El libro del Papa
Ha llegado a mis manos el esperado libro de Benedicto XVI. ¡Es un libro excelente! El papa Benedicto XVI ofreció en su primer libro como pontífice una meditación muy personal de la vida y enseñanzas de Cristo, en la que critica la "crueldad" de la explotación capitalista del pobre y la ausencia de Dios en el marxismo. Cuando uno se enfrenta a un libro excelente, en seguida se percata de ello. Y éste de Benedicto XVI, lo es... En el libro del Papa, no hay esnobismo, ni falsa erudición. Mucho menos historicismo, jamás sensiblería. Ni corrección política o teológica, que, por desgracia, también existe. En estas páginas, brillan, en cambio, la sencillez, la pulcritud y la profundidad.
Dividido en diez capítulos, el libro de Ratzinger centra su atención en la vida pública de Jesús: desde el Bautismo en el Jordán (capitulo I) hasta la confesión de Pedro (capítulo IX.1) y la transfiguración (capítulo IX.2). La obra está salpicada de agudas reflexiones sobre la actualidad, como por ejemplo la que contrapone los monasterios benedictinos de Occidente, verdaderos oasis de la creación, con la central nuclear de Chernóbil, auténtico infierno de destrucción.
El último apartado del capítulo final, el décimo, es, en mi opinión, el más logrado.
Ahí vemos a un Benedicto XVI filósofo, exégeta, pastor, intelectual y teólogo al mismo tiempo, desentrañando con gran acierto el sentido del nombre de Cristo como el que es: «Yo soy». Sí, Jesucristo es la única persona que puede decir siempre y en todo momento, en presente -sin apelar a un pasado para nosotros inexistente o a un futuro desconocido-: Yo Soy. Jesucristo, por ser Dios, es Amor, y por eso no es un Fue cansado ni un Será dubitativo, sino un Es amante, que no se agota amando, pues el amor perfecto, divino, a diferencia del humano, no tiene fin. He aquí la esencia misma del Amor de Dios. Amar sin poder, sin querer dejar de amar. Éste es Jesús de Nazaret. Joseph Ratzinger, con su poderosa inteligencia, nos ayuda a comprenderlo.
Ha llegado a mis manos el esperado libro de Benedicto XVI. ¡Es un libro excelente! El papa Benedicto XVI ofreció en su primer libro como pontífice una meditación muy personal de la vida y enseñanzas de Cristo, en la que critica la "crueldad" de la explotación capitalista del pobre y la ausencia de Dios en el marxismo. Cuando uno se enfrenta a un libro excelente, en seguida se percata de ello. Y éste de Benedicto XVI, lo es... En el libro del Papa, no hay esnobismo, ni falsa erudición. Mucho menos historicismo, jamás sensiblería. Ni corrección política o teológica, que, por desgracia, también existe. En estas páginas, brillan, en cambio, la sencillez, la pulcritud y la profundidad.
Dividido en diez capítulos, el libro de Ratzinger centra su atención en la vida pública de Jesús: desde el Bautismo en el Jordán (capitulo I) hasta la confesión de Pedro (capítulo IX.1) y la transfiguración (capítulo IX.2). La obra está salpicada de agudas reflexiones sobre la actualidad, como por ejemplo la que contrapone los monasterios benedictinos de Occidente, verdaderos oasis de la creación, con la central nuclear de Chernóbil, auténtico infierno de destrucción.
El último apartado del capítulo final, el décimo, es, en mi opinión, el más logrado.
Ahí vemos a un Benedicto XVI filósofo, exégeta, pastor, intelectual y teólogo al mismo tiempo, desentrañando con gran acierto el sentido del nombre de Cristo como el que es: «Yo soy». Sí, Jesucristo es la única persona que puede decir siempre y en todo momento, en presente -sin apelar a un pasado para nosotros inexistente o a un futuro desconocido-: Yo Soy. Jesucristo, por ser Dios, es Amor, y por eso no es un Fue cansado ni un Será dubitativo, sino un Es amante, que no se agota amando, pues el amor perfecto, divino, a diferencia del humano, no tiene fin. He aquí la esencia misma del Amor de Dios. Amar sin poder, sin querer dejar de amar. Éste es Jesús de Nazaret. Joseph Ratzinger, con su poderosa inteligencia, nos ayuda a comprenderlo.