Primera parte
EL MAL EN EL MUNDO Y LA RESPUESTA GNÓSTICA
"Ahora bien, no es sólo la inmersión bautismal lo que salva, sino el conocimiento: quiénes éramos, qué hemos devenido; dónde estábamos, dónde hemos sido arrojados; hacia dónde nos apresuramos, de dónde somos redimidos; qué es la generación, qué la regeneración". TEODOTO (gnóstico valentiniano del siglo II) (Fragmento conservado por Clemente de Alejandría)
"Llegados a la edad de quince años, todo hombre y toda mujer deben conocer las respuestas a estas preguntas: quién soy, de quién soy, de dónde he venido, a dónde regresaré; de qué raza y de qué linaje soy; cuál es mi función, cuál mi deber sobre la tierra; ¿soy de Ormuz o de Arimán?" (Fragmento del PANDNAMAK I ZARTUST', texto mazdeo tardío)
Todos nos hemos preguntado alguna vez sobre el porqué del sufrimiento y el dolor. Es una de las grandes preguntas. Creyentes (de cualquier religión), ateos y agnósticos nos la hemos formulado en algún momento. No hay una respuesta: hay muchas. A cada cual le sirve la suya. A fin y al cabo, como dijo Freud más o menos, las cosas son en cuanto y cómo las vivimos. Por eso a cada uno nos sirve nuestra verdad.
En el siglo II de nuestra era se vivía en el mundo romano un ambiente de crisis religiosa. Como antes en el mundo griego, y en otras civilizaciones anteriores, la religión "oficial" no respondía las preguntas últimas, las que nos hacemos los seres humanos en lo más íntimo. Para satisfacer esa curiosidad se buscaban las respuestas en otras religiones, otros cultos, normalmente de origen oriental. El judaísmo y el cristianismo eran catalogados de esa manera: religión oriental, como los diversos Misterios. En un ambiente de efervescencia intelectual, las ideas iban y venían, se comparaban, se mezclaban y se sintetizaban. Una de esas síntesis es lo que se ha llamado Gnosis. Fue un intento de responder a la pregunta que hemos formulado más arriba.
CONCEPTO DE GNOSIS Y SU ORIGEN
"Gnosis" es una palabra griega que significa "conocimiento". Dentro del contexto de las religiones, se refiere a un saber completo que trasciende todas las cosas y libera a su poseedor de un error primigenio vinculado a la historia del mundo. No se accede a él por vía racional, sino mística, reservada a unos pocos iniciados.
Es un fenómeno de tipo social que se da en todas las religiones evolucionadas. El gnóstico posee un conocimiento común al grupo social al que pertenece, pero en un grado superior. Concibe ese saber como el medio por el que el individuo y el mundo pueden ponerse en un plano superior al del creyente corriente y llegar a un estado de perfección absoluta. Josep Montserrat (ver bibliografía) señala que casi siempre se da en grupos religiosos con una tradición escrita. El gnóstico (y el grupo reducido al que pertenece) sabrá acceder a un sentido superior y escondido del texto sagrado, y dará lugar a la creación de un nuevo cuerpo doctrinal. Así, han tenido o tienen gnosis cuatro grandes religiones: las Upanishads son la gnosis del Veda; Filón de Alejandría, los ebionitas, los esenios y otros grupos, y luego la Cábala, lo son del judaísmo; los valentinianos, basilidianos y otros grupos fueron la gnosis del cristianismo; el sufismo es la gnosis del Islam.
¿De dónde arrancaría esta idea?
Algunos autores, como Wilfred G. Davis, han señalado que esta doctrina podría provenir de la mitología primitiva babilónica. Por su parte, Reitzenstein indicó la posibilidad de que el gnosticismo se originara en la mitología de Irán. Señalaba puntos de coincidencia, como el origen superior de las almas, la posibilidad de "regreso" en base a una gnosis, un dualismo divino (Dios bueno y dios perverso), etc. La cuestión sería si el iranismo originó la gnosis o sólo fue un vehículo transmisor, esto es, que ambos descendieran de un antecedente ideológico común.
César Vidal Manzanares, en su edición de varios evangelios gnósticos (ver bibliografía), apunta que, posiblemente, el gnosticismo tuvo raíces mesopotámicas. Señala que en Babilonia el mazdeísmo integró elementos de la enseñanza sapiencial mesopotámica, que dio lugar al iranismo helenista de los maguseos. Estos absorberían el mito sumerio del descenso de una deidad salvadora a los infiernos, para traer el conocimiento de las fuentes celestiales cuyas aguas liberarían al hombre de su prisión carnal. De ahí vendrían las diversas sectas bautistas (entre ellas los mandeos, que sobreviven hoy día). La difícil geografía física y humana de la zona (desierto, clima extremo y situación social inestable) favorecería una tendencia a contemplar negativamente el entorno y pensar en una huida a un medio más acorde con la naturaleza humana.
