El diezmo, magnifico instrumento para acallar nuestras conciencias: "Yo ya cumplo, diezmo".
Nuestro referente son y han de ser los primeros cristianos, otra cosa que no queramos, que digamos que no, "eran otras tiempos", "eso ahora no se puede" ??????
Ellos tenian todo en comun, no habia necesitado entre ellos, pero no dejaban de trabajar, Pablo dice "el que de vosotros no trabaje, que no coma".
Amaras a Jehova tu Dios, con todo tu corazon con toda tu alma y con todas tus fuerzas (este "fuerzas" creo recordar que se puede interpretar como "toda tu posesion", (nos ayudas Yitzik?))
Nuestro referente es Jesus,y El no tenia ni donde recostar la cabeza.
Y Pablo nos recuerda:
"Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir." Hechos 20.32-35
Buscad primeramente el Reino de Dios y su Justicia, y todo lo demas se os dara por añadidura.
Nuestros referentes como cristianos estan claros.
¿Nos conformaremos con ser cristianos mediocres, tibios en definitiva?
"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la verg:uenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias." Apocalipsis 3.15-22