EL DESAFIO A EVANGELIZAR
La comisión que Cristo dio de enseñar.
Las últimas palabras que Cristo dijo a sus discípulos fueron: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones" (Mat. 28: 20, 19). Id hasta los más apartados confines del globo habitado, y sabed que doquiera presencia os asistirá.. . .
A nosotros también se nos da la misma comisión. Se nos ordena que avancemos como mensajeros de Cristo, a fin de enseñar, instruir y persuadir a hombres y mujeres, instándoles a prestar atención a la palabra de vida. A nosotros también se nos asegura la permanente presencia de Cristo. Cualesquiera fueren las dificultades con las cuales tengamos que contender, cualesquiera las pruebas que debamos soportar, la siguiente promesa llena de gracia nos pertenece constantemente: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Manuscrito 24, 1903).
El mensaje es una fuerza dinámica.-
En el mandato dirigido a sus discípulos, Cristo no sólo esbozó su obra sino les dio su mensaje. Enseñad al pueblo, dijo, "que guarden todas las cosas que os he mandado". Los discípulos habían de enseñar lo que Cristo había enseñado, y eso incluye lo que él había dicho, no solamente en persona, sino por todos los profetas y maestros del Antiguo Testamento. Excluye la enseñanza humana. No da cabida a la tradición, a las teorías y conclusiones humanas, ni a la legislación eclesiástica. Ninguna ley ordenada por la autoridad eclesiástica está incluida en el mandato. Nada de estas cosas han de enseñar los siervos de Cristo. "La ley y los profetas", con el relato de sus propias palabras y acciones, son el tesoro confiado a los discípulos para ser dado al mundo. . .
El Evangelio no ha de ser presentado como una teoría sin vida, sino como una fuerza viva para cambiar la vida. Dios desea que los que reciben su gracia sean testigos de su poder http://www.badongo.com/file/2201745
La comisión que Cristo dio de enseñar.
Las últimas palabras que Cristo dijo a sus discípulos fueron: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones" (Mat. 28: 20, 19). Id hasta los más apartados confines del globo habitado, y sabed que doquiera presencia os asistirá.. . .
A nosotros también se nos da la misma comisión. Se nos ordena que avancemos como mensajeros de Cristo, a fin de enseñar, instruir y persuadir a hombres y mujeres, instándoles a prestar atención a la palabra de vida. A nosotros también se nos asegura la permanente presencia de Cristo. Cualesquiera fueren las dificultades con las cuales tengamos que contender, cualesquiera las pruebas que debamos soportar, la siguiente promesa llena de gracia nos pertenece constantemente: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Manuscrito 24, 1903).
El mensaje es una fuerza dinámica.-
En el mandato dirigido a sus discípulos, Cristo no sólo esbozó su obra sino les dio su mensaje. Enseñad al pueblo, dijo, "que guarden todas las cosas que os he mandado". Los discípulos habían de enseñar lo que Cristo había enseñado, y eso incluye lo que él había dicho, no solamente en persona, sino por todos los profetas y maestros del Antiguo Testamento. Excluye la enseñanza humana. No da cabida a la tradición, a las teorías y conclusiones humanas, ni a la legislación eclesiástica. Ninguna ley ordenada por la autoridad eclesiástica está incluida en el mandato. Nada de estas cosas han de enseñar los siervos de Cristo. "La ley y los profetas", con el relato de sus propias palabras y acciones, son el tesoro confiado a los discípulos para ser dado al mundo. . .
El Evangelio no ha de ser presentado como una teoría sin vida, sino como una fuerza viva para cambiar la vida. Dios desea que los que reciben su gracia sean testigos de su poder http://www.badongo.com/file/2201745