado y la Iglesia.
Natanael1