La costumbre u obligación de diezmar está ampliamente propagada entre las iglesias de tradición pentecostal y neo-pentecostal. Es de ordinario escuchar en sus servicios invitaciones a los miembros de la congregación a pagar el diezmo de sus ingresos a la iglesia. Lo perturbador del asunto es que muchos líderes y pastores lo imponen como una obligación requerida por Dios, cuando la verdad es que eso no es cierto.
No todas las denominaciones protestantes obligan a sus miembros a diezmar. Los metodistas, Iglesias de Cristo, algunos bautistas y anglicanos no requieren el diezmo a sus miembros. Esto, sin incluir a los católicos, quienes tampoco apoyan la idea del diezmo. Entiendo que este foro existe una actitud muy en contra del catolicismo, pero la realidad es que, del total de cristianos del mundo, ellos constituyen alrededor del 50% en todo el planeta. No deben ser ignorados.
Al igual que millones de otros cristianos del mundo, entiendo que el diezmo no es una obligación. Esto como cristiano. Como judío estoy totalmente en contra de la idea del diezmo. Me explico:
El diezmo aparece específicamente en la Torá. Es mencionado en el libro de Génesis cuando Abraham diezmo a Melquisedec, y cuando Jacob se comprometió a dar el diezmo al Señor si Él lo protegía. Luego aparece en Levítico, donde se detalla y requiere ya como un impuesto.
En el Nuevo Testamento jamás se menciona el diezmo, y hay una buena razón para ello. Como bien expuso el apóstol Pablo, Jesucristo nos libró de las cargas de la Ley (Romanos 7:6). El diezmo, una vez fue incluido en la Torá por Moisés, dejó de ser una “ofrenda” y se convirtió en un impuesto. Era una obligación financiera de todo judío pagar el diez porciento de sus ingresos al Templo para sustentar a los levitas y las operaciones de la institución. No era algo voluntario, era una obligación.
Cristo nos libró de esa carga. El diezmo ya no es necesario porque ya el Templo no existe. No hay levitas que mantener ni templo que sustentar. No hay razón para el diezmo.
Ahora bien, al igual que Abraham y Jacob, un creyente puede voluntariamente decidir aportar el diezmo como una ofrenda. Eso tiene total validez, pero no debe entenderse en forma alguna que es una obligación que todo cristiano tiene que cumplir. Eso no es bíblico, bajo la nueva alianza con Cristo.
El mismo Pablo hizo claro que cada uno debe ofrendar según lo que haya decidido en su corazón, y no siguiendo ningún principio de porcentajes. Es una decisión personal (2da. de Corintios 9:7).
Igualmente debemos considerar que para muchos creyentes el aportar el diez porciento de sus ingresos puede causarles contratiempos en referencia a su presupuesto mensual. Por ello Pablo también dejó muy claro que la ofrenda que cada uno aporta debe ser en proporción a sus ingresos (1ra. de Corintios 16:2).
No todos pueden diezmar, y el que pueda, si desea aportarlo como una ofrenda, pues para bien sea, pero que no se obligue ni se haga sentir culpabilidad sobre aquellos que no pueden. Somos libres de la carga de la Ley, no existe Templo en Jerusalén, por lo que no hay ya una obligación de pagar diezmos. Si debemos ofrendar, pero según la economía de cada hogar.
Bendiciones.
No todas las denominaciones protestantes obligan a sus miembros a diezmar. Los metodistas, Iglesias de Cristo, algunos bautistas y anglicanos no requieren el diezmo a sus miembros. Esto, sin incluir a los católicos, quienes tampoco apoyan la idea del diezmo. Entiendo que este foro existe una actitud muy en contra del catolicismo, pero la realidad es que, del total de cristianos del mundo, ellos constituyen alrededor del 50% en todo el planeta. No deben ser ignorados.
Al igual que millones de otros cristianos del mundo, entiendo que el diezmo no es una obligación. Esto como cristiano. Como judío estoy totalmente en contra de la idea del diezmo. Me explico:
El diezmo aparece específicamente en la Torá. Es mencionado en el libro de Génesis cuando Abraham diezmo a Melquisedec, y cuando Jacob se comprometió a dar el diezmo al Señor si Él lo protegía. Luego aparece en Levítico, donde se detalla y requiere ya como un impuesto.
En el Nuevo Testamento jamás se menciona el diezmo, y hay una buena razón para ello. Como bien expuso el apóstol Pablo, Jesucristo nos libró de las cargas de la Ley (Romanos 7:6). El diezmo, una vez fue incluido en la Torá por Moisés, dejó de ser una “ofrenda” y se convirtió en un impuesto. Era una obligación financiera de todo judío pagar el diez porciento de sus ingresos al Templo para sustentar a los levitas y las operaciones de la institución. No era algo voluntario, era una obligación.
Cristo nos libró de esa carga. El diezmo ya no es necesario porque ya el Templo no existe. No hay levitas que mantener ni templo que sustentar. No hay razón para el diezmo.
Ahora bien, al igual que Abraham y Jacob, un creyente puede voluntariamente decidir aportar el diezmo como una ofrenda. Eso tiene total validez, pero no debe entenderse en forma alguna que es una obligación que todo cristiano tiene que cumplir. Eso no es bíblico, bajo la nueva alianza con Cristo.
El mismo Pablo hizo claro que cada uno debe ofrendar según lo que haya decidido en su corazón, y no siguiendo ningún principio de porcentajes. Es una decisión personal (2da. de Corintios 9:7).
Igualmente debemos considerar que para muchos creyentes el aportar el diez porciento de sus ingresos puede causarles contratiempos en referencia a su presupuesto mensual. Por ello Pablo también dejó muy claro que la ofrenda que cada uno aporta debe ser en proporción a sus ingresos (1ra. de Corintios 16:2).
No todos pueden diezmar, y el que pueda, si desea aportarlo como una ofrenda, pues para bien sea, pero que no se obligue ni se haga sentir culpabilidad sobre aquellos que no pueden. Somos libres de la carga de la Ley, no existe Templo en Jerusalén, por lo que no hay ya una obligación de pagar diezmos. Si debemos ofrendar, pero según la economía de cada hogar.
Bendiciones.