Hermanos foristas:
Hay algunas iglesia que prohiben el uso del cigarrillo y del tabaco en todas sus formas. Esto, porque saben lo dañino que es para la salud. Hace unos 50 años, sólo en los EU, morían de cáncer en el pulmón, a causa del fumar, unos 20,000. Hoy esta cifra se ha multiplicado de forma alarmante, a punto de que se ha colocado una advertencia a los fumadores en las mismas cajas de cigarrillos.
Se ha pretendido que el fumar es signo de elegancia. El hombre que anunciaba una marca en particular de cigarrillos, murió de cancer en el pulmón hace unos años. Pero parece que esto no causa alarma entre la juventud, pues continúan con este hábito tan perjudicial a su salud.
Lo que más me maravila es ver a tantas mujeres envueltas en este vicio. Aun mujeres embarazadas fuman, desoyendo a los médico que le indican que eso hace daño permanente a las criaturas por nacer.
Por oportunos, le pongo este poema que escribí hace unos 35 años.
A UN CIGARRILLO
¿De dónde tú vienes, hierba venenosa
que al hombre destruyes con tu torpe brillo?
¿Qué néctar diabólioco en tu entraña llevas?
¿Qué ponzoña escondes, tabaco maldito,
quel hombre no encuentra
el mal de tu vicio?
¿Que mente infernal concibió la idea
de hacer que te veas así tan bonito,
vestido de blanco con tu dulce fltro?
Bien que te conozco, aunque te disfraces:
eres un veneno, tabaco maldito;
un sutil veneno que enfermas los hombres
y matas los niños.
Tú nunca respetas ni a pobres ni a ricos,
ni a hombres ni a mujeres,
ni a grandes ni a chicos:
a todos los seres arrastras y envuelves
en tu inmundo vicio.
También sé el porqué
de ese, tu vestido.
Es para ocultar la horrible apariencia
que en tu entraña llevas, tabaco maldito.
Tampoco me engañas con ese, tu filtro
de mentol o menta, que luce tan fino.
Es para endulzar
tu veneno impío.
Siempre serás sucio
y siempre maldito.
Aunque seas por fuera tan blanco y tan pulcro;
aunque perfumado mantengas tu filtro,
aunque en una caja dorada te metas;
aunque un rojo cinto rodee tue nvoltura fina y transparente,
siempre eres el mismo.
¿De dónde tu vienes
tabaco maldito?
¿Qué mente infernal te trajo a este mundo
a hacer de los hombres esclavos del vicio?
Tu padre es el diablo,
y vienes, sí, vienes
del infierno mismo!
Hay algunas iglesia que prohiben el uso del cigarrillo y del tabaco en todas sus formas. Esto, porque saben lo dañino que es para la salud. Hace unos 50 años, sólo en los EU, morían de cáncer en el pulmón, a causa del fumar, unos 20,000. Hoy esta cifra se ha multiplicado de forma alarmante, a punto de que se ha colocado una advertencia a los fumadores en las mismas cajas de cigarrillos.
Se ha pretendido que el fumar es signo de elegancia. El hombre que anunciaba una marca en particular de cigarrillos, murió de cancer en el pulmón hace unos años. Pero parece que esto no causa alarma entre la juventud, pues continúan con este hábito tan perjudicial a su salud.
Lo que más me maravila es ver a tantas mujeres envueltas en este vicio. Aun mujeres embarazadas fuman, desoyendo a los médico que le indican que eso hace daño permanente a las criaturas por nacer.
Por oportunos, le pongo este poema que escribí hace unos 35 años.
A UN CIGARRILLO
¿De dónde tú vienes, hierba venenosa
que al hombre destruyes con tu torpe brillo?
¿Qué néctar diabólioco en tu entraña llevas?
¿Qué ponzoña escondes, tabaco maldito,
quel hombre no encuentra
el mal de tu vicio?
¿Que mente infernal concibió la idea
de hacer que te veas así tan bonito,
vestido de blanco con tu dulce fltro?
Bien que te conozco, aunque te disfraces:
eres un veneno, tabaco maldito;
un sutil veneno que enfermas los hombres
y matas los niños.
Tú nunca respetas ni a pobres ni a ricos,
ni a hombres ni a mujeres,
ni a grandes ni a chicos:
a todos los seres arrastras y envuelves
en tu inmundo vicio.
También sé el porqué
de ese, tu vestido.
Es para ocultar la horrible apariencia
que en tu entraña llevas, tabaco maldito.
Tampoco me engañas con ese, tu filtro
de mentol o menta, que luce tan fino.
Es para endulzar
tu veneno impío.
Siempre serás sucio
y siempre maldito.
Aunque seas por fuera tan blanco y tan pulcro;
aunque perfumado mantengas tu filtro,
aunque en una caja dorada te metas;
aunque un rojo cinto rodee tue nvoltura fina y transparente,
siempre eres el mismo.
¿De dónde tu vienes
tabaco maldito?
¿Qué mente infernal te trajo a este mundo
a hacer de los hombres esclavos del vicio?
Tu padre es el diablo,
y vienes, sí, vienes
del infierno mismo!