EL HIMNO
Aunque el abismo se ruede en tus naves,
mi trono es a ti como un círculo perfecto.
Mas camina que vienes para postrarte
al igual que con nuestro Señor Jesucristo.
mi trono es a ti como un círculo perfecto.
Mas camina que vienes para postrarte
al igual que con nuestro Señor Jesucristo.
Al ángel que pasa volando se le nombra abadón
y hay que aferrar el abismo con garras de águila,
él es un rey soberbio en el reino de los muertos
Pastor trata siempre bien a tus ovejas
y respira con calma al ponerse el sol
hija de Sion hoy por los sueños profetiza
píntalos del guildo su más puro color.
Porque conmigo ya les revivió Ezequiel
y voy a entrar para testificarlo en juicio
que el pecado de Samaria sigue al de Israel
mientras que Jesús es el Señor de los espíritus.
Les pido que suban a gritos los atalayas
al batir de tambores se pulan espadas,
que suenen los cuernos en la congregación
Miguel moviliza el séptimo ejército angelical
“como una canción musitada en silencio
abrir brecha es dar paso a la eternidad
sin estelas de luz por el eco del mar a solas
evocar tu presencia es traerte a mis labios…
Me vuelvo,
les pido que suban a gritos los atalayas
al batir de tambores se pulan espadas,
que suenen los cuernos en la congregación
Miguel moviliza el séptimo ejército angelical.