EL EXTERMINIO DE LOS JUDíOS

29 Agosto 2003
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EL EXTERMINIO DE LOS JUDíOS


Fue el exterminio de los judíos en los campos de concentración Nazis obra tan solo de la casualidad o era parte del plan de dios para con su pueblo; de acuerdo a las sagradas escrituras, este importante acontecimiento que tuvo repercusión en casi todo el mundo, fue estipulable como posible siempre y cuando el pueblo israelita rompiera el pacto o la alianza hecha con dios, yendose tras otros dioses y sirviendoles, haciendose reos de las maldiciones que aparacen en Levítico y Deuteronomio.

Estas maldiciones se irían incrementando, en el caso especial de las maldiciones de Levítico en un factor de 7, debido a la rebeldía cada vez mayor del pueblo israelita; de tal forma que estas harían de un llamado de advertencia para que se volviesen de su mala conducta obedeciendo los preceptos y mandamientos que dios había pactado con su pueblo. Este castigo de dios sobre su pueblo, expresados en las maldiciones de Levítico y Deutoronomio y en algunos pasajes del libro de los profetas, serián nada mas, que la culminación a la constante violación del pacto establecido con ellos, por haberse apartado de su dios al irse a servir a otros dioses en naciones extranjeras, haciendo la voluntad de estas en lugar de hacer la voluntad de dios.

El episodio vivido en los campos de concentración Nazis fue la culminación puesta a la rebeldía de su pueblo, al irse exactamente a naciones extranjeras a servir y adorar a sus idolos, alejandose de dios, y al hacerlo se hicieron presa de las maldiciones y castigos de los que años antes se les había hacho mención; incluso en "Deuteronomio 32" hay un cántico que sirve de testimonio para su pueblo para cuando les sobrevenga los males y calamidades de los cuales no escaparán. El siguiente es un pasaje del "CÁNTICO DE MOISÉS": "Te olvidaste de la roca que te crió, perdiste el recuerdo del dios que te dio a luz. Lo vio Yavé y rechazó, lleno de ira, a sus hijos y sus hijas. Dijo: Voy a ocultarles mi rostro, veremos qué suerte les espera; pues es una raza pervertida, hijos sin lealtad. Me han provocado con lo que no es dios, me han irritado con sus vanos ídolos. Pues yo les provocaré co lo que no es pueblo, los irritaré con una nación insensata".

Dios elaboró este cántico precisamente porque sabía que su pueblo se prostituiría ante dioses extranjeros; por este motivo dios envió a sus siervos los profetas para advertir a su pueblo de que no se desviarán de los mandamientos de dios, haciendose rebelde y sufriendo el castigo escrito en las maldiciones. Un caso claro de esto, fue el destierro sufrido por el pueblo israelita durante el reinado de Nabucodonosor; durante ese tiempo, antes del destierro, el pueblo israelita no conservó puro los mandamientos de dios, fue en ese tiempo cuando apareció el profeta Daniel, quien con gran valor criticó públicamante los actos de los judíos. Daniel sostenía que este castigo les había sido impuesta por dios a los judíos porque se apartarón de sus enseñanzas y mandamientos. Fue durante el cautiverio cuando apareció entre los israelitas la ezperanza de un de un mesías, para saber más de esto hay que leer la profecia de Daniel de las 70 semanas.

Muchos quizas habrán pensado que tras el establecimiento del imperio otomano, despues de las cruzadas, dios se olvido de su pueblo, lo cual por supuesto no es cierto, al ser sacados de su tierra y ser dispersados entre las naciones; este periodo de tiempo formaba, al igual que el destierro, parte del plan de dios, tan solo que muchos desconocían partes de las escrituras que hacen referencia a este hecho. Solo basta leer "Deuteronomio 4" para darse cuenta de esto; ejemplo: "Sí, cuando tengáis hijos y nietos y lleveís mucho tiempo en esta tierra, prevaricais y esculp+is imagenes talladas haciendoasí lo malo a los ojos de Yavé hasta airarle, pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y la tierra jurando que no tardareís en desaparecer de la tierra que vais a ocupar, pasando el Jordán. No vivireís mucho tiempo en ella porque sereís totalmente aniquilados. Yavé os dispersará entre las naciones y solo quedará de vosotros un pequeño número. Allí servireís a sus dioses, de hechura humana, de madera y de piedra, que ni ven ni oyen, ni comen ni sienten".

Finalmente, tras este destierro de su tierra, sirviendo a los dioses de naciones extranjeras, los judíos se vieron presa del máximo castigo de dios para con su pueblo, el cual esta escrito en las "maldiciones de Levítico": "Tendreís que comer a vuestros hijos y a vuestra hijas. Destruiré vuestros altos idolátricos, demoleré vuestro altares de incienso, amontonaré vuestros cadaveres sobre los cadaveres de vuestros idolos y os detestaré. Convertire en desiertos vuestras ciudades, devastaré vuestros santuarios y no aspiraré mas el aroma suave de vuestro sacrificios. Arrasaré la tierra, y vuestros mismos enemigos se quedarán pasmados cuando vengan a vivir en ella".