EL CASO DE STEVE LAWSON PUEDE SER EL NUESTRO

25 Junio 2012
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"INTEGRIDAD Y SABIDURÍA"

Se complace en presentar la tercera sesión de la Conferencia: "Por su causa 2013"

"EL PODER DE SU PALABRA"

"TRAED EL LIBRO"

Neh 8:1 Todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que estaba delante de la puerta de las Aguas, y pidieron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el SEÑOR había dado a Israel.
Neh 8:5 Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo, pues él estaba en un lugar más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso en pie.
 
1Co_10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire no caiga.

La plena seguridad de haber creído en Cristo, no es garantía de nuestra integridad hacia el Señor.

Todos recordamos el año el mes y el día y hasta la hora, de nuestra conversión al Señor.

Es la fecha de nuestro nuevo nacimiento.

Que seamos fieles al Señor, y que nos vayamos de este mundo, impolutos, puros, como lo es el Señor, la biblia no registra ni un solo caso de este tipo de Santidad, exclusiva para Cristo.

Por este gran margen de vulnerabilidad, es que la Palabra de Dios nos manda a ser vigilantes y cuidadosos de nuestra vida diaria aquí en la tierra.

Y que los años de servicio en el Ministerio del evangelio, ni la vejez, es garantía para ninguno, eso también es una gran verdad.

Ahí está el libro a los Hebreos, ahí está los héroes de la fe en el capítulo 11, todos ellos fallaron, sin contar a Adán, tenemos a Noé como un borracho, Abraham como mentiroso, su sobrino, siendo objeto de la seducción de sus hijas, Jacob siendo un engañador, Sansón fornicando con las filisteas, David, comiéndose la mujer de su soldado Urías y mandándolo a matar, este caso es singular, porque antes de su caída fue llamado David: "Conforme al corazón de Dios".

No existe un solo héroe de la fe que no tenga su falla, su mancha, su desliz, en el expediente de su vida.

Cuántos hombres de Dios, contemplamos en las Escrituras que fallaron en su vejez.

Tenemos que estar en constante comunión con Cristo hasta el último momento de nuestras vidas, porque separados de él nada podemos hacer por nosotros mismos, él es quien fortalece nuestro dominio propio, sin este sustento, no existe ningún dominio propio y somos fácil presa de los deseos carnales que batallan contra nuestra alma.

Solamente podemos estar victoriosos, cuando ya hallamos abandonado el cuerpo y estemos en su misma Presencia en la casa de su Padre.

Esta es la explicación del por qué hablamos de la constancia, de la fidelidad, de nuestros hermanos en su servicio a Cristo, pero cuando ya se han ido de este mundo a su misma Presencia, no mientras estén en el cuerpo.

NO EXISTE NINGUNA GARANTÍA PARA NADIE.

El caso de Steve Lawson ilustra bien lo que queremos decir.

No todos lo recordarán como un hombre de Dios a nivel de George Muller, John MacArthur, John Sttot, etcétera, solo prevalecerá su caída.

Porque así es la naturaleza humana, inclinada siempre a mirar los errores, las fallas, los descuidos en una vida cristiana que para esta clase de criticones, exige una perfección, que solo puede ser hallada en Cristo.

Pero lo que si podemos garantizar, es que nos veremos en el cielo, porque tal promesa no depende de nosotros, depende de Dios, es él quién lo ha prometido, aquí está el texto;

Jua_3:36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; más el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

No es que vaya a tener, o que primero tenga que salvar este obstáculo, y luego este otro, nada de eso, tampoco que, si se afilia a mi grupo, entonces se le garantiza su salvación, ese es otro engaño.

El ladrón en la cruz, ni siquiera pertenecía a ningún grupo, y mucho menos oraba o llevaba una vida impoluta, de buen testimonio, pues era ladrón y atracador, pero creyó en Jesús a pocos minutos de irse para el infierno y fue salvo.


Es Dios quien ha prometido que el que crea en su Hijo, TIENE VIDA ETERNA.

Más también es Dios que afirma, que quien rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre el incrédulo, no por un momento, sino por los siglos de los siglos, de ahí que el fuego de la ira de Dios, que cayó sobre su Hijo, para reducir nuestros pecados a cenizas, en el incrédulo, no será temporal, sino que el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.

Esto es una evidencia clara, de qué si sabe aquí en la tierra, si somos salvos o no somos salvos.

Y hay que saberlo.

En ocasiones, cuando nos encontramos con personas que dicen ser cristianas, y se les pregunta:

¿Tú eres salvo?

No tienen respuesta, esto significa que todavía no tienen una experiencia de salvación con Cristo.

El que es salvo, sabe que es salvo, teniendo este sello:

2Ti_2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

El que esté firme, mire que no caiga.
 
❝𝐄𝐋 𝐐𝐔𝐄 𝐄𝐒𝐓É 𝐅𝐈𝐑𝐌𝐄, 𝐌𝐈𝐑𝐄 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐎 𝐂𝐀𝐈𝐆𝐀... 𝐄𝐒𝐓𝐎 𝐄𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒. ❞


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