EL GRAN DRAGON DEL APOCALIPSIS, QUIEN ES?

Fabiodel87

Miembro senior
7 Septiembre 2021
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El dragón es un monstruo cocodriloide que se identifica con toda claridad como "la serpiente antigua, que se llama el Diablo o Satanás, el cual engaña al mundo entero" (12:9; 20:2). El dragón comienza su campaña con una lucha cobarde contra una mujer encinta y un niño. Pero en esa lucha, sorprendentemente, nada le sale bien y termina desesperado. En la furia de su frustración, ¡el diablo decide crear el imperio romano!

El capítulo doce (que debe incluir 13:1) enseñaba a los primeros lectores dos verdades muy importantes. Primero, el imperio romano es un invento de Satanás. El dragón ha dado su mismo trono y autoridad al emperador y, por lo tanto, adoración al emperador es culto al diablo (13:2,4). La ideología del imperio es un invento de Satanás.

En segundo lugar, les explica que el diablo está tan furioso porque ha sido derrotado y humillado. Detrás de la persecución de los cristianos de Asia Menor está la victoria definitiva del Cordero sobre ese dragón. Eso les permitió ver en la misma persecución que sufrían, la señal firme y segura de la victoria del evangelio. Mientras la victoria celestial en el capítulo 12 es obra directa de Dios, la victoria en la tierra, para la iglesia metida en la realidad histórica (cap. 13), es por fidelidad hasta el martirio (cf. 12:11).

La Bestia, evocada del mar por el mismo diablo, es agente fiel de su progenitor. Este extraño monstruo es una amalgama de las cuatro bestias de Daniel 7, que también salieron del mar. Juan cambia muchos detalles del relato de Daniel, omite lo que no le interesa y añade otros detalles que corresponden a su propio contexto.

Las bestias de Daniel 7 fueron cuatro, por ser cuatro imperios enemigos de Israel. En el Apocalipsis es una sola bestia, con una extraña mezcla híbrida de las cuatro en una sola, porque había un solo enemigo frente a la iglesia: el imperio romano. Esta bestia tiene siete cabezas (detalle ausente en Daniel), que según 17:9 representan las siete colinas de Roma y a la vez siete de sus reyes. Estos detalles confirman la conclusión de que el imperio romano es una bestia al servicio de un dragón. La ideología del imperio es una religión satánica.

Hoy día, el verbo "satanizar" tiene un significado peyorativo, como uno de los peores pecados en la ética social y política. De cierto, es muy peligroso absolutizar alguna postura política, como el supremo bien, y demonizar otras como el mal absoluto.

Juan, sin embargo, nos enseña que de hecho el diablo se mete en la política, y mucho. Juan reconoce la presencia de Satanás en la esfera política y no tiene reparos en "satanizar" al imperio romano. Tan errado es ver al diablo donde no está, como no verlo donde sí está.