El gnosticismo entró en contacto con el judaísmo cuando en éste estaban surgiendo una serie de corrientes esotéricas (algunas de las cuales han pervivido en la Cábala y el Talmud). César Vidal señala algunos textos judíos como el "Libro de Enoc", "Jubileos" y la "Vida de Adán y Eva", así como algunos textos esenios de Qumrán que son muestra de cómo el judaísmo proporcionaba un "bagaje literario en el cual engarzar elementos gnósticos", ya previos. De esta manera, en opinión de César Vidal Manzanares, quedó evidenciado una de las características del gnosticismo en su desarrollo: su carácter parasitario. La gnosis conservará siempre una serie de elementos primigenios pero, a la vez, absorberá todo lo que pueda resultar atrayente en otras ideologías, aunque para ello deba descontextuarlo y cambiar su sentido.
LA GNOSIS Y EL CRISTIANISMO
El judaísmo rabínico, corriente religiosa triunfante de la debacle del año 70 d.C. intentó expurgar las tendencias gnósticas insertas en el judaísmo. Entonces los gnósticos miraron al cristianismo, una tendencia más del judaísmo en sus comienzos, y rival de las religiones mistéricas tan en uso en el siglo I y II en el Imperio romano. Y para combatir la influencia de la Iglesia, los gnósticos tuvieron que buscar refugio en el seno de ésta. Los adeptos a estas doctrinas se consideraban cristianos, es más, los "verdaderos" cristianos. Raramente se denominaban a sí mismos "gnósticos". Preferían los términos "elegidos", "perfectos", "hijos del Padre", "generación inquebrantable" y "compañeros espirituales". Se parecían a los círculos filosóficos bajo la dirección de un maestro, o a ciertos grupos de seguidores de la religiones de los misterios. Tenían reuniones rituales, en que se daban el abrazo o beso de la paz y celebraban banquetes al estilo de los filósofos clásicos. Unas veces se situaban dentro, y otras al margen o fuera de las comunidades cristianas.
Su actividad fue muy importante en los dos primeros siglos de nuestra era. Algunos movimientos gnósticos adaptaron escritos gnósticos judíos a un supuesto gnosticismo cristiano. Otros casi llegaron a dar al traste con el cristianismo presentado en el Nuevo Testamento. Con una gran agudeza, diversos autores gnósticos captaron el impresionante atractivo que emanaba de la figura de Jesús y procedieron a instrumentalizarla dentro de sus respectivos esquemas de pensamiento.
El cristianismo no aceptó las doctrinas gnósticas: aunque su ética de conducta a veces era similar a la de Jesús, y pretendía apoyarse en las Escrituras, interpretándolas a su conveniencia, el concepto de divinidad y de la naturaleza de Cristo, así como el camino de la salvación, diferían notablemente de la doctrina cristiana.
Sin embargo, la iglesia primitiva llegó a temer el peligro de la confusión que el gnosticismo pudiera infundir contra sus fieles. Por ello, desde el siglo II, la Iglesia intentó desembarazarse de esta invasión que removía su doctrina.
LAS DOCTRINAS GNÓSTICAS
La doctrina filosófica y religiosa de la gnosis no fue una doctrina unificada, sino un conjunto de ellas, y de sectas. Se desarrolló en los primeros siglos del cristianismo, como resultado de la influencia mutua de la religión cristiana y el mundo cultural del helenismo, que había fusionado sus doctrinas con el sincretismo oriental.
Así, en el sistema gnóstico, se entremezclan creencias cristianas, judaicas y orientales, con una forma del discurso y de la especulación griegas. Los estudiosos del fenómeno han mantenido tres posturas sobre la naturaleza de las doctrinas gnósticas (sigo a César Vidal):
1) Surgida durante el siglo XIX: la gnosis no sería sino una helenización radical del cristianismo de Jesús, un intento de síntesis entre el cristianismo y la filosofía griega (con Platón a la cabeza). Hoy día se ha desechado, al considerar a la gnosis muy anterior a la aparición del cristianismo, y no dependió tanto de él para su surgimiento, sino que lo utilizó para su expansión.
