El evangelio de Dios

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5 Septiembre 2001
3.029
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El evangelio de Dios
Watchman Nee
EL PECADO, LOS PECADOS Y EL PECADOR
LA NATURALEZA DE ESTA REUNION:
LA ENSEÑANZA DEL EVANGELIO
Esta noche comenzaremos una serie de reuniones de estudios bíblicos. Pero antes de comenzar, me gustaría decir primero unas pocas palabras acerca de la naturaleza de estas reuniones. Yo no sé si algunos de los presentes vienen por primera vez. A algunos de los que vienen por primera vez se les hace muy difícil encontrar nuestra dirección. Muchos se han quejado de que la calle en que estamos ubicados es difícil de encontrar. Algunos incluso han llegado a decir que aunque estuvieron sentados aquí, no sabían cómo volver después de la reunión. No sabían qué camino tomar para llegar a cierto taller que habían visto al venir aquí, y no sabían cómo ir a la parada de tranvía o de ómnibus. Aunque estuvieron aquí, no estaban seguros de cómo llegaron, y apenas se acordaban del camino en que vinieron. Este es el caso de muchos creyentes en su vida cristiana. Si usted les pregunta si han creído en el Señor, ellos dirán que sí. Pero si usted les pregunta cómo han creído, ellos responderán que no están seguros. No entienden en lo absoluto la manera en que fueron salvos.
Estas reuniones no son reuniones de avivamiento ni reuniones evangelísticas. Aunque el tema de estas reuniones es el evangelio, no son reuniones evangelísticas. Esta vez no estamos predicando el evangelio; por el contrario, estamos enseñando el evangelio. ¿Por qué necesitamos enseñar el evangelio? Muchos han sido salvos y se han convertido en cristianos, pero aún no saben cómo se convirtieron en cristianos. Lo que hacemos hoy es decirle a la gente cómo se han convertido en cristianos. En otras palabras, les estamos diciendo que ellos doblaron al sur por la calle Aiwenyi y caminaron directo al taller que vieron, y que luego doblaron de allí a la calle Wen-teh donde estamos ahora, y que sólo tomaron unos pocos pasos desde allí para llegar a la ventana de nuestro local de reuniones, que doblaron a la entrada del local pasando cerca del canasto de basura hasta llegar a la puerta, y luego entraron. Esta vez no estamos persuadiendo a la gente a entrar; más bien, les estamos diciendo cómo entrar.
Si algunos de los presentes no han creído en el Señor, tal vez se decepcionen. Lo que estamos haciendo esta vez es mostrarles a aquellos que han creído cómo han creído. Tal vez algunos hermanos y hermanas estén claros acerca del evangelio; incluso tal vez ya sepan lo que estamos diciendo. Pero espero que el Señor nos bendiga y nos dé nueva luz. Usted debe entender que estas reuniones son de estudio bíblico y están dirigidas para aquellos que han creído pero no saben cómo han creído. Esta vez no los aliento ni lo reavivo. Sólo estoy indicándoles la dirección. En otras palabras, en estas reuniones no soy otra cosa que un guía de turismo.
EL PECADO, LOS PECADOS Y EL PECADOR
Comenzaré con algo muy básico acerca del evangelio. Sin embargo, espero que en cada reunión avancemos un poco. En esta primera reunión, abarcamos un tema que la mayoría de la gente no quiere escuchar, pero que es inevitable. El tema de esta reunión es el pecado, los pecados y los pecadores.
La Biblia le presta mucha atención al asunto del pecado. Podemos entender la salvación sólo cuando tenemos un entendimiento claro acerca del pecado. Si queremos conocer el evangelio de Dios y la salvación de Dios, debemos conocer primero lo que es el pecado. Debemos ver primeramente cómo el pecado nos ha afectado y cómo nos hemos hecho pecadores. Sólo así entenderemos claramente la salvación de Dios. Primero consideraremos el abecedario. Debemos ver qué es el pecado, qué son los pecados y quién es un pecador.

¡Jesús es el Señor!
continua...