EL CIELO BIEN VALE UNA MISA

16 Junio 2001
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Hace unos siglos, Enrique, el furibundo y protestante rey de Navarra, luchaba enfervorecidamente contra los católicos. Por una jugada del destino y los vínculos sucesorios, coincidió que fue elegido para ser futuro rey de Francia. Sólo habia un problema: el rey de Francia debia, necesariamente, ser católico, condición sine qua non para ser soberano de la Hermana Mayor de la Iglesia. Haciendo gala de una ironía sin límites, abjuró de su religión protestante y pronunció la famosa frase que pasó a la historia: PARÍS BIEN VALE UNA MISA. Es un caso más que ilustra la tendencia de los protestantes hacia la traición y a venderse al mejor postor, como ya hiciera en su tiempo Lutero con los príncipes alemanes. Pero no es eso lo que me interesa. Actualmente resulta habitual oír hablar a mucha gente de que debe trabajar tantos meses para pasarse unas vacaciones a Cuba, a Mallorca, a las Canarias, o a la India. Son sólo unos miserables quince o treinta días de vacaciones en lugares infestados de mosquitos, de calor sofocante y de tentaciones carnales a bajo coste. Lo sorprendente es que muchas de estas gentes son ateas y no se paran a reflexionar que con un mínimo de esfuerzo -recordemos la frase de Enrique IV- podrían pasarse LA ETERNIDAD en un paraíso incomparablemente más placentero que esos lugares del tercer mundo a los que acuden como rebaños de ovejas ávidas de sol.
Si estas razones no son convincentes, es posible enfocar el asunto de manera menos atractiva, pero igualmente lógica. El destino de los perversos está diáfanamente señalado en la Biblia. Las vacaciones perpetuas en esa cloaca inmunda están garantizadas para cualquiera que reniegue del perdón divino y persista absurdamente en su condición malvada. Es irracional, pero la parte animal del hombre es considerable, y la lógica es muchas veces aplastada por la virulencia de los instintos primarios. Sin embargo, si HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO es posible rectificar, alguien puede dudar de que una simple misa bien merece el esfuerzo?

pax