2) La gnosis no se referiría a un contexto helenista, sino oriental, en el que se fundieron elementos mesopotámicos, iraníes, etc.
3) Al estudiar el origen judío del cristianismo, se han manifestado la existencia en el judaísmo de corrientes gnósticas precristianas de gran importancia. Para Peterson, los primeros escritos gnósticos deberían buscarse en la literatura judía apocalíptica.
La postura admitida mayormente sería la de que el gnosticismo nació en un crisol iraní-mesopotámico, conectó posteriormente con ciertas corrientes del judaísmo y, a partir de ahí, logró sus primeros contactos con un movimiento espiritual de raíces judías: el cristianismo. Este contacto sería posterior a la época de Jesús y sus apóstoles en Palestina; coincidiría con la primera penetración del movimiento cristiano en el mundo gentil o, quizá, en los medios judíos de ámbito helenístico.
El siguiente esquema de K. Rudolph podría dar darnos idea de entramado que configuró el gnosticismo:
JUDAÍSMO SINCRETISMO ORIENTAL + EN SIRIA Y REGIONES CONFINES JUDAÍSMO HELENÍSTICO HELENISMO (+ IRÁN) ENSEÑANZA SAPIENCIAL ESOTERISMO GNOSIS (JUD.) GNOSIS PAGANA (MISTICISMO) GNOSTICISMO CRISTIANISMO CABALA CRISTIANO (S.I-III) PRIMITIVO MANIQUEÍSMO JUDEO-CRISTIANISMO
RASGOS COMUNES.
Aunque diferentes en la forma (gnosis vulgar y gnosis docta) y en las doctrinas, las doctrinas gnósticas tuvieron una serie de rasgos comunes:
*La doctrina de la gnosis, del conocimiento revelado, total y absoluto, del hombre y de Dios.
* La afirmación de un sistema de entidad emanada y mediadora (eoni = "eones"). * La condena de la materia y la doctrina de un Salvador, reconocido en Cristo, fuente de gnosis, cuya encarnación se considera aparente (docetismo). No se le niega su valor ejemplar: los gnósticos ven en él, ora una criatura divina, desprovista de existencia carnal, que podríamos denominar perfecta, ora simplemente, un hombre dotado de una gran fuerza anímica y de la intuición de la sabiduría.
EL MAL EN EL MUNDO Y LA RESPUESTA GNÓSTICA
"Ahora bien, no es sólo la inmersión bautismal lo que salva, sino el conocimiento: quiénes éramos, qué hemos devenido; dónde estábamos, dónde hemos sido arrojados; hacia dónde nos apresuramos, de dónde somos redimidos; qué es la generación, qué la regeneración". TEODOTO (gnóstico valentiniano del siglo II) (Fragmento conservado por Clemente de Alejandría)
"Llegados a la edad de quince años, todo hombre y toda mujer deben conocer las respuestas a estas preguntas: quién soy, de quién soy, de dónde he venido, a dónde regresaré; de qué raza y de qué linaje soy; cuál es mi función, cuál mi deber sobre la tierra; ¿soy de Ormuz o de Arimán?" (Fragmento del PANDNAMAK I ZARTUST', texto mazdeo tardío)
Todos nos hemos preguntado alguna vez sobre el porqué del sufrimiento y el dolor. Es una de las grandes preguntas. Creyentes (de cualquier religión), ateos y agnósticos nos la hemos formulado en algún momento. No hay una respuesta: hay muchas. A cada cual le sirve la suya. A fin y al cabo, como dijo Freud más o menos, las cosas son en cuanto y cómo las vivimos. Por eso a cada uno nos sirve nuestra verdad.
En el siglo II de nuestra era se vivía en el mundo romano un ambiente de crisis religiosa. Como antes en el mundo griego, y en otras civilizaciones anteriores, la religión "oficial" no respondía las preguntas últimas, las que nos hacemos los seres humanos en lo más íntimo. Para satisfacer esa curiosidad se buscaban las respuestas en otras religiones, otros cultos, normalmente de origen oriental. El judaísmo y el cristianismo eran catalogados de esa manera: religión oriental, como los diversos Misterios. En un ambiente de efervescencia intelectual, las ideas iban y venían, se comparaban, se mezclaban y se sintetizaban. Una de esas síntesis es lo que se ha llamado Gnosis. Fue un intento de responder a la pregunta que hemos formulado más arriba.
