El corazón de Dios es bueno para con nosotros
Efesios 6:16 Y sobre todo, habiendo tomado el escudo de la fe, con que podáis apagar todos lo dardos de fuego del maligno.
1 Corintios 1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de Su Hijo amado, Jesucristo nuestro Señor.
Ahora debemos examinar en detalle qué es el escudo de la fe. Ciertamente nosotros no obtenemos la fe por nuestra propia habilidad, fuerza, mérito o virtud. Nuestra fe tiene que estar puesta en Dios (Mr. 11:22). Dios es un Dios real, viviente, presente y disponible. Debemos poner nuestra fe en Él.
Debemos creer también en el corazón de Dios. Todo cristiano debe conocer a Dios y el corazón de Dios. El corazón de Dios siempre desea lo mejor para nosotros. No importa lo que nos acontezca o los sufrimientos que tengamos que pasar, siempre debemos creer en la bondad del corazón de Dios. Dios no tiene ninguna intención de castigarnos, lastimarnos ni hacernos sufrir.
Además de tener fe en el corazón de Dios, debemos creer en la fidelidad de Dios. Nosotros podemos cambiar, pero Dios nunca cambia.
Además, debemos tener fe en la soberanía de Dios. Ya que Dios es soberano, El nunca podría equivocarse. Bajo Su soberanía, hasta nuestros errores obran para nuestro bien. Si Dios en Su soberanía no nos permitiera cometer errores, no nos sería posible cometerlos. (Sin embargo, esto no quiere decir que debemos cometer errores intencionalmente.) Cuando erremos, debemos arrepentirnos; sin embargo, no es necesario lamentarnos, porque eso significaría que nos falta fe. Después de arrepentirnos por haber cometido una falta, por haber errado, debemos ejercitar nuestra fe en la soberanía de Dios, pues no habríamos cometido ese error si El soberanamente no lo hubiera permitido. Por tanto, no es necesario lamentarse.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de Efesios, escrito por Witness Lee, mensaje 65, págs. 544-545. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
Efesios 6:16 Y sobre todo, habiendo tomado el escudo de la fe, con que podáis apagar todos lo dardos de fuego del maligno.
1 Corintios 1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de Su Hijo amado, Jesucristo nuestro Señor.
Ahora debemos examinar en detalle qué es el escudo de la fe. Ciertamente nosotros no obtenemos la fe por nuestra propia habilidad, fuerza, mérito o virtud. Nuestra fe tiene que estar puesta en Dios (Mr. 11:22). Dios es un Dios real, viviente, presente y disponible. Debemos poner nuestra fe en Él.
Debemos creer también en el corazón de Dios. Todo cristiano debe conocer a Dios y el corazón de Dios. El corazón de Dios siempre desea lo mejor para nosotros. No importa lo que nos acontezca o los sufrimientos que tengamos que pasar, siempre debemos creer en la bondad del corazón de Dios. Dios no tiene ninguna intención de castigarnos, lastimarnos ni hacernos sufrir.
Además de tener fe en el corazón de Dios, debemos creer en la fidelidad de Dios. Nosotros podemos cambiar, pero Dios nunca cambia.
Además, debemos tener fe en la soberanía de Dios. Ya que Dios es soberano, El nunca podría equivocarse. Bajo Su soberanía, hasta nuestros errores obran para nuestro bien. Si Dios en Su soberanía no nos permitiera cometer errores, no nos sería posible cometerlos. (Sin embargo, esto no quiere decir que debemos cometer errores intencionalmente.) Cuando erremos, debemos arrepentirnos; sin embargo, no es necesario lamentarnos, porque eso significaría que nos falta fe. Después de arrepentirnos por haber cometido una falta, por haber errado, debemos ejercitar nuestra fe en la soberanía de Dios, pues no habríamos cometido ese error si El soberanamente no lo hubiera permitido. Por tanto, no es necesario lamentarse.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de Efesios, escrito por Witness Lee, mensaje 65, págs. 544-545. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.