Baruch de Spinoza, fue un filósofo holandés, considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, al igual que Descartes, en su época Spinoza causó gran revuelo y por su forma de pensar lo desterraron, incluso, prohibieron y censuraron sus escritos por parte de su comunidad.
La forma de pensar de Spinoza tiene gran similitud con los seguidores del Panteísmo, es decir, que lo sagrado y divino, es toda la naturaleza en sí misma, en palabras más precisas, se elimina la idea de un Dios personal, que castiga a los que no le obedecen y premia con coronas y vida eterna a los que le son fieles.
Me llama la atención que Albert Einstein nacido en la ciudad alemana de Ulm el 14 de marzo de 1879, hijo de padres judíos, haya abrazado el dios de Spinoza como su dios.
¿Fallaron sus padres con el Dios de los Hebreos y Dios nuestro?
¿O fue su propia inteligencia, su propio razonamiento quién lo llevo a identificarse con el dios de Spinoza?
Planteo este debate, basado en el disfrute de una vida temporal, sin rezos, sin golpes de pecho, y sin la idea de que el desobediente va a ser quemado en un horno sin que su cuerpo se consuma, por toda una eternidad.
Siempre que Einstein acudía a dictar sus conferencias, invariablemente entre las preguntas que se le hacían, cobraba especial interés la repetición de ¿Cree usted en Dios?, a lo cual el científico respondía:
"Creo en el dios de Spinoza".
Ojalá podamos profundizar en la mente humana, a la luz de las Sagradas Escrituras.
La forma de pensar de Spinoza tiene gran similitud con los seguidores del Panteísmo, es decir, que lo sagrado y divino, es toda la naturaleza en sí misma, en palabras más precisas, se elimina la idea de un Dios personal, que castiga a los que no le obedecen y premia con coronas y vida eterna a los que le son fieles.
Me llama la atención que Albert Einstein nacido en la ciudad alemana de Ulm el 14 de marzo de 1879, hijo de padres judíos, haya abrazado el dios de Spinoza como su dios.
¿Fallaron sus padres con el Dios de los Hebreos y Dios nuestro?
¿O fue su propia inteligencia, su propio razonamiento quién lo llevo a identificarse con el dios de Spinoza?
Planteo este debate, basado en el disfrute de una vida temporal, sin rezos, sin golpes de pecho, y sin la idea de que el desobediente va a ser quemado en un horno sin que su cuerpo se consuma, por toda una eternidad.
Siempre que Einstein acudía a dictar sus conferencias, invariablemente entre las preguntas que se le hacían, cobraba especial interés la repetición de ¿Cree usted en Dios?, a lo cual el científico respondía:
"Creo en el dios de Spinoza".
Ojalá podamos profundizar en la mente humana, a la luz de las Sagradas Escrituras.