CONCEPTO DE GNOSIS Y SU ORIGEN
"Gnosis" es una palabra griega que significa "conocimiento". Dentro del contexto de las religiones, se refiere a un saber completo que trasciende todas las cosas y libera a su poseedor de un error primigenio vinculado a la historia del mundo. No se accede a él por vía racional, sino mística, reservada a unos pocos iniciados.
Es un fenómeno de tipo social que se da en todas las religiones evolucionadas. El gnóstico posee un conocimiento común al grupo social al que pertenece, pero en un grado superior. Concibe ese saber como el medio por el que el individuo y el mundo pueden ponerse en un plano superior al del creyente corriente y llegar a un estado de perfección absoluta. Josep Montserrat (ver bibliografía) señala que casi siempre se da en grupos religiosos con una tradición escrita. El gnóstico (y el grupo reducido al que pertenece) sabrá acceder a un sentido superior y escondido del texto sagrado, y dará lugar a la creación de un nuevo cuerpo doctrinal. Así, han tenido o tienen gnosis cuatro grandes religiones: las Upanishads son la gnosis del Veda; Filón de Alejandría, los ebionitas, los esenios y otros grupos, y luego la Cábala, lo son del judaísmo; los valentinianos, basilidianos y otros grupos fueron la gnosis del cristianismo; el sufismo es la gnosis del Islam.
¿De dónde arrancaría esta idea?
Algunos autores, como Wilfred G. Davis, han señalado que esta doctrina podría provenir de la mitología primitiva babilónica. Por su parte, Reitzenstein indicó la posibilidad de que el gnosticismo se originara en la mitología de Irán. Señalaba puntos de coincidencia, como el origen superior de las almas, la posibilidad de "regreso" en base a una gnosis, un dualismo divino (Dios bueno y dios perverso), etc. La cuestión sería si el iranismo originó la gnosis o sólo fue un vehículo transmisor, esto es, que ambos descendieran de un antecedente ideológico común.
César Vidal Manzanares, en su edición de varios evangelios gnósticos (ver bibliografía), apunta que, posiblemente, el gnosticismo tuvo raíces mesopotámicas. Señala que en Babilonia el mazdeísmo integró elementos de la enseñanza sapiencial mesopotámica, que dio lugar al iranismo helenista de los maguseos. Estos absorberían el mito sumerio del descenso de una deidad salvadora a los infiernos, para traer el conocimiento de las fuentes celestiales cuyas aguas liberarían al hombre de su prisión carnal. De ahí vendrían las diversas sectas bautistas (entre ellas los mandeos, que sobreviven hoy día). La difícil geografía física y humana de la zona (desierto, clima extremo y situación social inestable) favorecería una tendencia a contemplar negativamente el entorno y pensar en una huida a un medio más acorde con la naturaleza humana.
El gnosticismo entró en contacto con el judaísmo cuando en éste estaban surgiendo una serie de corrientes esotéricas (algunas de las cuales han pervivido en la Cábala y el Talmud). César Vidal señala algunos textos judíos como el "Libro de Enoc", "Jubileos" y la "Vida de Adán y Eva", así como algunos textos esenios de Qumrán que son muestra de cómo el judaísmo proporcionaba un "bagaje literario en el cual engarzar elementos gnósticos", ya previos. De esta manera, en opinión de César Vidal Manzanares, quedó evidenciado una de las características del gnosticismo en su desarrollo: su carácter parasitario. La gnosis conservará siempre una serie de elementos primigenios pero, a la vez, absorberá todo lo que pueda resultar atrayente en otras ideologías, aunque para ello deba descontextuarlo y cambiar su sentido.
LA GNOSIS Y EL CRISTIANISMO
El judaísmo rabínico, corriente religiosa triunfante de la debacle del año 70 d.C. intentó expurgar las tendencias gnósticas insertas en el judaísmo. Entonces los gnósticos miraron al cristianismo, una tendencia más del judaísmo en sus comienzos, y rival de las religiones mistéricas tan en uso en el siglo I y II en el Imperio romano. Y para combatir la influencia de la Iglesia, los gnósticos tuvieron que buscar refugio en el seno de ésta. Los adeptos a estas doctrinas se consideraban cristianos, es más, los "verdaderos" cristianos. Raramente se denominaban a sí mismos "gnósticos". Preferían los términos "elegidos", "perfectos", "hijos del Padre", "generación inquebrantable" y "compañeros espirituales". Se parecían a los círculos filosóficos bajo la dirección de un maestro, o a ciertos grupos de seguidores de la religiones de los misterios. Tenían reuniones rituales, en que se daban el abrazo o beso de la paz y celebraban banquetes al estilo de los filósofos clásicos. Unas veces se situaban dentro, y otras al margen o fuera de las comunidades cristianas.
