Estimado Fegna:
Usted dice:
Nunca el libro del mormón va a ser reconocido por la Iglesia Católica, esto porque, en tiempos de Nuestro Señor Jesucristo, dicho libro no existía.
(Jetonius) Yo agregaría que ninguna iglesia cristiana va a aceptar jamás el Libro de Mormón, pero no simplemente porque no existiera dicha obra en tiempos del Señor Jesucristo. De hecho, el Libro de Mormón pretende ser simplemente una traducción inspirada de la "biblia" de un grupo de israelitas establecidos en América, y según su cronología, buena parte de él habría sido escrito antes de Jesucristo.
El Libro de Mormón no puede ser aceptado por los cristianos porque es un obvio y burdo fraude perpetrado por un falso profeta.
(Fegna) Los Deuterocanónicos si, y eran parte de la Biblia, hasta que "alguién" lo sacó.
(Jetonius) Estamos de acuerdo con que los deuterocanónicos/apócrifos existían en tiempos de Jesús. Con lo que no podemos concordar es que fuesen parte de la Biblia. No todos los libros religiosos judíos que existían en tiempos de Jesús eran parte de la Biblia. Muchos de ellos jamás han sido aceptados como inspirados ni por el judaísmo ni por el cristianismo: La vida de Adán y Eva, el libro de Jubileos, los libros de Enoc, 4 Esdras, Apocalipsis de Baruc, por nombrar unos pocos.
Como dije en una nota anterior dirigida al hermano Alberto, la situación de los deuterocanónicos/apócrifos era, en los albores de la era cristiana, similar a lo que hoy llamamos pseudoepigráficos los protestantes y apócrifos los católicos. En concreto, ninguno de los dos grupos eran considerados Escrituras. Toda la evidencia disponible señala que en el siglo I los libros tenidos por canónicos por los judíos, dentro de Palestina o fuera de ella, eran los que hoy se imprimen en las Biblias protestantes. Los mal llamados deuterocanónicos por un judío converso en el siglo XVI, se introdujeron en el uso eclesiástico porque los cristianos de habla griega empleaban la Septuaginta, que los incluía. La naturaleza de estos libros se discutió incluso en la Iglesia de Roma hasta el siglo XVI cuando un grupo de 53 prelados entre los cuales no había "ni siquiera un erudito distinguido por su conocimiento histórico, ni uno que estuviese capacitado mediante un especial estudio para el examen de un asunto en el cual la verdad podía ser determinada solamente por la voz de la antigüedad." (Westcott)
En definitiva, esos libros fueron oficialmente incluidos en el canon en el Concilio de Trento, el 8 de abril de 1546, sin más razón obvia que oponerse a los Reformadores.
(Fegna) Ningún apóstol se basó en ellas ya que no existían.
(Jetonius) No queda claro a qué se refiere con "ellas", pues ninguno de los dos antecedentes (Libro de Mormón y libros deuterocanónicos)concuerdan con el género. Si quiere decir que ningún apóstol citó jamás un deuterocanónico, estoy por completo de acuerdo con usted.
(Fegna) Ahora nos podemos preguntar que libros más van a sacar diferentes hermanos (en la calle ya se ofrecieron para sacar a San Pablo, el hermano dijo que él estaba inspirado por el Espíritu Santo).
Fraternalmente en Cristo.
(Jetonius) Si desea hablar fraternalmente, por favor no diga barbaridades que pueden, con justa razón, resultar ofensivas para algunos de nosotros. Decir estas cosas no promueve un diálogo pacífico.
Que Dios le bendiga e ilumine,
Jetonius