El Hombre Extraño
El sexo ilícita está prohibido bajo pena de muerte por la Ley de Moisés.
Los fornicarios de los cristianos
y los adúlteros de los mundanos.
En esta cadena, debes tu de ser el último eslabón
y hacerte amigos de los amigos antes que
de los hipócritas y desvergonzados que lo hacen todo
en el nombre de un Dios santo que nada tiene
de bestia ni de animal.
Deu.
32:21 "Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios;
Me provocaron a ira con sus ídolos;
Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo,
Los provocaré a ira con una nación insensata.
Recuérdelo usted siempre cuando camine saleroso
por el quebradizo espesor de sus espejos.
Un asentamiento de sólo mujeres, una profusión
de hermosas flores, escaleras tiradas y sueños rotos.
Eze. "Y no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga,
16:32 sino como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos.
Viejo edificio convertido en ruinas, perdida iglesia abandonada
por el tiempo y como el hotel de paso que ha caído por el uso,
te has burlado por igual del obsequio de tu espléndido ingeniero
que del piropo desaseado de tu desdentado y trémulo albañil
he aquí,
que otra mujer ésta vez nacida digna y pura, te viene a colgar
del árbol más alto que se encuentre.
Y en la tierra no quedará ni memoria de tu nombre.
El sexo ilícita está prohibido bajo pena de muerte por la Ley de Moisés.
Los fornicarios de los cristianos
y los adúlteros de los mundanos.
En esta cadena, debes tu de ser el último eslabón
y hacerte amigos de los amigos antes que
de los hipócritas y desvergonzados que lo hacen todo
en el nombre de un Dios santo que nada tiene
de bestia ni de animal.
Deu.
32:21 "Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios;
Me provocaron a ira con sus ídolos;
Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo,
Los provocaré a ira con una nación insensata.
Recuérdelo usted siempre cuando camine saleroso
por el quebradizo espesor de sus espejos.
Un asentamiento de sólo mujeres, una profusión
de hermosas flores, escaleras tiradas y sueños rotos.
Eze. "Y no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga,
16:32 sino como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos.
Viejo edificio convertido en ruinas, perdida iglesia abandonada
por el tiempo y como el hotel de paso que ha caído por el uso,
te has burlado por igual del obsequio de tu espléndido ingeniero
que del piropo desaseado de tu desdentado y trémulo albañil
he aquí,
que otra mujer ésta vez nacida digna y pura, te viene a colgar
del árbol más alto que se encuentre.
Y en la tierra no quedará ni memoria de tu nombre.