Su actividad fue muy importante en los dos primeros siglos de nuestra era. Algunos movimientos gnósticos adaptaron escritos gnósticos judíos a un supuesto gnosticismo cristiano. Otros casi llegaron a dar al traste con el cristianismo presentado en el Nuevo Testamento. Con una gran agudeza, diversos autores gnósticos captaron el impresionante atractivo que emanaba de la figura de Jesús y procedieron a instrumentalizarla dentro de sus respectivos esquemas de pensamiento.
El cristianismo no aceptó las doctrinas gnósticas: aunque su ética de conducta a veces era similar a la de Jesús, y pretendía apoyarse en las Escrituras, interpretándolas a su conveniencia, el concepto de divinidad y de la naturaleza de Cristo, así como el camino de la salvación, diferían notablemente de la doctrina cristiana.
Sin embargo, la iglesia primitiva llegó a temer el peligro de la confusión que el gnosticismo pudiera infundir contra sus fieles. Por ello, desde el siglo II, la Iglesia intentó desembarazarse de esta invasión que removía su doctrina.
LAS DOCTRINAS GNÓSTICAS
La doctrina filosófica y religiosa de la gnosis no fue una doctrina unificada, sino un conjunto de ellas, y de sectas. Se desarrolló en los primeros siglos del cristianismo, como resultado de la influencia mutua de la religión cristiana y el mundo cultural del helenismo, que había fusionado sus doctrinas con el sincretismo oriental.
Así, en el sistema gnóstico, se entremezclan creencias cristianas, judaicas y orientales, con una forma del discurso y de la especulación griegas. Los estudiosos del fenómeno han mantenido tres posturas sobre la naturaleza de las doctrinas gnósticas (sigo a César Vidal):
1) Surgida durante el siglo XIX: la gnosis no sería sino una helenización radical del cristianismo de Jesús, un intento de síntesis entre el cristianismo y la filosofía griega (con Platón a la cabeza). Hoy día se ha desechado, al considerar a la gnosis muy anterior a la aparición del cristianismo, y no dependió tanto de él para su surgimiento, sino que lo utilizó para su expansión.
2) La gnosis no se referiría a un contexto helenista, sino oriental, en el que se fundieron elementos mesopotámicos, iraníes, etc.
3) Al estudiar el origen judío del cristianismo, se han manifestado la existencia en el judaísmo de corrientes gnósticas precristianas de gran importancia. Para Peterson, los primeros escritos gnósticos deberían buscarse en la literatura judía apocalíptica.
La postura admitida mayormente sería la de que el gnosticismo nació en un crisol iraní-mesopotámico, conectó posteriormente con ciertas corrientes del judaísmo y, a partir de ahí, logró sus primeros contactos con un movimiento espiritual de raíces judías: el cristianismo. Este contacto sería posterior a la época de Jesús y sus apóstoles en Palestina; coincidiría con la primera penetración del movimiento cristiano en el mundo gentil o, quizá, en los medios judíos de ámbito helenístico.
El siguiente esquema de K. Rudolph podría dar darnos idea de entramado que configuró el gnosticismo:
JUDAÍSMO SINCRETISMO ORIENTAL + EN SIRIA Y REGIONES CONFINES JUDAÍSMO HELENÍSTICO HELENISMO (+ IRÁN) ENSEÑANZA SAPIENCIAL ESOTERISMO GNOSIS (JUD.) GNOSIS PAGANA (MISTICISMO) GNOSTICISMO CRISTIANISMO CABALA CRISTIANO (S.I-III) PRIMITIVO MANIQUEÍSMO JUDEO-CRISTIANISMO
RASGOS COMUNES.
Aunque diferentes en la forma (gnosis vulgar y gnosis docta) y en las doctrinas, las doctrinas gnósticas tuvieron una serie de rasgos comunes:
*La doctrina de la gnosis, del conocimiento revelado, total y absoluto, del hombre y de Dios.
* La afirmación de un sistema de entidad emanada y mediadora (eoni = "eones"). * La condena de la materia y la doctrina de un Salvador, reconocido en Cristo, fuente de gnosis, cuya encarnación se considera aparente (docetismo). No se le niega su valor ejemplar: los gnósticos ven en él, ora una criatura divina, desprovista de existencia carnal, que podríamos denominar perfecta, ora simplemente, un hombre dotado de una gran fuerza anímica y de la intuición de la sabiduría.