Creo que hay contextos como este, en que algunas personas quieren trasmitir un significado negativo a los términos "obligado" o "condenado".
Que una cosa actúe de acuerdo a su naturaleza no significa que esté "obligada", "limitada" o "condicionada" en un sentido negativo.
Si suelto una piedra, caerá a tierra a una velocidad que determina la ley de la gravedad. Eso no implica que la piedra, o la Tierra, o el espacio-tiempo, estén "limitados" o "condicionados" en un sentido negativo. Son lo que son.
En el caso del ser humano, no estoy "condenado a elegir". Elijo porque soy hombre, y no puedo darle un sentido peyorativo a mi libertad de elección.
De la misma manera, Dios es perfección y obra el bien porque así es su naturaleza y no podría ser de otra forma. El mal finalmente es inexistente, porque no puede haber nada que exista en oposición a Dios o que limite a Dios.
El sentido peyorativo de las palabras "limitado", "condenado", "obligado", "condicionado" implica que existe otra opción (otro estado posible), y que esa opción se le niega a la cosa o al agente.
Por ejemplo:
La naturaleza de mi perro es caminar y correr. Si lo ato a una estaca, entonces sí lo estoy obligando a quedarse en un pequeño espacio, o condendándolo a hacerlo. Estoy restringiendo su actuar de acuerdo a su naturaleza.
Pero no podría decir que mi perro está "obligado" a comer, o "condenado" a orinar, porque está en su naturaleza comer y orinar.
Por cierto, este aspecto de Dios es central en la teología baha'i.
Los baha'is oramos todos los días llamándole a Dios "El que subsiste por sí mismo", y en numerosas oraciones escritas por Bahá'u'llah, la libertad absoluta de Dios, y su esencia no condicionada, no contingente, es ensalzada y recordada repetidamente.
